Convivir con un muerto
La rara sensación de haber convivido con un muerto. Vivo y en vida. No en sueños. En la realidad. Como si platicaras con una persona. Anécdotas, recuerdos, chistes. El viento alborota su cabello. Y luego lo platicas. Y te responden ¿y cómo? Si esa persona tiene dos años que murió. Para volverse loco y no es un sueño. Algo así sentí ayer. Tenía quince días de estar viendo casi a diario antes de dormir fragmentos o shows completos o entrevistas en televisión de Les Luthiers. El grupo argentino de humor, cosas raras y música. Un grupo ya de medio siglo. Y me encantó el trabajo de cada uno de ellos. Me encanta. E identifiqué a Daniel Rabinovich como uno de sus líderes. Y decía, ví entrevistas en grupo y luego en individual. Y apenas ayer me enteré de que ya estaba muerto cuando lo vi. Y disfruté mucho sus hilarantes actuaciones Murió en agosto de 2015. Así somos finalmente. Polvo entre polvos.
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