Piedra rodante

Me sigue gustando la piedra rodante y lo que con ello conlleva: poesía y música; camino y pasos; agua y sed; sonrisa y asfalto; la vieja máquina Remington, y mi procesador;  la carta que viene de lejos y la que viene de cerca. En lo rodante viaja eternamente el corazón. Y sobre la rudeza de la piedra el asunto es otro.

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