Quizá por ser mayo

A veces. Sucede a veces que me muero y despilfarro el aliento. Esto suele suceder cuando amanece sábado y no le encuentro sentido al domingo. Y es a veces que los días tienen el divino encanto de no existir. Es cuando me sumerjo en las lecturas del fin del mundo y de los enanos vaporosos que sueñan con aumentar un centímetro de estatura. Por lo demás no pasa nada de lo normal: un gato negro pasa bajo de la escalera y no es martes 13. En mi día de suerte encuentro un retrato de mi madre. Quizá por ser mayo. No le sé.

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