La carrera

"Corran", dijo el mudo mediante señas. Todos entendimos rápido. había tristeza en las miradas y miedo, sobre todo miedo. En estampida salimos disparados como bala de cañón. Levantamos polvo ya lo lejos se nos miraba como una manada de búfalos. No paramos. Nos impulsaba el temor a lo desconocido, a lo que viene detrás. El mudo, el ciego, el manco venían entre nosotros. Albañiles, carpinteros, profesores, avanzaban de prisa, lo más que podían. Jornaleros, enfermeras, tenderas, proxenetas y políticos. Era de verse. Era de leer en los rostros de la humanidad en la carrera las lecciones de la historia donde quedaron las huellas de la pequeñez del hombre.
Después de un buen tiempo (que eran minutos y siglos a la vez) se empezaron a preguntar entre ellos mismos (ellos donde voy yo mismo) sobre el origen y razón de la estampida. Los búfalos nada saben. Y corren atropellándose entre ellos escribiendo entre paréntesis la historia natural de las especies.

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