Las imágenes, entre el ocaso y el nuevo día

Qué pasa cuando la palabra no sale de la garganta de arena y las imágenes empujan por salir a borbotones? Las palabras confiadas dormitan en la sala de espera. Nadie viene, nadie dice adiós, pero ellas esperan, transitorias, esperanzadoras, sutiles. Entonces las imágenes reinan entre el ocaso y el nuevo día. Todos los colores, las texturas y las formas se unen para jugar con los ocres, las luces, la fruta. Toda oquedad tiene un toque de lo divino, menos la que no lo tiene. Que las palabras no estén al servicio del tirano y los poetas no busquen razones para solamente cantar a las flores y a los pájaros.

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