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Mostrando entradas de agosto, 2010

Verde

¿Sobre qué escribe el verde cuando escribe? Aparecen imágenes sin pensarlas. Digo verde y miro la llanura. ¿De dónde saca las palabras? Hay un pozo de los sueños, de allí con un cordel y anzuelo voy pescando las palabras. ¿Cual es su material principal para las historias? Los derrotados, los grises, los enanos; es natural porque soy parte de ellos, camino sobre sus pasos, me alimentan sus desesperanzas, ellos me dictan muchos versos. ¿Cómo se imagina el futuro? Dos bombas acabarán las especies. ¿Qué recuerdos tiene del pasado? Hay una nada; luego unos momentos de dulzura; lo demás lo tengo en la basura. ¿Donde guarda sus escritos? Los pongo a la intemperie para que conversen con el viento.  

Gris

Una mañana el amarillo tornó en gris. Al principio anduvo de mal humor. Luego se fue acostumbrando. Discreto capturaba peces y piedrecillas brillantes. Luego se dedicó a la pesca de palabras. El amarillo había sido  brillante, luminoso, pero ajado por el tiempo fue perdiendo esplendor. Soñó una vez con sus alas poderosas aunque le saltaba el ojo en pleno sueño. Y volando se quedó dormido emburullado en las palabras hilvanadas. Cuando despertó -al fin- se encontró el gris y se dispuso a sacarle brillo. Todas las tardes con un trapo de algodón lustraba la piel. Qué gris, qué brillo. Parecido al metálico, menos oscuro que el grafíto.

Negro (de colores)

En el cortejo, el llanto, los recuerdos. Un grupo musical toca melodías de tristeza, de despedida ¿A dónde va, solitario? A la luz, a la eternidad de la vida. ¿Qué somos? fantasmas que deambulan en la oscuridad de la caverna. Los cuervos le sacaron los ojos; quedó a oscuras, sólo con la música por dentro. Le acompañó desde entonces  la tarde y las palabras. Negra es la luz de la tristeza.

Rojo (de colores)

De colores el rojo se abre y cancela. Es carnicería, cuchillo que se afila y abre en canal. Es el ojo que mira y cae en un pozo profundo murmullando una plegaria. Es el laberinto de la sangre que va de ida y vuelta y va escribiendo la historia que se escribe en la nada. Es la moneda en el aire que pregona suerte y anuncia desenfreno. Es el viaje a las estrellas que no tiene retorno. Es la sandía rodeada por los niños con mirada de hambre. Es la fiesta de la patria que levanta murallas en todas las geografías. El rojo es la búsqueda de otros colores en la inmensidad del horizonte.

Insomnes

No sé. Escribir no basta, no es nada. Uno camina al sur y se aparece el norte. Viene el aluvión de recuerdos. Miras rostros con esperanzas sobre un tren y su sonrisa. Dicen adiós y uno no sabe que es la despedida real. El del nunca jamás. El sueño del hambre dibujó una hamburguesa. La realidad es el infierno. Vislumbre del infierno. La filosofía son palabras acumuladas que cuentan sensaciones del ser, percepciones del ser.  Es necesario escribir, aunque no baste. Las palabras quedan como testimonio de ensoñaciones cursis, de sueños rosas. El futuro promisorio era el instante. Insomnes.

Tiempo

El reloj no es el tiempo. Ni máquina semejante con la pretensión de medirlo. El tiempo es la conciencia del ser en su paso por el mundo. El tiempo es la bocanada de aire, la sensación de los olores, la chispa que vibra en los colores. Es la mirada perdida y encontrada. Es la sensación del rumbo, la partida, apenas una brújula. El tiempo es duda y encuentro, esbozo de respuestas. Es la linea que no se sabe si es de ida o regreso. Inventad un cuento. En virtud del tiempo.

Tierra

Cayó al espacio y se mantiene en equilibrio que no será por siempre. Tiendas de hamburguesas, de tortillas de harina que sirven para el engorde, pollos inflados, veneno como dulces químicos, tiendas nuevas de  falsas antigüedades,  testimonios de la acumulación de objetos que originan montañas. Al frente un cementerio de automóviles, un matadero de perros, un matadero de personas. Más adelante las iglesias que con oraciones y plegarias blanquean el mundo de pecados capitales como la viga en el propio y la paja en el ojo ajeno. La zanja abierta recibe a quienes venían del sur sin pasaporte ni tarjetas de crédito a cumplir el sueño de su vida, que fue el sueño de la muerte. Polvo somos y en polvo simple descenderemos.

Fuego

Lenguetas de fuego abrazadoras purifican y renuevan. Se alcanza a divisar desde lejos la humareda y las llamas. Escombros quedaron de todo lo existente: libros de todos los conocimientos, refrigeradores que hacían hielitos en cubos, televisiones de plasma, viejas fotografías de niños y de abuelos, posters de cantantes y modelos de la moda. La civilización en ruinas deja para la posteriddad restos de lo superfluo; huellas como carcajadas de un tiempo apocalíptico. 

Viento

Tolvaneras de arena como polvo caliente en la cara. Noticias que desgarran el alma las trae el viento de norte a sur. Sinfonía de lamentos por los esteros, resequedades, hoyos negros. Aspiramos a la brisa. Y de pronto el viento huracanado viene arrastrando desdichas y pesares. Las hojas secas caen para renovar la esperanza de las nuevas hojas verdes. El mismo viento trae el rumor de las olas, las voces que se dicen al oído, palabras de esperanza, palabras de aspiraciones, de edenes utópicos donde el gozo es permanente. Alabado viento.

Agua

Somos agua y transparencia. Humedales que se acomodaron en el tiempo y el espacio. Ligeros, pero graves al fin, y circulares hacia los mejores sentimientos. Agua en llanto y saliva. Sangre rediviva que circula vertiginosa por los túneles en un ir y venirse de tierra a nube. Incandecencias. Lava que desciende quemando paja y peros, meros pretextos del destino. Somos agua.

Libros

Toda la sabiduría humana se encuentra en los libros. Así como las estupideces del hombre. Todo lo humano está en la mirada cuando coincide con otra mirada. Sobre todo si aparece en consecuencia la sonrisa.

Y las palabras

Cómo decir que sólo somos palabras, susurro del viento entre las hojas, murmullo de olas en su eterno vaivén. Cómo decir que todo lo que existe, lo que se sueña,  se imagina,  se vislumbra, se construye con palabras. Y que los silencios están llenas de palabras no dichas. Por eso el principio de todo fue el verbo. Para que lo exterior exista, debe de nombrarse. Verbo encarnado, polvo enamorado.

Abrazo

¿Dónde va este abrazo? Allí donde es necesario. Donde se requiere. Los abrazos son la muestra de lo humano, así como los guiños y los besos. Pero el abrazo iguala, da calor y color, transmite buenos pensamientos, adelanta deseos, ganas de reír, inmensas ganas de decir las palabras que solamente dichas y escuchadas dan sentido a la vida. Esta nuestra vida, la única que tenemos.

Este cuaderno

Los cuadernos contienen barro y polvo de luz, como las palabras. La página en blanco es un mensaje que va a ninguna parte, para nadie. Las palabras, cariñosas como de magia, se despeñan hasta encontrar la ceniza verde, que bifurca la razón desde la periferia.. Es Dios que hace salir el sol. Y  mata sin mostrar sus manos. Los cuadernos esperan contenidos. Uno mismo está condenado al crimen o al abrazo.  A ver cuaderno, como amigo, bailemos el vals de la vida. Me contengas.

Seguir

Seguir la pista del instante es necesario, sobretodo si en vuelo al ras de nubes se piensa en las palabras que dicen de las tolvaneras y tormentas de arena. Miro el horizonte gris. Hay un tic tac que se oye como parte de los sonidos y silencios.

Ruiseñores en sepia y caballos

Ruiseñores en sepia y caballos a galope por las calles. Una forma distinta de protestar con manifestación equina y canto de pájaros. Busco mi cámara para el registro de las imágenes y no la tengo a mano. Una y dos veces. Finalmente la encuentro y camino hacia donde terminaron de llegar los animales. Estaban en azoteas de casas y edificios. Y al momento de accionar la cámara quedaban fuera de foco. De pronto los equinos van en vuelo. De sueños y sueños.

Tejido

Se teje con paciencia. Punto a punto. Se cruzan los colores. Se forman imágenes. Y la diosa tejedora muestra la maravilla del tejido en el gorrión que canta, en la hoja que cae del árbol en otoño. Un suspiro es la vida y su tejido. Se teje con paciencia.