Hoy voy a la ciudad

Hoy voy a la ciudad. Un camino soso. Polvo. A mi paso miro degradado cada vez más al hombre. Aullidos, gemidos, gritos. El aquí y ahora del consumo y el lucro. Las prisas. El concreto. Calles oscuras, aún de día. Páramo sin árboles. Desierto de valores. La ciudad es la antesala del holocausto. Es el apartheid crudo. Carne magra, lacerada. Mirada lánguida. Látigos. Lujuria por oro. Muro de lamentos. La ciudad es una incubadora de huevos de serpiente. La esperanza en calabozo. La utopía amenazada. Hoy voy a la ciudad. Porque es un rito en el peregrinaje de la vida. Voy de ida y vuelta. Compra de víveres. Algún libro como estampa de colección que falta. Voy a la ciudad. Mil veces arrepentido. La ciudad  es solo, y apenas, espejismos. Muestra de la derrota del ser humano. De lo efímero, además.

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