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Mostrando entradas de septiembre, 2018
El ladrón es ladrón. Tanto en Roma como en América. O China. Dicen que dijo y repetía el poeta Catulo insistente en las tantas tertulias en su club. Aunque el fin justifica los medios, le responde Maquiavelo a la distancia del tiempo. Así se han saqueado las arcas de Roma. El ladrón sabe que lo es aunque no reconoce que es ladrón.  Lo justifica: no soy tonto, todos lo hacen. Así danzaban repletos de oro los cónsules y ministros. La historia de Roma nos enseña mucho. Dicen que Diógenes caminaba de día en Atenas con una lámpara encendida. Y le acosaban los que lo veían. Su respuesta: busco hombres honrados en Atenas.

Tiempo (2)

Coexisten todos los tiempos en un mismo instante. El que al día de hoy vive sin energía eléctrica anda tranquilo y feliz en el 1930. El que usa internet vive de acuerdo a la potencia de su cpu en años anteriores o el actual. El que no lo usa por no saber habita 1980. El que ahora logra hacer cruzar su propio cuerpo u otro por el ojo de la aguja habita el año 3010. No preguntéis por qué. Espera para comprobarlo. Parte de los conflictos interpersonales surgen por no comprender a los otros que, en la coexistencia de los tiempos, habitan tiempos distintos al nuestro. El que asa carne viaja al tiempo del inicio del fuego.

Tiempo

.Tiempo. Ocurrencia de un dios que no existe. Dios sí. Frágil memoria de la eternidad. Equivalente del agua que fluye. Y es relativo: dos horas de espera en fila del banco no son lo mismo dos horas en el cine con la persona que amas.

Quién

Si soy, qué soy. Si no soy, quién pregunta, preguntaba ayer el difunto.

Dejad que suceda

Sucede. Dejad que suceda. El hombre en el camino. Una canción donde queda el llanto y la palabra. Toda una vida. Currículum olvidado en un cajón sin memoria. Suceden las prisas y preocupaciones. Vienen los bárbaros. Dicen. La plaza llena. El discurso de cuatro colores. Puntos cardinales. Las razones, pueblo. La historia ha sido es suceder constante. El poder y el dinero. Como algo etereo donde suceden páginas y más paginas de la vida del hombre. Entre luces y sombras. Donde no hay más que un vacío. Y dos fechas . He aquí el hombre y su historia. La hormiga lleva una hoja de Parra sobre sí.

Ladrón

Te verán a la orilla del Tíber Y unos a otros preguntarán ¿Y ese quién es? Y la respuesta irrebatible: Es el ladrón Y lo mismo en el mercado O en el restaurante Lo mismo en el parque o en el Senado Es el ladrón, dirán Y te saludarán como si nada,  algunos Otros escupirán al piso. De Propercio. Poeta latino.

Sálvese quien pueda (2)

Lo mismo leer la afirmación que los niños que están estudiando ahora en primaria estudiarán carreras que aún no se conocen, causa desconcierto. No sin antes inferir igualmente, que aunque no se afirmaba categóricamente así, los que estudiaron primaria de mi generación ignoraban que en el futuro se crearían carreras relacionadas con la programación e internet. Por supuesto que quienes leen el libro y están estudiando una carrera determinada. O quienes están estudiando en educación básica se encuentran ante la incertidumbre de qué estudiar, en función de los planteamientos que hace el autor del libro, reitero, con base en entrevistas hechas a científicos investigadores relacionados con el futuro de la humanidad y sobre inteligencia artificial. Replantean el concepto del trabajo. Cuando hemos crecido en la ruta científica de que el trabajo es el que transformó al prehomínido en ser humano; y que un desempleado tiende a que baje su autoestima; el planteamiento futurista es que los robots

Sálvese quien pueda

Hace ya algunas décadas. Tendría yo doce años. Y leí que los futuristas aseguraban que en las tiendas pagariamos con tarjetas  de plástico y que usaríamos teléfonos celulares por las calles. Para la mente de nosotros en esa temprana edad, niños, nos parecía imposible de creer. Y de que sucediera. La tecnología avanza de manera vertiginosa. Lo increíble de ayer, es la realidad hoy. Muy superada por la tecnología. En este 2018 aparece publicado un libro, cuyo autor, el periodista argentino Andrés Oppenheimer, hace planteamientos futuristas, controvertidos y casi apocalípticos, con base en  entrevistas a los científicos más connotados sobre inteligencia artificial. Revise usted: 47 por ciento de los empleos serán reemplazados por robots y computadoras inteligentes. Y pregunta ¿quién está preparado? La pregunta que todos nos hacemos: ¿nuestro empleo está en ese fatídico 47 por ciento o está en el apetecible 53 por ciento? O bien: ¿que carreras profesionales o técnicas se salvan de

Creo

En El Pescador. Centro. Si lo buscas lo encuentras. Olor a café.  Creo en la amistad aunque el amigo no llegue. El aromático café lo vale. Otras veces en La Antigua, con la compañía de Pedro y Chucho. El sol se cuela  y la sombra. Las palabras, los libros. Llega Luis Alonso. Otros sábados.  Sábado de belleza la vida. Creo en la amistad. En el empeño por vivir sin hacer mal. Por edificar. Modelar el contexto. Soñar un buen texto. Leerlo. Rulfo. Arreola. Borges. Chejov. O la osadía de pensar en el propio. Hay sol. Es de mañana. Entre olvidos y recuerdos. Nostalgia y lo que sigue. Pensar los muertos. Los propios y los ajenos. La vida es bella. Más se va. Es la conciencia. Me llamó el amigo Rey. Creo en la amistad. Es poder humano. La fuerza de la risa. La colaboración. Las palabras de alegría. El abrazo a la distancia. El café está. Se resuelven los problemas. Se cambia el mundo. El país ya es otro. Miro desde lejos. La pared blanca.  Al final. La garza invicta descansa en un solo pie. El

Tu ambición

Lepra y carroña es tu corazón. El dinero que en arcas llevas no te pertenece. Serás señalado por siempre como ladrón por los siglos de los siglos Como los ladrones en el cruce del río Tíber se ahogan por no soltar el oro. Te darán, oh, César, lo que corresponde en la historia: ignominia Catulo, poeta latino ( Verona, 87-Roma, 57 AC)

Apuntes de Catulo encontrados en la vieja Roma

Loquillos, embadurnaron con heces su camino a cada paso Se armaron con soberbia y con gritos destemplados definieron sus relaciones para con los otros. Efímeros, se sintieron virreyes importantes. Césares de barro y boñiga. Con corona de cartón, desnudos en lo moral tejieron corrupción Sin valores. Negados para el diálogo y la escucha. Ciegos moralmente. Inútiles para lo colectivo. Rompieron reglas sociales Incompetentes, necios, nefastos. Muñecos de trapo. Tigritos de cartón. No miran de frente Humillan al humilde y lamen al poderoso Imposibilitados para seducir, aprovecharon el cargo. Insanos mentalmente. Pequeños tiranos. Mas perdonadlos. No saben que rondan ya el pasado. Apestan a bazofia. Ayunos de honradez, radican ya en el basurero de la historia. Han de registrarlos los cronistas de Roma Cayo Valerio Catulo, poeta latino. 87 a. C.,  Verona, Italia - 64  Roma, Italia

He buscado en otros tiempos el ahora

He buscado en otros tiempos el ahora. En el irredimible pasado. En el incierto porvenir. Y la vida en sus destellos alumbra en el ahora. Y ciegos nos escondemos en la caverna. Y jugamos al oso hormiguero. Nada hay más allá que sombras y penumbras. Y creemos que el pasado fue mejor. Y que el futuro nos trae esos bienes de El  Dorado. De lo que hemos esperado y merecemos. Buscamos el ahora. Un pan. Un plan. Una playa desierta. Y encontramos la nada. El vacío. No hay más. La flor se seca y nacen otras. La bala disparada no regresa ni la piedra vuelve. Así la vida nuestra. Perdida en la nostalgia. En lo que sigue. Y de pronto otros rostros ya no nos reconocen. Mientras tanto ¿blanco o tinto? La vida sucede.

60 años de Telereportaje 2

Llegué a Tabasco en 1979. Caminaba hacia mi escuela dos kilómetros. Al pasar por el caserío de la ranchería Benito Juárez se escuchaba el programa en todas las casas. Y al entrar en una casa donde me invitaban café y pan ubicaba el radio en una mesa y junto a la mesa echado un perro. Esa imagen la guardo  con mucha nitidez. Felicidades a Chuy y a Emmanuel y a todo el equipo.

Telereportaje en sus 60

Decirlo es fácil: 60 años de inicio del programa popular por excelencia en Tabasco y la región. Es un acontecimiento de constancia y disciplina. Pero no solo de eso, sino también de enseñanza, de esperanza, de entusiasmo y de alegría; la alegría de servir. Seguramente en ese trayecto han tenido alegrías y tristezas. Seguramente han encontrado palabras de aliento de gente sencilla, noble, y también de quienes han ejercido el poder, algunos de ellos también sencillos y nobles y otros no tanto. Seguro que han tenido críticas. Algunas con razón, otras producto de la envidia. Pero en ese trayecto han sabido reconocer la misión personal y de familia y han ayudado a que otros, los radioescuchas, valoren la comunicación como un distintivo esencialmente humano. Así es dìa a dìa Telereportaje: entre noticias y avisos, entre cápsulas de valores, entrevistas políticas y culturales o científicas, convocatorias para eventos y avisos sobre fallecimientos, o a quien le falta una medicina o silla de ru

Me acuerdo y no

Me acuerdo y no. Una bahía. Un árbol. Un libro. Hay certezas y dudas de ambos lados. Una mirada a lo lejos y los cuerpos al vacío. Los posesivos mía y mío. El poder adquisitivo. Propiedad privada. El polvo. La nostalgia. Me acuerdo y no. Vinieron otros días. Con la filosofía de lo eterno y la nada. Un tren. Una brújula. Y la nube. Medio en serio y en broma. No faltaban libros. Hambre. Crimen y castigo. No olvidar La broma. Donde todo confluye. Entre la imaginación y la filosofía Un saco gris. Una bufanda. Y el mar era un charco grande. Donde los barcos de papel más el pez eran la constante. El pan con sal. Y el sudor de la frente. Y hubo un río. Nada mío. Nunca el mismo. Hubieron personajes. Que deambulaban. Y nos fuimos yendo de a poquito. El libro queda en armonía. Un cuento. Un verso. El agua del río se fue. ¿Y ellos quiénes son? Preguntan los niños en una foto en blanco y negro.

El gato rojo

El gato rojo de la víspera. Con su pelambre hirsuto rutinario y surrealista. El gato del hambre. De los colmillos atrofiados. Viene aquí a borrar lo escrito. Haciendo tiempo. El rojo gato. El de las palabras pausadas. El de los juegos oníricos. El del lenguaje mítico y filosófico. La zorra azul en el recuerdo. Un be de la zona rosa. La frontera. Volviendo al gato rojo. Se crispa ante la rutina. Evoca otros tiempos del sueño. Para ver si cambia de color. Todo es confuso. El reto. La pelea de gallos. Los caballos con vaquero haciendo sus rutinas. El gato rojo es el profeta de la nada. El de la traicion y el desprecio. Habita una casa grande. Tonel grande para caños. Anillos concéntricos. La página vuelta por el viento. Y el gato rojo. El gato ojo. El gato.

Los estudiantes

Que vivan los estudiantes. Que ponen cascabel al gato. Beben el mar de un solo trago. Andan sonrientes. Esperanzados. Y la utopía es su destino. Que vivan. La amistad es su distintivo. La solidaridad su actitud. Insumisos, estudian más, para comprender mejor.
A los rostros que estuvieron y ya no están, y que sonrieron, gracias, hicieron un mundo más habitable. A los que por ahora están y no estarán. Sonrían. Gracias. La vida es única e intransferible. No habrá al parecer otra oportunidad.

Mi patria

Mi patria Mi patria es tu alma magna. Tu cuerpo mi territorio geográfico en el tiempo correspondiente y liquido. Mi escudo esa mirada que me ilumina. Y mi himno sonoro y rítmico son tu sonrisa y las palabras. Tengo pasaporte que me identifica de esa patria. La humana patria. Puntual dice mi nombre y señales de identidad. Dice de la música. Y poesía. Y el dato de ser lector irredimible. Por eso hablo de la magna patria. A la que dedico mi tiempo y sonrisas. A veces me aleja. Me alejo. Y ya extraño sus altas  montañas y frondosos pinos. Sus  cantos de río. Arboledas. Sus canciones tradicionales. Sus leyendas sobre la amistad, el amor.

Diez certezas sobre educación (3)

1.- Los mejores maestros tienen el hábito de la lectura. 2.- Los buenos maestros se preocupan por los que tienen dificultades para aprender. 3.- Los buenos maestros no están pensando en que termine rápido la jornada. Dicen por allí: encuentra un trabajo que te guste y no será trabajo. Si eso sucede en todo tipo de profesión, lo mismo pasa en educación. La jornada puede ser total, en preescolar, primaria y telesecundaria. O por hora de 50 minutos en secundaria. Entonces hay quienes se asoman constante al reloj para ver lo lento que pasan los minutos y salir corriendo. A los otros, los buenos y mejores maestros se les va el tiempo rápido. O les falta tiempo  Disfrutan lo que hacen. Aman su trabajo escolar. Y transmiten ese entusiasmo por el conocimiento. El tiempo es relativo. La alegría en el trabajo. El Entusiasmo. El interés. Lo lúdico. Logran el milagro. La pedagogía del amor y responsabilidad hacen ligero el trabajo dentro de la escuela. 4.- Los buenos maestros tienen sentido

Diez certezas sobre educación (2)

En mis casi cuarenta años en educación básica he llegado solamente a diez certezas. Detallo una a una 2. Los mejores maestros se preocupan por los alumnos que tienen dificultades para aprender. En todos los grupos hay un número de alumnos que tienen dificultades por aprender. La mayoría de los maestros se olvidan de ellos, echándole la culpa a los maestros de los grados anteriores y a sus padres. Los mejores maestros se preocupan por ellos. Saben que esencialmente allí radica el reto en su trabajo diario. Los demás alumnos realizan su trabajo escolar de manera normal, ponen atención, participan, hacen sus tareas. Y tienen la facilidad de preguntar si no entienden. Pero los alumnos que tienen dificultad...

Diez certezas sobre educación

1.- Los mejores maestros tienen el hábito de la lectura. La lectura libre, sea literaria o de información, siempre rinde frutos. Aparte que permite tener más conocimientos, tanto generales como específicos, incrementa la capacidad lingüística, la cual es necesaria para una mejor comunicación. El maestro que es lector habitual, compra libros o acude a la biblioteca, desarrolla una mejor habilidad de exposición, de comunicación con sus alumnos, tiene ejemplos que no vienen en el libro, y los relaciona con el tema a tratar. Y logra que los alumnos estén pendientes de sus palabras, de sus movimientos y gestos. Al tener el hábito de la lectura los maestros saben escuchar, tienen una mejor redacción en sus textos, excelente ortografía, son tolerantes. No hay maestros perfectos, pero los maestros lectores son bien apreciados por sus alumnos y padres de familia. El hábito de la lectura distingue a los maestros. 2.- Los buenos maestros se preocupan por los que tienen dificultades para apre

Quince años

¡Que barbaridad! ¡Desconsiderado! ¡Mal padre! ¡!Maldito! ¡!Tacaño! "¿Cómo no hacerle la fiesta de quince años a la más chica? Si se las hizo a las otras cinco."  Llovían los epítetos contra el padre de las seis muchachas. Porque había decidido no ceder ante las presiones de los familiares y amigos para celebrar los quince años de la hija más chica. Ya se había resistido cuando la primera, la mayor. No tenía dinero. O tenía poco. Quizá una fiesta pequeña, entre familiares y amigos, dijo.  Había dicho que no. Pero cedió a las presiones. Y acudió al banco. Sacó un préstamo. Considerable. Así que todos contentos porque con la fiesta "echó la casa por la ventana". Hubo de todo. Música en vivo. Comida hasta para llevar. Y regalitos a los invitados. Quienes ni sabían de dónde salió el dinero. Y como quiera criticaron la comida. El regalito que era barato. Y la música no les gustó a todos. Dos años después ´cumpliría sus quince años la segunda. Lo mismo, el padre se resisti

Abran paso al búfalo

Abran paso al búfalo. Va con toda su ancestral y biológica fuerza. Va con su mirada. Con ese saber hacer de la vida. Que lo distingue. Toda bondad en su esencia. Ábranle paso. Adusto a veces, alegre casi siempre. Con el brillo negro en el pelo de su piel. Con su belleza majestuoso de toro de lidia. De búfalo de lidia. Que diferencia hay entre uno y otro. Símbolos de la fuerza. Abran paso al búfalo. la felicidad radica en uno mismo. Nosotros tenemos todas las características necesarias para lo humano. Color, alas, mirada de altura, fuerza. Mas la imaginación. Ábranse paso todos. Avancemos. La vida es única e intransferible.
Buscaré mañana tu rostro en la ceniza. Para ver si algo queda de la vanidad y el orgullo. De la ira perenne. Del brillo de los ojos. De la burla señera. De la risa melancólica y nerviosa. De esa juventud eterna. De la inteligencia que tenía el dato preciso del resultado en la ruleta y los dados. Buscaré en la ceniza la dureza de los huesos. Algún recuerdo líquido que andaba en la memoria buscando olvido. Habrá tiempo de nuevo. Los libros perdidos en el callejón de la infancia. Resuenan notas del himno. La bandera sigue intacta sujeta a un palo viejo. La patria siempre quedó a la izquierda como el corazón. Buscaré el corazón entre las cenizas. Que es señal que hubo fuego, vida. Y el fuego nuevo será siempre la esperanza. Buscaré en las ceniza las palabras no dichas. Los abrazos y besos no dados.

Si vieras entonces

Si vieras entonces, qué bonito. El amanecer con flores. Y esa luz pertinaz que a la pupila alegra. Porque todo es claro. Más claro. Con algo de nublado en ocasiones. Las calles desiertas como en descanso. Para el paso libre de peatones. Si vieras. Porque de seguro ves. Cunado te asiste interés por la vida. El agua briosa del río. Caudal de luz que convoca a fuerza mineral y líquida. Entonces sabrás que se piensa en todo instante. En el esplendor del bullicio. Y las notas musicales dentro del suspiro. Y miro a contraluz la imagen mil veces soñada en un instante. Luz y alegría. Si vieras este tiempo. Como todo presente arrogante y con nostalgia de pasado. Y con expectativa de futuro. Cuando caiga la noche -es de tarde- atraparé con la mirada una estrella. Una sola. Y guardarla por si llegas a la cita por nadie convocada. En este juego de la vida. A veces se nos va sin jugarla. El tiempo. Se va sin comprender razones. Ni fines últimos de estar en este crepúsculo parecido al ocaso. Lámpara

3a u última entrega de la crónica por los 31 años de aniversario

Y vino la segunda mesa. Con Delia Sanberino, Gerardo, Maximino García, Heberto Taracena y a Geney Torruco. Ana Livia Salinas fue la moderadora. Y lo hizo de manera bella. Con la experiencia y sonrisa leyó en protocolo la semblanza de cada escritor. Cada quien lo suyo libra a libra en el trayecto de vida. Empecemos de izquiera a derecha, dijo Anita, sonriente. E inició Max con un texto en homenaje a Teodosio García Ruiz. Entre el monólogo y el diálogo. Iba de cuartilla en cuartilla.  Además de excelente el tema y el modo literario de avanzarlo. Los recuerdos de Peredo 127, Centro. Y le sacaron la tarjeta de se terminó el tiempo. Luego el buen amigo Heberto Taracena, con su estilo sobrio y buen manejo del idioma. Le siguió Delia con un fragmento de novela "son varias cuartillas, pero es en tipo tamaño 30", adujo. Una prosa muy limpia, clara, bella, en esa remembranza de otros tiempos. Y lo mismo. Estábamos engolosinados escuchándola. Y el tiempo se acaba, lo dijeron los aplauso
Martha Esquinca, corazón de sandía dulce, expuso los motivos del evento. De manera bien y además improvisada, transmitió el Toño y el orgullo de organizar el evento del Aniversario 31, y además de ser en homenaje De los fundadores. Los que visionarion la asociación. Entre ellos Mario de  Lille. Gonzalo Gonzalez. Y sin duda alguna el líder Andrés Gonzalez Pagés.   Y entre bombos de nostalgia y alegría, se anunció la primer mesa de lectura de obra.  Martha Esquinca modera. Hace una leve presentación de los amplios currículos de cada uno. Así leí yo . El burro primero. En la mesa Maricarmen Luna. Luis Alonso Fernández. Hilario Feria Pérez y Gonzalo González Calzada. Cada uno con las palabras escogidas para ese momento. Gonzalo y Luis Alonso charlaron sobre recuerdos de la Sociedad de Escritores.

Aniversario 31 de la Sociedad de Escritores letras y Voces de Tabasco ac

Llegué al café El Pescador. El mejor café de Villahermosa (Liolá, también), que está casi frente a la casa de la Cultura de la UJAT. Luego sin ponernos de acuerdo llegó Hilario Feria, Rebeca y Delia Samberino. Las mujeres en una mesa. Los hombres en otra. Lo hizo notar Delia: "como en mi pueblo". Yo me acordé de la canción de Chico Ché "los nenes con los nenes, las nenas con las nenas", o algo así. El olor a café en El pescador es super agradable. Mueve a nostalgia y a tiempo. Huele a tiempo, no está mal la expresión. Delia preguntó por los distintos cafés que venden. Preguntó de si todavía El Submarino funcionaba. Dijo: "Llegué en los 80 por primera vez y conocí El Submarino".  Yo recordaba Peredo 127, allí a la vuelta. Las andanzas de Max, De la Mora, el Teo. Y junto al Hotel Aurora, donde se mató Rubén Barbosa. De pronto se levantaron Delia, Rebeca e Hilario: "nos adelantamos", porque andaban en la logística del evento "para acomodar a lo

LADA 55

55 clave lada CDMX. Antes de la elección de julio el tabasqueño no contestaba, por seguridad. Ahora como obtuvo la victoria AMLO, contestan todo número que empieza con 55. Con alguna esperanza. Y siempre es banco, Telcel o Coppel.

Todo pasa

Todo pasa . Porque todo cambia. La vida. Los sueños. La wnfermedad. Absolutamente. Porque nada permanece. No lo eterno. Medida de lo efímero. Pasa la moda en versión de canción o tela. Pasa la niña por el campo. Las graduaciones. Pasa el viento. La flor. El agua. Porque cabalgan en el potro brioso del tiempo. Todo pasa. Pasamos con o sin mérito. El olvido hace justicia. Rescata por un tiempo algún nombre. Una mirada. Al final es el olvido el destino. Como peces en el aire pasamos por la vida. La música de mandolina permanece. Es la eternidad a la que se aspira. Sin mayores datos o elementos.

Decíamos ayer

Decíamos ayer sobre planes y visiones de futuro. Habíamos visto una garza en albañiles. Y sabíamos que bastaban sus alas para cruzar lo infame. Y lo hizo bien. La gegrura de nubes presagiaban lluvia. Que no tardó. Basura navegaba rutilante. Para recordarnos a lo que conduce el consumismo. Escribimos. Decíamos ayer que íbamos por el camino con cantos de paz. Y era a la caverna en la vuelta a donde fuimos. Apostamos al rey de espadas o copas. Alternados. Y a veces si y otras no. Derrotas recurrentes y esporádicos triunfos. Hasta que hicimos el justo y necesario alto. No más. Decíamos ayer al alba. Y pensábamos en el café con pan de las tardes placidas. Bajo la sombra de en flor las juventudes. Un horizontes alejándose. Flores rutilanyes otra vez. Decíamos del diálogo con la festiva muerto. Y le apostamos a la suerte. Apenas ayer.

Para dar clases

Quieren hablar con usted. Le dicen al director de la facultad de Educación. Quien. El jefe de los vendedores de dulces. Él les había dado permiso de vender en las aulas. A toda hora. El caso es que el jefe de los vendedores querían hablar con él. ¿Qué querrá? Ya me lo dijo. Pero es mejor que lo escuche usted. Entonces pasa el originario de Tonalá, Chiapas. Y le dice: vengo a pedir trabajo como maestro de esta facultad. El director quedó sorprendido por la petición. ¿Qué titulo tienes? Ninguno. Pero ya aprendí a dar clases en esta Facultad de Ciencias de la Educación. Mire: me da el programa. La lista de asistencia. Reparto los temas en equipo. Y los alumnos exponen. Es fácil. Pues sí. Le respondió el director de Cs de la Educación. Aunque venga Cristo o Sócrates. No tienen título no pueden dar clases en este templo del saber. Y por cierto. ¿ Como te llamas? Tales. Tales de  Tonalá.

Supongamos

Supongamos. La estatua de sal no está. Quedan las sin cera. Engaño vil. Lucro. La utopía declarada muerta goza de cabal salud. Mientras haya extremos. Abre el libro Marx página 18 Obras. Editorial Progreso. Punto de encuentro cuatro esquinas. Cuatro espinas. Rosa, sí. Supongamos no despiertas al amanecer. El sueño se prolonga. Todo es real porque es mentira. Ladra el perro. Le arde la piel. Supongamos que perdemos o ganamos. Pobre. Es lo mismo. Tomamos café. Discutimos el buen sentido. Arreglamos el mundo. La vida sigue sin ti. Las canciones pasaron de moda. La esperanza al fin murió. Aunque sí, a lo último. El fin de la utopía. Supongamos la historia. Lecciones sin aprender. Y de pronto La Paz y luz de la sonrisa. Las palabras. A la esperanza damos respiración boca a nube. Boca a luz. O algo así. Supongamos. Es sencillo. Bienvenido presente de sábado.

Oveja negra

A ti un unicornio y azul, Silvio. Poético. A mí una oveja. Burdo, terrenal. E igual, pastando la dejé. Y desapareció. Y sí, yo tengo más. Pero es la oveja negra, la mejor. Cualquier coincidencia es la realidad.