La aguja del pajar

Buscar aguja en un pajar, como querer encontrar las rosas de Aute en el mar. La utopía radiante que se aleja conforme nos acercamos. Escudriñe paja a paja en el pajar. Y nunca habrá manera de encontrarla. El amor se termina en un instante al que nombran felicidad. Aún la eternidad se presiente en la promesa. Los dados han sido echados, el destino. La prodigiosa manera de esperar la luz repartida. El polvo de estrellas en la mirada. El amor es lo que falta cuando está. Mirar todo en la normalidad: el brillo, los buenos modales, la sonrisa plena, la carcajada, la llama en su fulgor, el agua transparente, la lluvia de oro o de estrellas. Mas termina sin la palabra fin, como una espera paciente que regrese el tren de vuelta. La orquídea destaca en la floresta. En la penumbra se asoma la luciérnaga. Pero es la oscuridad rotunda, donde la luciérnaga es el centro de la dicha. Decía, cuando ya no está. Al amor me refería. Todo es azul como de negro. Se cierran abruptas las cortinas. El viento no transporta perfume ni voces. Aparece el gato negro. Encontrar aguja en el pajar es la utopía, como las rosas en el mar o el amor en el vacío de tu flor de roca.

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