Cuaderno de Leonor Arrona

Regio es el infinito. Un fluir de la distancia y el eco. Escudriñamos en él para encontrarle su fin. Menuda empresa. En ella nos desgastamos. Inmenso el tiempo. Panorámica imagen donde todo cabe. El hombre apenas un proyecto. Un punto. Su ego es infinito. Su vida, efímera.

Es un dado al aire. Suerte el número que caiga. Como si fuera poco lo que no y el destino. Abres un libro en cualquier página. Y hay una frase distinta que hace tu día. Una esperanza. El manifiesto del destino. Iban por el parque. Y tantas otras variaciones del tema de la suerte. Cuando me escuchas es la salud y la sonrisa. Porque van en tren las voluntades todas. Y hay estaciones de tren para llegar o abordar. El destino es el mismo para todos. Como los paisajes distintos del camino. Vuelan los pájaros por sí o por no. Crece la llama a partir de la chispa. La flor ha pasado a fruto. El pensamiento cautivo se libera. El orden natural de las cosas hizo su parte.

Por así decir. La circunstancia y el azar hacen su parte. Tiempo y geometría en el devenir de las cosas. El ello y el yo. Las palabras. Cada una con su enorme carga de historia. Sus distintos significados. Un discurso elaborado con canela y azúcar. El afán de ser otros. Ego. Reconocimiento. Historias conocidas. Unos versos vienen bien. Como a la moda. Lo que se calla. La incertidumbre del devenir. Heráclito: nadie se baña dos veces en el mismo río. La guitarra y yo no somos los mismos en cada canción. El cuerpo es distinto en cada ola. En cada hola. La sonrisa viene bien. El mismo gato se cruza ante mí. Nos fuimos despidiendo desde antes. De los apegos y las cosas. Para darnos la bienvenida. A una nueva sonrisa. Palabras con nuevas fórmulas. Libros de colores. Canciones desde muy adentro. Por así decir. Vamos naciendo siempre. Porque también vamos muriendo. Mientras tanto. Buen día. Miércoles..

Yo oro. Decía rotunda. Para el despiste y confundirla le pregunté ¿Oras? De orar. No, oro, fue tajante en su respuesta. Creí escuchar loro, dije. Y ella reía divertida. Oro, de elemento. Aclaró. Para estar en la misma sintonía. Dijo libros y su historia personal. Marabunta de enredos. No me entiendes quizá porque sois profesta. Así dice para decir poeta. Quizá por lo de profesor. El caso es que me abrazaba sudorosa. Bruja del mar. Incienso. Mercader. Estatua de los dioses. Menores. Era, aclaro, un sueño. De atar lo loco. Lo locuaz. Yo criaba conejitos y ovejas en el campo. Contaba, más bien por eso del dormir. Soy solo un pastor, dije. Saltábamos en sueños. Como debe ser. La historia, la histeria. Y los poemas tirados por el piso. Soy de lenguas muertas, repetía.  Y aquí anda rotunda entre los sueños. Casi se desmaya al llegar a la explosión del universo. Coincidimos en café. Eso eres, dijo. Mi profesta. No olvides el loro verde. Me sacaba de quicio. Eran los sueños. Y cada quien por s

Me han pedido cuentas. De mi pasado. De lo que escribo. Lo que sueño. Y guardo silencio. Y pienso. Pienso en lo que pudo haber sido. Si la esperanza la hubiéramos dejada colgada en la pared. Y abandonada en la casa vieja. Doy cuenta de todo. Del plan que hicimos hace más de mil años. Fuimos los mismos. Con enormes ganas de vivir. Intensas maneras de acometer la vida en el presente. Doy cuentas de lo que no amé. De lo que no escribí. De aquellos años con la mirada en la luna. Olvidado de lo alrededor.Me han pedido cuentas. Y el silencio no basta. Si acaso humo. Para alejarnos de esa nostalgia que nos abraza casi hasta ahogarnos. Levantamos banderas blancas. Entrecierro los ojos. Y el sol se hace presente.

Transitar la vida en el ahora. En el porvenir. Un gato negro pasa por debajo de la escalera. Efecto directo. En el café París la charla. Un sueño. Panes. Planes. Hay elementos de vuelo. De sueños. Una hoja con poema. Un dibujito. Y la sonrisa alada. El libro con páginas dobladas. A mí manera. Es común la diferencia. Y el tanto tiempo de tantos años. Las tantas circunstancias. Y coincidir en un punto. Tiempo y geografía. La imagen es también común. Las palabras hacen la diferencia. Pintas sonrisa en el ambiente. Y en el espejo te reconoces. A mi manera he escrito historias de otros tiempos. Que son a la vez otros sueños. Como la vida misma.

Miro y admiro un colibrí. Busca la miel entre las flores. Revolotea. Hay claridad en el nuevo día. Lo alumbra tu sonrisa Digamos la sonrisa de todos. Oigo un pájaro carpintero. Anidan pájaros en mi cabeza. Y cantan. Bienvenido el domingo. Con esa claridad de ojos sol. Vamos hacer costumbre la claridad. Los buenos deseos de salud y dicha. Un suave viento. Una nube pasajera. Y los libros. Dame un café y las galletitas de siempre. Coincidamos. La luz .

Estimados maestros todos, en las distintas responsabilidades dentro de la noble tarea de educar para la vida. Les agradezco a todos su presencia en este foro educativo. Y a nombre del Secretario de Educación, Maestro Angel Solis Carballo, me permito hacer unas reflexiones sobre el tema de la educación. No hay mejor proceso social que mejore al hombre y a la sociedad, que la educación. No lo hay. Esta es una verdad de Perogrullo. Es decir, todos lo sabemos. Y en esa linea afirmativa creo firmemente que podemos siempre hacer algo mejor nuestro trabajo. No nos conformemos. Para bien de todos, el objetivo central es que a nuestros niños y niñas, a nuestros jóvenes, los formemos como buenos ciudadanos. Quizá solo egresados de preparatoria, pero buenos ciudadanos. Quizá profesionistas, pero buenos ciudadanos. Por qué reitero lo de buenos ciudadanos. Porque la sociedad requiere hombres y mujeres con valores, colaborativos, solidarios, fraternos, que conozcan y ejerzan sus derechos, que se

Soñar es equivalente a volar. Sin distancia, ni riesgo, es aventurarse para ver lo que sucede. Es flama. Es es llama. Hacer frenético el ritmo. Como propio. Es adentrarse en el sol del universo. Y cortar pétalos a la margarita.

Desde la montaña. Vi con ojo de águila. La vastedad de la naturaleza. Verde y azul. Plásticos.  Suele ocurrir que salgo a caminar. Y me entretengo en lo que veo. Formas, colores. Escucho ruido, palabras, cantos. Plásticos. Un domingo en la mañana. Acudí  con el oftalmólogo. Usted tiene plástico en la mirada. Me dijo. Y no se cura fácil. Fue cuando desperté. Ahora evito utilizar el  plástico. Los popotes. Y así seguimos.

Se entregó a la muerte. Esta dijo:  "no es tu momento, sé feliz. Me llevo principalmente a los muertos en vida".

Esperamos suceda algo. Lo que nunca. Para darle sentido a la vida. En esa espera se pierde el tiempo. Esperamos que pase el tren donde no hay rieles. Ni estación. Esperamos que la montaña venga. Que la luna caiga. Que Dios baje. Y redima. Menudo problema. Esperamos cosechar sin siembra. La lluvia sea de café. Polvo de oro. Esperamos encontrar oro en la calle, no valores. El amor sin saber amar. Que aprendamos a ver sin mirar. Y en esa espera esperamos ser otros. Muy distintos. Felices sin construir. Cambiar de mañana ayer. Que la gula no sea mortal. Comer sin trabajar. Llegar sin caminar. Estar sin ser. La espera no es esperanza. Haz tu parte. Dios no trabaja por jornada. Ni endereza camellos. Ni da limosnas. Ni detiene guerras. La manzana sigue siendo roja. La buganvilia rosa. Y sucedió ayer la vida que esperamos mañana.

Creo. En el libro. Sobre liebres si. Pescados amorosos. Carnada, si. Creo. En la eternidad marco de los amores de películas. Donde aparece la palabra fin. En el camino de polvo. Por donde hemos de transitar. Más temprano que tarde. En la gota de agua. Donde se refleja todo el mundo y el micro cosmos. En la manzana mordida. Que hemos guardado para si. Por si acaso.

Licor o poesía. O mezclados. Lo importante es la ebriedad. El salir de la rutina. Reír como loco. Admirar las flores. Y cantar. A todo pulmón. O en lo bajito. Dormir cantando. Ebrio por el elixir del vino o las palabras. O mezcladas. Aquí me pongo a cantar. Para mirar de soslayo. Los árboles moverse. En sentido contrario. El polvo es mi destino. Y cuando voy por el camino canto. Y entre la polvareda. Quisiera saber esos quiénes son.

Calla. La imagen me conmueve. Luna en creciente. Desde otra geografía la miras. Miras y admiras. Y escribes lo mismo.

Tirano el tiempo. Marca pautas. Momentos. Te deja correr como pez con anzuelo. Y luego poco a poco va jalando. Hasta que te saca del agua. Y tratas de jalar aire. Mas es demasiado tarde. Me abraza y me sofoca. Luego me suelta. Para que me asome al espejo. Y sonrío. Tirano. Dictadorzuelo. No hay vuelta atrás cuando te deja. Y no te espera para ponerte al corriente. Me lo he encontrado en ciudades viejas. Promontorios o montañas. Dejando huellas de su paso. Dimensión que no existe. Dios mismo que juega a los dados. Tirano el tiempo. Nos va dejando. Nos deja.

Libera el alma. No equivoques tu destino. Baila y canta. Que la vida es apenas un vals que un día termina. No hagas las cosas siguiendo indicaciones de quien te juzga. Sigue riendo. Aunque el corazón se agriete a veces. Por las desavenencias. Con quienes piensan cuadrado. Si al fin de todo el destino es el mismo. De todos los seres vivos. Que tienen como requisito el vivir para la muerte. Escribe si bien te place. Y admira la flor. Toma café suficiente. Y monta en el unicornio. Que en sueños se aparece. La vida nos llegó sin manual de usuario. Así que vamos probando de día en día. Aprendiendo de los errores. Y comprendiendo que la derrota es el mejor camino hacia el triunfo. Que es lograr al final de cuentas, tranquilidad y paz. Que se manifiesta en hablar franco. O en guardar el necesario silencio. La mañana empieza. Y nos vamos cantando hacia las horas esa canción de Pablito: "que la belleza te elija; que la bondad te defina. Por siempre la felicidad conserve en ti esa sonrisa&q

A la mano una guitarra y un six. Algunas canciones viejas. Las únicas que sé. Para ambientar la charla. De los tantos recuerdos. De las ideas ahora cuando grandes. Algo lentos. Soñadores conspicuos. En resistencia para dejar de ser lo que fuimos. Con el pantalón mezclilla. Y leyendo algunos textos. Si los ojos lo permiten. El cansancio. Y escribiendo que escribimos. Como si escribir fuera una necesidad. Que lo es. A veces. Y hablar de canciones. De aquellas caminatas. De aquellos caminos del norte polvoso. De aquellas calles encharcadas cuando la lluvia. De aquellos hielos callejeros derretidos por la risa. De nuestros padres piel canela. Del capitalismo rapaz. De las anécdotas que no terminan. Y siempre aparece la carcajada de Joel. La plenitud tierna de nuestra cara amiga Carol. Las enseñanzas del Feroz. Los tantos rostros de la amistad. De ese río Bravo. (Deja que cante Rigo. deja que cante la rondalla de la escuela. Que nos alegre. Que sea el soundtrack de nuestra película). De la

De ellas, ellos -siempre responsables- tengo los mejores recuerdos. Desde el de primer grado de primaria que traía siempre su libro de canciones. Hasta los de universidad que lograron viéramos el mundo de otra manera. Nos dieron una lógica para el pensar. Una estética para apreciar la belleza de la vida. Una ética para el bien ser y el bien hacer. Para tener elementos en el intento de ser mejores.   Cuento mucho lo del maestro Raúl Torres Torres, de civismo en secundaria. Que nos dijo sobre la tragedia de nuestro país: “cada seis años tratan de inventarlo de nuevo. Un eterno comienzo sexenal”. Del maestro Filemón Salazar Jaramillo que nos hacía creciera nuestra imaginación al platicarnos el nacimiento de la ciudad de Roma con la loba que amamantaba a los gemelos Rómulo y Remo. Y el maestro Héctor Martínez de quinto grado que me enseñó a construir la visión de mi futuro: “¿Quieres vivir como viven tus padres en la pobreza? ¿No? Entonces tienes que estudiar, aprender y sacar siempre bue

Hemos  coincidido. Coincidiremos. Aún tenemos tiempo. Que se nos va de tan rápido. Y no sabemos cuando se ha de interrumpir. Abruptamente. Ejemplo del amigo que se fue hace poco. Tan cruel. Ruines. Preciso por eso. Aclarar lo del tiempo. Con vida tenemos tiempo. Y la conciencia que no es eterno. Se escuchan voces que nos llaman. Luego silencio. Esa risa como tarjeta de identificcion. Esos buenos deseos de salud y dicha. El caso es que el mejor tiempo es el presente. El coincidir en ese café. Esa esquina. O en los sueños, suele suceder. O coincidir en el recuerdo aún sin que el otro lo sepa. El recuerdo peregrino. Pájaro de las cien voces. Tu tiempo y el mío es el presente. Anide aquí la esperanza. La sonrisa. Ah.

Si puedes ser, sé. Más alto a costa de nadie. Más rico sin explotar a nadie. Si puedes ser más hábil, no humilles a nadie. No doblegues a nadie. Si puedes ser más inteligente, más listo, más rápido, no lo seas a costa de otros. Si puedes tener más, no lo quites a otros. No seas más grande empequeñeciendo a otros. Si puedes reír no sea en venganza del triste, del humilde. La vida es una. Y la competencia es grande. No disminuyas a nadie para que tú seas grande. Ama. No a costa del dolor. Construye tu felicidad con tus propios ladrillos. No quites. No obstruyas. No disminuyas a otros. No los miniminices. No ignores. No seas indiferente.  No aplastes. Entonces. Serás realmente grande. Como uno. Como todos. El más humilde será ensalzado. No hay más. El panteón recibe a todos por igual.

Ayer enterramos a un amigo querido. Humilde maestro de escuela. Ya jubilado. Lo mataron a mansalva. De nueve balazos. Para quitarle su carro. Nuevo. Que importa si se resistió o no. El caso es que lo mataron el 8 de mayo. Lo enterramos ayer. Entre lágrimas y aplausos. Porque era un hombre bueno; sencillo y humilde. Jugaba futbol. Y muy bien. Prefirió el destino demaestro primaria. Que el de la aventura del futbol profesional. Mas siempre jugó. Lo enterramos ayer. En el panteón de la misma comunidad a donde llegó en 1979. A donde llegamos ese año. Él nativo de Monterrey Nuevo León. Yo de H. Matamoros Tamaulipas. Del mero norte. Y nos hicimos hermanos. Como hermanos son los amigos. Trabajaba de taxista. Ahora jubilado de maestro. Y dondequiera lo conocían., Por maestro, por futbolista, por taxista. Se ha ido un hombre bueno. Un hombre sencillo. Un excelente ser humano.

Has muerto camarada en el momento injusto. Donde no corresponde espacio alguno. Más que la rabia. La impotencia. Aúllan los perros del mal. Sin rencor. Ni pensamiento. Has muerto cuando mayo se explaya en colores. Y tu sonrisa fue del logro en la vida. La satisfacción de no hacer daño. Regar las plantas por las mañanas. Y hacer rodar el balón en el campo Jugar permanente en la vida. Que dolor., que pena. Que vergüenza desatados los demonios. Que soledad te alcanzó. Dame tu mano. Hermano. Tienes ahora un jardín nuevo. Con rosas y magnolias. La vida es un trámite de la nada hacia la nada. Un hasta pronto. Hermano. Camarada.

Has muerto camarada en el momento injusto. Donde no corresponde espacio alguno. Más que la rabia. La impotencia. Aúlla ante los perros del mal. Sin rencor. Ni pensamiento. Has muerto cuando mayo se explaya en colores. Y tu sonrisa fue del logro en la vida. La satisfacción de no hacer daño. Regar las plantas por las mañanas. Y hacer rodar el balón. Jugar permanente en la vida. Que dolor., que pena. Que vergüenza desatados los demonios. Que soledad te alcanzó. Dame tu mano. Hermano. Tienes ahora un jardín nuevo. Con rosas y magnolias. La vida es un trámite de la nada hacia la nada. Un hasta pronto. Hermano. Camarada. Cantaremos. Y luego una cáscara entre las nubes.

Si nadie se baña dos veces en elmismo misterio del río. La guitarra y yo somos otros cada vez que nos tocamos.

Hemos de encontrarnos más temprano que tarde. Escrito está en el destino de los azares. Porque es justo , preciso y necesario. Porque los plazos se cumplen. Porque no hay casualidades. Causas de la causa. Hemos recorrido tiempo y espacio. Hemos coincidido en sueños. Y hemos escrito nuestros nombres en la arena y el Viento. Hemos escrito nuestras fechas en la piedra. Destinos al fin de palabras. Hemos de encontrarnos antes que muera el último de los hombres. Y hemos de reconocernos por la mirada. Hemos de encontrarnos polvo de luz,  de agua, polvo de vidrio y estrellas. Porque estás en todo lugar y en todas partes.

Se accede a sueños con pasaporte de imaginación. Se sueña con bienestar y amor. Con música. Con lápices, libros y colores. Con bicicletas. Barquitos de papel. Con los que ya no están. Con agua y sol. Se sueña en un mundo mejor. Palomas de la paz. Canciones de navidad. Boleto para viajar. Pista para bailar. Cama para danzar. Parque para jugar. Se sueña con el ajedrez. Con papalotes en lo alto. Cartas por escribir y lanzar al mar. Hay sueños de soledad. De querer escapar. De soñarse desnudo. De caer y caer a otra dimensión. Con perros rabiosos que encajan colmillo. Con serpientes alrededor. Se sueña con dolor. Con pena y pan. Con el cabello largo de mamá. Con  ríos secos. Con morir y vivir. Con los patines de la infancia. Se sueña en soñar. Y si la vida es un sueño. Entonces vivir.

Vigilia es tener la mente disponible. El caos se ordena. Las ideas fluyen. Y la risa se hace presente. Es vibración de luz. Insomnio es querer dormir y no poder. En cambio vigilia es tener conciencia de la vida. De la oscuridad y la luz. De las palabras. La humedad. Miro a través del velo. Miro de aquel lado del prejuicio. Lo que acecha. Vigilia es contar con uno mismo. Con los que mantienen viva la esperanza. Vigilia es confiar. Unir el tiempo. Tener conciencia a plenitud que nos estamos siempre despidiendo.

Si nada garantiza el amor, cuando menos que en la vigilia algo nos entretenga. Y es allí donde se acomodan los recuerdos. Los sueños del porvenir. Y ese dolor de aguja que hace extrañar el placentero y callado sueño. En la vigilia hacemos recuento. De lo que fue. Y no es más .

La soledad tan sola. Con un silencio atroz. La nada alrededor y en giro permanente. La vuelta al mundo. El halo de luz. Las células en búsqueda. Imán de la sabiduría. Experimento permanente de Dios. La alquimia poderosa de todos los tiempos. El porvenir unido al pasado. Las contradicciones. La ética del ser. La prueba. La soledad vertiginosa en vorágine. Crisol de vida y muerte. Anulaos ante la persistente gota de agua. La piedra cede. De pronto la barbarie. Los aullidos. Los gritos todos. El aluvión de miradas con fuego. La caverna iluminada. Inservibles las enseñanzas de los libros. La libertad acorralada. El sueño terrenal. El animal erguido. La caravana de la civilización retrocediendo. Entre la frontera del grito y los sonidos guturales. Las campanas a repique. Las voces todas unidos en la plegaria de muerte. El baile de la muerte. Dos ojos miran los miles de ojos como piedras al rojo vivo. Dos ojos que pierden la noción del tiempo. La soledad más sola. De pronto la luz. Y el gri

Ahora río. Ahora mar. El agua está clara. Y me pongo a cantar. El camino ha sido largo. Y poco nos ha de faltar. Mientras tanto la vida sigue su andar. Ahora río. No es lo mismo que mar. Anduve en lagunas claras. Canté a flor de piel. Tomé un fruto. Escuché cantar. Pájaros en su vuelo. Palomas por arrullar.  Ahora río. Mañana mar. Olas vinieron. Garzas en playa. Arena. Y fuimos risas. Palabras alegres. Y poco dormimos. Nos dedicamos más a soñar. Ahora río. Ahora mar.

No quedó tu nombre en ninguna obra. Entre rascacielos, casas y escuelas. Pasaron tus días. Desde su origen y fin. Cuando alzaron la copa para brindar. O el corte del listón. Tú ya estabas más allá del olvido. Qué importa. El paso del hombre es volverse polvo.