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Mostrando entradas de enero, 2010

Las imágenes, entre el ocaso y el nuevo día

Qué pasa cuando la palabra no sale de la garganta de arena y las imágenes empujan por salir a borbotones? Las palabras confiadas dormitan en la sala de espera. Nadie viene, nadie dice adiós, pero ellas esperan, transitorias, esperanzadoras, sutiles. Entonces las imágenes reinan entre el ocaso y el nuevo día. Todos los colores, las texturas y las formas se unen para jugar con los ocres, las luces, la fruta. Toda oquedad tiene un toque de lo divino, menos la que no lo tiene. Que las palabras no estén al servicio del tirano y los poetas no busquen razones para solamente cantar a las flores y a los pájaros.

El ayer llegó en forma de mañana

A través de la pared se oyen voces, susurros de sueños guardados. La pared estaba allí y estará después de la muerte del último de los judíos. El calendario no es culpable de la caída de las hojas. El árbol muestra los retoños anunciando  primavera. El ayer llegará en forma de mañana. Por eso cerrar los ojos es ansiar la muerte a pedacitos. La agonía es parte del placer que escribe en el firmamento de luz que la vida es bella. Una mirada alumbra el amanecer en la vida de todos. Ni nunca es siempre más fuerte que la palabra olvido.

Sueños humedad y páramos.

Sueños dolor y sol. Sueños flor y piedra. Sueños silencios y palabras. Sueños humedad y páramos. Sueños estrella y piedra. Ocre y coral. Lobo y pez. Tradición y profecía.  No es raro que en los sueños, donde se manifiestan revelaciones, gire en torbellinos la vida. Al despertar se rescatan cartas de la baraja para construir el edificio. Sueños contradictorios donde no hay azar ni circunstancia.  

De canciones y miradas

La historia de los pueblos se escribe en canciones y se soporta en miradas. Es el sentir de cada uno. El presente se configura sobre los mismos ejes. Las canciones sostienen al arte popular. En las miradas va la historia personal.

Aparecen púrpuras

Hay de sueños a sueños. De pronto explota un vehículo. El puñal abre el vientre y aparecen púrpuras. El edificio alto está vacío y vago entre sus habitaciones. Sus muebles y decoración son de los 40s. Es de noche y no hay luna ni estrellas. Alguien susurra a mi oído. Nadie corpóreo. De pronto cae confetti sobre mi cabeza. Hay risas de burla. Cambia el escenario: es un puerto, hay una sala de espera, anuncian llegada de barcos. La gente va y viene. Nadie sonríe. Emiten palabras en otras lenguas. Me duermo dentro del sueño y despierto dentro del mismo.

Colores naranjas y corales

Salobre el sabor; tibia la caricia; colores corales y naranjas; palabras mezcla de trueno, cantos de pájaro y rumor de ola; olores en el cóncavo y convexo. Paso a paso se escribe la Historia con las microhistorias personales. Esta, de las palabras y miradas; de las palabras escritas en la arena; esta de las canciones plenas de intenciones. El hombre como especie es mar de recuerdos, mezcla de sueños adversos y conversos.  

Arar en piedra

Arar en piedra, aviva la esperanza como en el mito de Sisifo. Empezar de nuevo desde el suelo, llegar al cielo, caer para luego iniciar la subida. De eso se trata. No hay nada nuevo en la historia. Utopía seguida por lebreles.

Categoría infantil sobre el Rey feo

Imagino a las mamás: "ay, voy a inscribir a mi hijo en el carnaval, puede que gane el concurso". En referencia a la convocatoria del carnaval 2010 Tabasco sobre el rey feo, tanto categoría infantil como libre.

La cuesta de enero

Desde noviembre inició la cuesta de enero, dice el propietario de la casa de empeño. desde noviembre.

Deambular entre ocres

Cuando soy cadáver me concilio con lo que está a mi alrededor. Suele suceder. Suele suceder. Lo mismo cuando me aplasta el tren que me proporciona vida. Es raro deambular entre los ocres y rayos del sol. Una espina de rosal me despierta. Me levanto y lavo la cara. No tengo máscara a la mano para cambiarla y entonces decido seguir durmiendo. Otro sueño que viene siendo el mismo desde mi origen.

Ni puerta para tocar

Ni puerta para tocar. Ni ventanas para asomarse al día. Todo pasa apresurado. Como en tren te asomas por la rendija de la memoria y miras cómo pasan las imágenes de los pueblos. En la estación miles quieren subir a ese expresso de la noche que surca la geografía. Moros y cristianos tratan de subir pero va lleno. Mientras silvas una canción desonocida tratas de cerrar los ojos. Las cuencas están vacías. Y no, no es el olvido.

la felicidad camino largo y sinuoso

El camino tiene sombras y polvo. Es largo y sinuoso. Piedras. A veces con subida. Arboles a los lados. Un borreguito perdido. Nadie en las cercanías. A lo lejos murmullos y sonidos de campana. Es la vida con poemas y el frenético ritmo de la vida. Vi ayer gitanos cantando y bebiendo cerveza. Qué es la felicidad? La incógnita tiene varias respuestas. Nunca la misma.

Perfume de pino de la infancia

Azar y circunstancia marcan la vida en un instante. A la vuelta de la esquina un libro tirado. Dentro una credencial con nombre y domicilio y unos boletos de avión a la ciudad de México con fecha del futuro. Heraldo negro de la nostalgia imprime en el pensamiento sensación de búsqueda. Dondequiera es el lugar de paso de la vida. Husmeo en el aire el perfume de pino de la infancia. Turcas y sefardíes cuentan hermosos relatos de su tierra lejana. Maravilla la palabra. 

Avanzado el primer mes del año

Avanzado el primer mes del año uno de los propósitos a recordar es no abandonar este cuaderno. Otro aprender a leer y escribir música. Afín a mí el día a esta edad de la juventud madura . Buen pulmón para el aire, viento fresco, aire tibio.

Un lunes de blues clásico

Amanece lunes y la distancia vela la nostalgia. Un día más que inicia con la semana a la que pondremos la sonrisa de siempre. La misma mueca que inevitable lleva al hastío. De fondo un blues clásico como soundtrack.

Se alegre el día

Al día ordeno que se alegre. Y nada responde.  Hay frío y luz. Lluvia pertinaz. Gente pasa y saluda. De fondo canto de chicharra. Miro el botón abrir a punto de flor.