Venid a mi
Vengan a mi los cánceres y las angustias. Pueda yo incarles un diente y espantarlos. Vengan a mi todas las enfermedades y calamidades incluidas esa del mirar pajas en ojo ajeno y no la viga en el propio. Venga el péndulo, el columpio, el ajedrez y la rueda de la fortuna, que algo harán los niños. Vengan los cánceres y la tuberculosis, y con ellos el perdón por las vidas indiferentes, soberbias, las que miran de reojo el escote, minifaldas mientras señalan la puerta de salida al pintor de desnudos. Vengan los que lapidan a las mujeres por angas y mangas terrenales, los que dan de patadas a las hijas del domingo siete.
Vamos a destruir el mundo, empezando por los muros, las púas, las celdas, el pensamiento siervo, el pensamiento cautivo. Que vengan las enfermedades que purifican, alejémonos del odio a la vida.
Vamos a destruir el mundo, empezando por los muros, las púas, las celdas, el pensamiento siervo, el pensamiento cautivo. Que vengan las enfermedades que purifican, alejémonos del odio a la vida.
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