Rumores
Rumor de mar en el concreto; rumor de paz en el colapso; en las grandes concentraciones de borregos y pastores; rumores que suben y bajan de las nubes; que entran en subastas especiales y en ventas de garage; rumores que llevan agua simple y sangre; rumor de pan y estopa, de gasolina y brillo, de fuegos artificiales. Nadie les hace caso. Los rumores se aíslan ante la sonrisa, ante la estocada civil, ante el fruto maduro.
De rumores se apuntan el coche bomba, la insurrección de eunucos, de especies guarecidas de antes del diluvio, de gobernantes con filosofía.
Yo pecador, propagador de oficio.
De rumores se apuntan el coche bomba, la insurrección de eunucos, de especies guarecidas de antes del diluvio, de gobernantes con filosofía.
Yo pecador, propagador de oficio.
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