El diablito

"Pórtense bien, chamacos, porque si no se los lleva el coloradito; !el diablito!" La emoción de tenerlo en la tabla se sobrepone al miedo inculcado en el catecismo por el maligno, al poderoso rey del camino del mal. Mientras espero la siguiente carta me sambullo en las imágenes del infierno donde encuentro la alegría ficticia, risas desbordadas, brindis al por mayor; los más locos entre los locos de la literatura y de todo el arte, las joyas, los políticos, los banqueros, los galanes de la usura, los poderosos notarios y los picapleitos de juzgado, la señora de la vida pública, los de cuello blanco, los curas afectos a los niños, los saltimbanquis, la mujer araña a quien la convirtieron en animal por desobedecer a su madre, el ermitaño, las brujas de Salem, los románticos gambusinos, el jorobado, los duendes y los enanos, los piratas cojos, los que se revelaron al poder, los cruzados y los que los mandaron, los temerarios  que hicieron revoluciones e independencias, los que cabalgaron sin descanso en los caminos de la ciencia para encontrar al becerro de oro y la fuente de la eterna juventud, los chinos, los pálidos blancos y amarillos, y los fuertes negros. Vuelvo la vista a la tabla. Pongo el grano de maíz en el fiero y azufroso diablo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam