Dóciles
Con disposición al matadero, dóciles. Silencios tempestuosos incuban presagios de sangre vertida. Discursos lastimeros ante la tribuna. Palabras de ayes y gemidos de dolor. Así estaban escritas las cartas del martirio. Así mentían con palabras juradas y juramentadas. Canciones hechas trizas, melodías descompuestas. Ante el matadero los animales braman y aúllan (coyotes). Quedan apenas vestigios de vida: rotos, locos. Quedan los momentos sublimes como fotografía en la memoria.
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