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Mostrando entradas de agosto, 2018

No he dejado de soñar

No he dejado de soñar las tardes maravilla. Allí se va el tiempo en esmeralda o zafiro. Flores, por ejemplo. Y el pasto verde en el bosque. Los sueños son los anhelos. De lo que se pierde o nos sigue. Hemos escrito palabras en el aire y construido ahora ya viejos castillos feudales. La sonrisa va más allá, a donde la palabra Y es llave para los encuentros poetas del mundo uníos. No supimos la respuesta. Los pájaros cagaban la cabeza de la estatua. Y la quitaron. Tiempos modernos y difíciles. No he dejado de soñar. Hábito la utopía de La Paz. Cese la educación social para el lucro, la mentira, el engaño. La urraca o mariposa vale lo mismo que la piedra. La rana salta. Y ese mecanismo justifica la poesía o el vuelo. O el canto. No he dejado de soñar. Cuando despierto lluvia. Enfrentó al plástico. Albañales. Por eso la garza vuela. Pararse en una sola para. El equilibrio en la sonrisa es la utopía. Y que todos los niño coman bien.
Pienso en otras cosas. Otros temas. Y estás tú. A dicha plena las palabras. La sonrisa. Y la mirada de luz brillante en la  pupila. Pienso en la filosofía de Grecia. En poetas latinos. En historias de Roma. Y estás tú. Sé que por bien y no por mal. O por Mar. Modalidad de genio de lampara. O modo de vuelo.. es acaso la Ventura de saberte cerca. O la desventura de lejos. El poema es real. El libro de arena y sol. Y estás tú. Porque estás en todas partes. Pienso en otras cosas. Y apareces tú. Que genio tiene convenio contigo. Trato de juego. Para hacerte  aparecer en luz cuando la oscuridad. O en vino o agua simple. O a esta justa hora del silencio. Un Dios que no me olvida. Que me da otro día. Otro anhelo. La salud. Y el pensamiento y las palabras.  Los libros. La guitarra. Que siendo una. Nombró a todas. La noche es un modo de danzar del universo. Modo de viajar a los confines. Despertar es la Conciencia que existimos. Tú, yo. Todos. Y que el universo es más grande que l...

Vuelta de tuerca

Vuelta de tuerca. El día ya pasó. El de los manteles largos y la sonrisa fuerte. El pasado es el agua bebida. Tengo sed. No nos vemos. Es real. Las cartas han sido escritas. Ron. El cometa en el aire. Y los versos a la patria. Vuelta de tuerca. Los besadores seriales vuelven a la escena del clima. El poema de Neruda en los bolsillos. El libro aquel en la nostalgia. Vuelta de tuerca. No hay nostalgia. El eco en la montaña. Nos fuimos en paz. Ni en sueños dimos cabida al olvido. El futuro fue la esperanza de mejores historias. Pluma de ganso. Tinta savia. El hecho concreto es la manecilla del reloj en movimiento. La palabra citada. El sueño alto.

Entrada

Entramos. Sin mayores datos. E iniciamos el viaje de sorpresas reiteradas. Una bienvenida de invierno. Frío y lluvia. Calor al interior de las casas. Entramos en primavera también. Las rosas florecían. Magnolias y orquídeas. Había palabras de todo tipo. Nos dijeron de lagrimas por caramelo. De angustia por dejar el juego. Y el juego era la vida. Hubo magia de verdaderos magos y magas. Para aparecer tortillas y conejos. Entramos a la fiesta sin saber que era fiesta. La descubrimos ya avanzada. Fiesta de la amistad. Los abrazos. El rito de la caverna. Las palabras domadoras de hambre. De bestias fantásticas. Creadoras. Y saboreamos él te de la vida. En miradas. Rosas. Todos hermanos. Utopía. Descubrimos la luz al otro lado de la barda. La encendimos en uno mismo. Y nos avisaron que estaba cerca la salida. Y leímos entrada. Era la entrada. Y así.

Ayer escuchaba

Escuchaba. Ayer. Entre llantas en freno y claxon. Y una lluvia pertinaz coherente con la vida. Que me jalaba a nostalgia. Escuchaba un disco de Serrat. Esa voz de arena de los70. Siglo pasado. Cuando entre azul y rosa desfilaban los sueños. Llovía. Y barquitos de papel y plásticos hacia la coladera. Niños pidiendo en la calle. Mojados. Y yo con canciones de Serrat. Historias conocidas de uno mismo. En el frío invierno del norte. En esas tardes secas, polvosas, ausentes. En esas calles de tranquilidad entre poemas escritos en papel revolución. Un futuro vertiginoso. Un presente efímero. Y un pasado en los libros de historia. Escuchaba a Serrat como el soundtrack de la película. Versión de nosotros y el Olimpo en hojas secas. Esas miradas permanecen. Esos anhelos de ver de frente. Sueñes alto. Bienaventurados. Luego silencio atroz.

Y sin embargo

Y sin embargo ha pasado un gato negro frente a mi bajo una escalera. Y he caminado bajo la lluvia cantando una canción del recuerdo. Anduvimos adustos o sonrientes, depende el caso, la emoción, el momento. Y fuimos caminando hacia ese incierto futuro que se convertía de pronto en presente. Y sin embargo (interrumpido)

Constancia

Se hace constar. Que la vida es efímera y bella. Entre sueños y anhelos se fue yendo de a poco en poco..Palomas en mi pecho. Canciones en la radio. Y cometas cerca de las nubes. Conste el registro de miradas. Y los viajes en carretera. Pan caliente. Dulce. Y el encontrarte a la vuelta de la esquina. Con Dios. Que te interroga de razones para la felicidad. Perturba la turba. Con sus ruidos. No estemos. Conste. La ciudad se renueva. Y llueve. Entonces la nostalgia se apodera de las manos. Y se describen películas. Recordad la canción más bella del myndo. De nuestro mundo.. hacemos constar del miedo, la ira. Asimismo el amor, La Paz, la esperanza.  Pienso en la oruga y la mariposa. Constancia del vuelo, del anhelo. La vida es apenas un sueño. La pesadilla es despertar. Perder en los dado a de la vida.

Estás aquí

Estás aquí. En la palabra. En el ojo del buey. Llueves y te siento. Hierve el chocolate. Calienta el sol. Y te siento. Tomamos café. Y charlamos de recuerdos. De canciones. De libros. Salta una liebre. Y sonríes a causa de las casualidades. El poema lo leímos el mismo año. Del mismo libro. Y era rosa melón. con su espina. Y el viento. Estás aquí. En el lugar preciso, el tiempo preciso. Nos vimos en otra vida. Y nos citamos. Coincidir. Aquí es todas partes. Algo tan general. Por eso el coincidir tiene mayor mérito. Mi madre me llamaba Dan Antonio. Enojada. Llovía. No te mojes, te enfermas y vas a ver. Aquí era la casa. La escuela. El campo común en el barrio. En el río con peces de colores Nos encontramos. Y en la luciérnaga. Estamos aquí. Porque mi gusto es.

Cuando la muerte llegue

Cuando la muerte llegue, no os espantéis. Tocará muy suave la puerta. O abrirá sin llave. Para cumplir la cita. Quedarán pendientes, de tanto amar la vida, esos apegos al color y al ritmo. A la belleza total. Más la muerte llega e interrumpe. Los árboles queridos. Las manzanas. Las guitarras. El perro. Dormirán la ausencia. La muerte baila un vals con la vida. Se alternan amadas. Como la noche y el día. Queda el ajedrez con sus piezas intactas y las infinitas jugadas. Libros algunos aún con celofán. Y algunos prestados que nunca volvieron. Quedan las fotografías. Y el último discurso por escribir. Las palabras no dichas. Los abrazos y besos no dados. Las cartas en ruta al mar. Y los mil perdones que no pedí. Todo a causa del orgullo. Por estrenar cada mes los guantes de box. Cuando la muerte llegue me encontrará en paz. Aunque reconociendo con cierto reproche que no hice más. Y que tuve tiempo. Amar confundí con querer. Soñar con dormir. Estar con el ser. Habrá que ver si el balance me...

Es magia

Es magia. Recordad. Los tantos idiomas. La manera distinta como las neuronas lanzan los impulsos. Para el significado igual con sonidos distintos. El vuelo perfecto y el canto melodioso de las aves. La bella mariposa con origen de gusano. El gran mural total con movimiento. La empatía entre pocos  siendo los  tantos. En todas partes. La semilla que germina con humedad y sol. El viento levanta polvo y falda, mueve cabelleras. Y la exacta canción que cuenta de tu vida como de otras. El exacto gravitar de satélites y estrellas. Yo hablo del tiempo. De nosotros y los otros. De la flor tuya y nuestra. Mortales al fin. De la música y poesía. Con ese ritmo de cadencia. El agua y el color. Es magia. El encanto de estar y con la conciencia del ser. De saberse pequeño en la magnitud. Y grande en el dar y servir. Es magia la verdad. La sonrisa. El eslabón. La sangre en circulación. Con la savia vital. Y esa unión. Que hace estallar el universo. Es magia el coincidir. En tiempo. Circunsta...

De eso se trata

De eso se trata. De vivir a plenitud. Hasta el último instante. El último suspiro. De encontrarle sabor a la vida. No a miel. O azúcar con limón. Sino al sabor de la vida. Que mueve a escuchar. A sinreír. A decir la palabra necesaria. No las palabras sin ton ni son. Se trata de sorber sin popote la savia de la vida. El néctar de la vida. No de leer tantos libros como una carrera sin sentido. Año encontrar los que te hacen vibrar. Para luego recordar el verso aquel. El beso aquel. Recordar el personaje de la historia que camina como tú. Piensa y sueña como tú porque tú eres personaje. Ahora llueve. Por ejemplo. Niño, no te mojes. Y adrede te mojas con la lluvia.. vivir la vida es soñar. Anhelar. Suspirar. Morder el fuego. Y sacar chispas de la piedra. Corazón de roca. El Concierto de las aves. La chicharra. De eso se trata. De sonreírle y guiñarle un ojo a lamerte. Divertirse con la seriedad de la gente. Y saltar como rana. Vivir la vida es meterte al infierno con Virgilio. Jugar a las ...

Luis Felipe El Caballo

Falleció Luis Felipe Correa Sanchez, más conocido como el Caballo. Eso fue el jueves y el sepelio fue ayer 17 de agosto, en Santa Rita, Cárdenas. Fue muy concurrido el acompañamiento a su familia: Deisy;  sus hijos Lumi, Rocío, Luis Felipe, Miguel e Irán; sus nietos. De los golpes más duros que reciben las personas, la ausencia de un ser muy cercano y por lo tanto muy querido, es uno de ellos. Luis Felipe El Caballo tenía voz de trueno. Parecía que estaba enojado aunque se estuviera riendo. Grande de estatura, sobresalía aún sentado entre sus amigos. Y grande de corazón, por lo buena gente. Sus actos diarios eran siempre de buena fe. Muy respetuoso en su trato. Cuando tomaba ( tenía muchos años que no) con sus amigos, ya de grande, ya casado, ya con hijos, y le avisaban que venía su padre, Don Orbelín, se levantaba presuroso, escondía la botella o cervezas, se cepillaba los dientes, y recibía con júbilo a su papá. No tomaba delante de él. Ni de chiste. Tabasqueño en todo su ser y h...

Instrucciones para matar una gallina

Primero se agarra la gallina, corretiza de por medio. Luego tuércele el pescuezo. Como al cisne del poema de Enrique González. Doblarlo así. Luego la gallina pierde fuerza, no respira. Y se desgüenza sola. Otra cosa es darle respiración boca a pico. Pero para qué. Con qué lícito fin. Si el asunto  es el caldo. Lección 1.

A veces converso

A veces conversó con los muertos. Me desvelo y me hacen reír contándome los mismos cuentos. Mi madre me platica de los abuelos. Y me abrocha algún botón lo resuelto de la camisa. Mi padre me antorcha las cuerdas de los zapatos y me lleva a la escuela. Es tan real el sueño. Que me agrada aunque yo mismo no lo comprendo. El abuelo Jacinto con quien nunca platiqué ahora lo hacemos. Y me enseña algunas lánguidas notas en su armónica Horner. A la que cuida mejor que a sus ojos. Los muertos cobran vida en los sueños. El maestro filemon sigue en su platica de historia entre Alejandro Magno, romanos o griegos. Don Frankiln el vecino estrena camisa nueva por navidad regalo de sus hijas. Y mi cuñado Ernesto escucha los corridos entre las nubes y el cielo. Y sigue en sus charlas de la vida en el norte. Mientras calentamos las manos en el bracero de invierno. Tostadas con salsa. Historias viejas y nuevas. Y el Gordo Villela contando historias del Baco en las rancherías de cuando las brigadas rural...

Don Juan

A veces me siento un Don Juan. Sucede cuando  corto el pasto. Mi padre, Don Juan, era jardinero.

Letty Chavarría

Hace días cumpliste años, Latty. Y andaba tan a las prisas. Que no quise felicitarte tan así. Sino un escrito mejor. En el que las palabras se sumen a la algarabía de tu sentir. Por un nuevo cumpleaños. Que siempre es motivo de fiesta. Entre familia y amigos. De fiesta del corazón. Por la salud y y las sonrisas. Esas que nos acompañan. Como muestra que disfrutamos el caminar. Entre el trabajo de escuelas.  En su momento. Y en el trato diario con la familia. Sonrisas y palabras. Siempre de buena vibra. Recuerdo bien de tu forma de ser. Desde cuando la Normal. De respeto y alegría. De respeto para ti misma y los demás. Y de alehría. No de la ruidosa alegría. Sino de la tranquilidad en el rostro. Bien contigo misma. En el deber cumplido. Que de siempre te ha acompañado. Yo te agradezco esa invitación en el 2014 noviembre. Para charlar en tu Valle querido sobre temas que son mi razón de navegar. La palabra. Los libros. La educación. Y tú muy motivada  en la promotora cultural. Tam...

Feliz cumpleaños Caro

Cara Caro. Aquí toco a tu puerta para encontrarte nuevamente. Hoy que es tu cumpleaños. Que es ocasión y pretexto para reír y decir nuestras palabras. De las que dice el corazón. Sobre esos chicos que fueron y siguen siendo risueños y que el corazón goza en los recuerdos. Donde seguimos los trayectos. Siempre con la esperanza que nos vaya mejor. Y ese ser mejor refiere a felices con lo poco o medio que tenga uno. Siempre acompañados en la amistad. Y con motivos de sonrisa. Esos niños que te conocieron. Esos niños a quienes tocaste con tu mirada amorosa. Y que les hiciste saber qué hay condiciones y hay destinos. Y que ese destino en parte depende de nosotros. De encontrarnos con la belleza de la vida. En la solidaridad. Las palabras. La música. El arte en general. Cumples años. Motivo de fiesta. De sonrisas. De saber que seguimos de paso. Y que no vale la pena perder el tiempo en iras, odios y envidias. La vida en las condiciInés específicas nuestras nos ha dado estas oportunidades de ...

La niña buena

La mamá entró con sus cinco hijos a la tienda. Andaba de buenas. Agarren. Entre golosinas, que escogieron los otros, la niña, de cinco años, fue al área de frutas y legumbres y agarró un pepino: la maestra nos dijo que no comamos comida "chatada". Que nos hace daño.

Único y genial

Eres único y genial. Le dijo ella. Y le regaló un afiche tridimensional, con ese mismo mensaje en letras bellas y lo puso en su solapa. Él, muy contento,  se sintió único y genial. Volaba casi. O sentía caminar como flotando. Luego encontró una nota de venta que ella descuidó en la mesita de centro. Concepto de compra: un mil afiches con la leyenda: eres único y genial. Y con el sello de PAGADO. Lindos los afiches.

Tarde de jueves

Tarde de jueves. Y el crepúsculo alegra la vista. Ese sobreponerse de lo oscuro sobre la claridad. Algo de viento y lluvia leve. Tomo café. Canta el techo de zínc. Monótono. Rítmico. Armónico. Y es una belleza la vida. Circunstancia de tiempo y lugar para el recuerdo. De miel. Las palabras en dichos para hechos. La vida era eso. Esto. Aquello. Un suceder del tiempo. Un alternar luz y oscuridad. Canto y reclamó. Ausencias y presencias. Y la frase aquella de polvo eres sonaba lejana. Sueña lejana aún. El café se disfruta. La risa que resuena y acompaña al corazón. Al ojo en el vislumbre de hechos no sucedidos. Que pasaran. Como la flor a fruto y este a polvo. Estamos y no. Y es jueves. Y es tiempo. Y es vida.

Memo

Hoy cumples años,  Memo. Guillermo Morelos Villegas. Y le saludo con mucho cariño. Casi desde niño lo conozco. Por esas inquietudes de familia con Chela y Morelos grande. Esa solidaridad. Ese júbilo por la vida. Esa conciencia. Esa alegría y esperanza. Esperanza de un mundo mejor. Y hoy que cumples años te abrazo desde lejos. Por donde andes. Porque sé que sigues las imborrables huellas que yo intento seguir. También. Celebra hoy. Sé que trabajas y celebras en el gozo interno del deber cumplido. Esa ética de la responsabilidad. Que tiene que ver con el ejercicio de la profesión. Más también como persona ante las personas. Solidario. Y como parte de un grupo. Un abrazo fuerte. Y reitero mi cariño a cada uno de ustedes. En la memoria Del doctor Guillermo. Y en la vida tuya. Memo. Mi hermano.

Felices los normales

Felices los normales. (Tomo de ti, Retamar) Los que no comen sapo o zarigüeya. Ustedes a quienes ponían estrellitas en la frente en preescolar y primaria. Los altos, rubios, ojiverdes. Felices los del triunfo, la suerte o la fortuna. Los que escribieron bien a bien los enunciados con sujeto, verbo y complemento. Felices los que reciben regalos en su cumpleaños  y les organizan fiestas de máscaras, sin máscaras. Los que van a fiestas. Los populares. Los que echan palomazo. Los que llegan a tiempo y se retiran a tiempo. Los triunfadores. Los de la primera fila o lugares especiales. Los sanos. Los santos. Los robustos. Los que hacen dieta. Felices los que se aprenden de memoria cualquier canción. Yo no deseo lo que los otros desean. Las máscaras y puñal de la traición siempre son reconocidas. Hay un nombre. Tres máscaras. Cinco justificaciones.

El día viene bien

El día viene bien. De hecho el despertar es buen augurio. Así que sintamos el calor o frío. La lluvia o el viento. Las miradas sobre uno. O en otros puntos. Los niños juegan plenos. Vivamos plenos. Pájaros con alas y canto. El día está bien. Las palabras nos conducen por senderos de dicha. Los saludos, por ejemplo. O la promesa de un café que no arriva. La jaula está abierta. El olor a pimienta se esparce. Has despertado águila o jaguar. La dicha es él ave que anida en tu pensamiento y corazón.

El médico

Cada vez de una mala noticia. Acudo al médico. Y le consultó de lo preventivo para evitar sucesos. Que conmuevan a familiares y amigos. Ante todo camina. Dice. Por las mañanas. No te tardes. Inicia. Yo le digo que mañana. Y sigue con lo que no. Chicharrones y carnitas. Refrescos embotellados. Azúcar y la sal. Dos venenos blancos. Las carnes rojas deja. Y los fideos. Y los panes de La Bimbo. El vino solo una copita. No agites al corazón. Agua simple dos litros al día mínimo. Nada de botanas en la calle. Tacos si, solo de legumbres. Cero esquites, que se te gustan tanto. No te de mucho el sol. Ni tampoco la sombra. Equilibra emociones. Nada de enojos, gritos o diatribas. No hagas caso de recetas de brujo o filtros para el cariño. No supongas ni hables mal de las personas. No creas tod lo que dicen las redes sociales. Hay mucha envidia y resentimiento. No siembres vientos, se cosechan tempestades. Sé agradecido y perdona. Eso ayuda al bien vivir. Escucha para entender. No andes a la defen...

Y de mañana

Y de mañana. Cuando ya no estemos. Seremos solo recuerdos. Gratas palabras que ya no escucharemos. Habrá terminado una manera de ser. Quizá entremos a otra. Más luminosa y plena . Ya sin prisas. La vida fue apenas un sueño. La vida está en los pequeños detalles. Por eso es necesario vivirla en cámara lenta. En cámara lenta.

Viaje a Itaca

Vuelvo a Iraca de vez en cuando. Hay ofertas de todo incluido y pague a 24 meses sin intereses. Solo el modo de ir. Y caminar en sus calles vacías. Olor a podrido y plásticas tirados.

De nada me arrepiento

Fuimos a Venecia y París. En sueños. No me arrepiento. De discutir en temas baladíes. De nada. Recorrimos el Parnaso. Viajamos hacia Itaca. Las cumbres. Y los sueños de águila en las alturas mientras tanto. Rios, mar. Avila azota vendaval. Y el viento nos arrastró. El tiempo. Como hoja seca. Y el mar. O el cometa. Desde donde lo alto me despedí. De pronto todo terminó. La vida. El anhelo. El agua. No me arrepiento del tierno mirar. De meterme al mar. De sonreír o llorar. Miramos películas. Y humo en los ojos. Puedo escribir los versos más tristes. Leíste. Dios construyó el puente. Para el coincidir. Donde estés.

Lluvia

Lluvia y café. El zinc  de enfrente suena a repique. Oramos. Los truenos se escuchan a distancia y rayos nos toman fotografías. El deslumbre. Ojos. Ojitos. De un lado a otro. Los jugadores del plan. Tin Tan  pasa anunciando el pan. Por la calle se le ve pasar. Blusas mojadas. Y las nubes negras se alborotan. La lluvia decía mamá bienvenida para los campos. Crezca el maíz. Cante la lombriz. Y el hombre confunde con sombreros la razón. Otro sorbo de café. Y la agitación por los recuerdos. Tod iba bien. Cuando hace presencia la nostalgia. Recuerdos al por mayor. Apréndete corridos del Morte. Tú qué eres de allá. Cae la lluvia. Cae. Llueve café.

Era el llamado

Era el llamado al nadie y al después. Solícitos estaban al pendiente. Para tratar con ellos. Antes llama a después. Y a nadie. Era un alboroto por el barullo. De nadie escuchar a nadie. Una especie de Torre de Babel. Con sus características de los nuevos tiempos. nadie llama a la rutina. Allí presente, vestida de comodidad. Con traje sastre de confort. Pocas veces el silencio se extraña. Cuando no hay definición. O conciencia. Nadie, rutina, después, prisa. Todos llegaron acompañados de estrés. se desentendieron de las palabras. No ocuparon los libros. Tenían miradas de estío. Empezaron los reclamos. La vida misma se escapaba delante de ellos. A veces por la ventana. Por la puerta. O por las rendijas de la pared de madera. Barrunto de sopor. Negligencia. Despecho. Empezaban los reclamos por los espacios. Por el aire medido a cuenta final. Nadie salió. No había espejos en la pared. Se miraron unos a otros. Fin.

Casi el amanecer

Luz y sombra. Casi el amanecer. Llovió parte de la noche. Se siente lo fresco. Cantan los pájaros. Se oye un noticiero. El amanecer se agradece. Un nuevo día. Con los mejores deseos. Y la sonrisa disponible. Para sortear algún rayo perdido. Despierta el músculo. Los mismos cuentos entretienen. Y se escriben nuevos. Para sorprendernos y renovar esperanza. Café y jugo de zanahoria. El libro me acompañe y los buenos deseos. Se apuesta por la amistad. Ese rito que trasciende. Palabras y brillo. Acometer las horas. Saborearlas. Ha amanecido. La Oscuridad cede a la luz.