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Mostrando entradas de agosto, 2009

Sueños

I.-  Al venado asan vivo Observo su mirada triste Soñamos el venado y yo II.-  Leonor  me abraza mientras canta una canción en otro idioma Su sonrisa es de paz Su voz me arrulla para que sueñe III.-  Nada que escribir  más que palabras vanas  que nada significan Apenas siento el aire en la piel y el de la respiración Algo vivo y algo muerto camino en calcetines e ignoro el que dirán

Domingos de diálogos

Hay tantas razones para un buen día de domingo: comprar lengua de vaca para hacer tacos; al aire de la tarde ojear periódicos con los pies sobre una mesa de centro; dormir a pierna suelta; caminar entre los callejones de la colonia para saludar a todo mundo; leer la novela romántica que tenemos pendiente. Recuerdo de cuando en el periódico La Verdad del Sureste (diario de Villahermosa, Tabasco) yo escribía para la edición del domingo un artículo sobre consejos para pasársela mejor este día. Fueron varias semanas de 1996. Entre otros consejos decía de entrar a las iglesias y mercados y mirar los rostros de la gente para leer sobre lo que acontece en la ciudad, entre otras cosas. Me llegaron algunas cartas de personas que me agradecían les diera pistas para pasarse domingos maravillosos. Y eso me hacía sentir bien. Hoy estuve en una reunión de amigos, todos ellos inquietos en su pensamiento y acción de que tengamos una sociedad mejor. Y cómo hacerle? Minutos y minutos tratando de escud

Dibujo de vaca

H ada madrina –niña- dibujó una vaca linda, robusta y feliz. Adornada su piel en blanco y negro, como suelen ser en los dibujos, la vaca, a la que nombró Lula, comía pasto rumiando recuerdos de cuando fue ternera. Hada madrinita la miraba con sonrisa de oreja a oreja, satisfecha de su dibujo. Luego se recostó en el pasto para soñar despierta, pero quedó dormida quizá por el cansancio o el calor del trópico. Hada madrinita entró al mundo de los sueños, en el que corría por la alameda cantando canciones de amistad y de esperanza. Larín, larán. De pronto recordó que había dejado a la vaca junto a la casa de campo de su tía -de Hada- comiendo pasto. Corrió de vuelta antes de que la vaca huyera. Con el corazón percutiendo como tambor africano llegó y vio que ya no estaba la Lula. Y empezó a llorar segura que pudo haberlo evitado. ¿Cómo no se le ocurrió dibujarle también un cencerro? Una vaca feliz no permanece en el mismo lugar. Les da por caminar por las veredas del campo entre la arboled

Taller

Es taller literario. Funciona en la galería de arte El Jaguar despertado, en Villahermosa, Tabasco, México. Ha tenido buenos tiempos. Como ese grupo fenomenal, tanto por la amistad, como por los textos, que duró varios años: Pedro Hernández, Verónica Sánchez, Beatríz Pérez Pereda, Pascual Junco, Chano, Audomaro, Jessica, Breck, Diana, Indira Rosas, José de los Santos (Chepe). Perdonen que olvide un nombre. Aparte de eso el ambiente era de camaradería. Y había textos suficientes, hasta para el sábado siguiente. Chepe era excelente anfitrión, por ser trabajador de esa galería. Tenía siempre café, refresco y galletas. Y entre todos levantábamos un castillo de sonrisas. En el inter estuvieron Moisés Hernández y Daniela Maimone, Ahora en 2009 se está conformando un nuevo grupo: David Sánchez, Nezi Einar, María Antonieta, Juanita, Lupita y Silvia. Ellas tres llegaron como lectoras en búsqueda de un taller de lectura. Y se encontraron de que tenían que escribir. Y lo están haciendo.