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Mostrando entradas de septiembre, 2012

Ven

No hay datos del futuro aún. La vida es un esbozo de sueños con  religión y filosofía, apenas ideas antiguas que buscan hacer presentes menos legos. El poder esta en la sangre que fluye. Y la belleza en ese eterno retorno a la Edad Media cuando fuimos hojas de árbol. Estoy aquí con los brazos abiertos en cruz sostenida por historias de animales fantásticos. Puse libros en pedestal para subir al cielo. Y derribe torres. Y alfiles. Peones. Y caí en sueño profundo. Desperté años más tarde y me vi en sueños desesperado por comerme el mar. Subí a la nube y caí como de 20 mil metros. Aquí ando. Paria sin patria. Pirata de mi mismo sin clown. Pez pescado. Barça sin remo. Pequeño que creyó saber amarrarse los zapatos. Iba hacia adelante en su creencia fantástica. Y sus pies iban dirigidos hacia atrás. Solamente eso. Solamente que sea por eso. Ven. Vengo.

Discurso sobre la nada

Me acomode un libro en la frente y huí de mi. Vislumbre que las reflexiones me llevaban a mi mismo y salí corriendo. Mariposas en mi estómago. Pececillos en las venas, como el adolescente de siempre, viejo ya para los cerros verdes o amarillentos por lo seco. Tumba mi ego. El extraño que me habita y recrimina el hacer oídos sordos. Mal dada la noche y el día. Mal el efecto camaleón. Y la sonrisa de mueca. He oído hasta el cansancio los murmullos y las plegarias. He mirado bien visto a parejas que se repelen y atraen como mandamiento primitivo. Hago un discurso sobre la nada y fluyen las palabras. Señores y señoras, es hora de pasar revista al pasado que nos ignomina.  A ver si es el caso, dejad que dominen las mariposas negras que habitan cementerios y salen a dar anuncios sobre el fin del mundo. No lo se de cierto cuando pido un sueño a veces en la dulce muerte, para que me siga dando vida.Dejadme  dormir el sueño de los justos y los santos, a ver si así. Correspondencia a Madrid. Bo

Días circulares

En los días va el desdén o apego al tiempo. Son las distintas maneras de acumular fotografías, libros viejos, hojas secas, romper cartas de amor, hacer un viaje inesperado. Viaja uno por los sueños en los que aparecen lúbricos atardeceres y grutas oscuras donde quedaron atrapados los días. Recuerdo, no recuerdo. Mío es el nombre de todos. Yo soy yo mismo donde ya no estoy. Este es el presente lejano que todos recordamos como furia pasada, sueños inconclusos. Pasto seco al fin es la tarde. Viene la noche. Y aunque un tiempo ya no estemos. Seguirán sucediendo los días como siempre y sus propios afanes que nunca más serán los nuestros. Y lo seguirán siendo por siempre

La Patria

La Patria Barre el abuelo  su cuarto olor a tabaco desde su silla de ruedas Mi madre trajina dentro de la casa en sus deberes sin haber Mi padre poda el árbol de duraznos aun verdes en abril El rumor de las olas en Bacalar Fotografías y el libro La nube hace llover fino El primer beso y los versos Del poema aquel que deslumbro en la infancia La carne asada y el mole Y la música y olores que vienen con el viento La patria amo donde yo respiro y miro A mi madre con quien voy. He dicho.

Tango

Unas palabras acomodadas en mal uso. Un desbordante desequilibrio ya puesto al servicio de la estupidez. Un sueño roto. Dos sueños rotos. Donde la nada hay siempre nada. Es apenas parte de los días. Hay un breve descanso del ser indisoluble. Hay un camino transitado y los vericuetos del futuro inmediato. Todo eso hay. Mientras sucede el vértigo y los despojos van siendo reconocidos bien vale una sonrisa sin mueca. Un salto por la vida y afinar la mirada. Sucede que transitan las horas y hojeo un libro. Siento nostalgia por olores de frutas de mi infancia. Arrié derecho desde una izquierda aturdida y presentida. Arriverchi. Luego vuelvo por el camino a derrotar mi ego. Y mientras tanto la orquesta interpreta viajas melodías de Paul Murriat. Historia de Velche tango

Tirar por la borda

La borda no es un lugar insignificante. Ni recipiente donde se tire lo que no sirve. Es el espacio que nos permite guardar trayectorias cuando se ha cambiado de rumbo, cuando se han "quemado" las naves. Retomo ahora estos apuntes, los del cuaderno. Habían quedado abandonados por las prisas de los días. Aquí he esbozado algunos proyectos y he dejado pistas como semillas del futuro personal. Una idea para desarrollar luego. Parecía que el cuaderno había quedado de lado o que lo había tirado por la borda. Aquí sigo, escudriñando en la vida diaria. En estas mañanas o tardes donde un gato duerme placido a la orilla de la puerta. Donde ladra un perro a la luna de día. Donde suena el teléfono. Y se escucha nítido el hola, el buenos días.