A diario

Máquinas para expender palabras con opciones de salmos y poemas. Para expender aprecios con días de oferta por si acaso es necesario. Para expedir constancias de conducta y amistad. Máquinas para la risa. Para los abrazos. Para los sueños. Las nubes.
Yo camino y siento mis huesos y músculos. No me resigno a lo moderno. Un buen día hasta tendrán máquinas para vivir nuestras vidas. Para entregarnos la muerte. Un buen día las máquinas determinarán nuestro destino. Y nadaremos entre cables y diagramas.

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