A veces
A veces eres feliz y no lo sabes. Es desconcierto ante lo viejo o lo nuevo. Y el futuro siempre es incierto. Quieres ver las claves. Señales de humo. Perfectos desconocidos te saludan y sonríen. Como que hay un pasado común. Y de hecho lo hay. Sin el único árbol genealógico que nada tiene que ver con nombres y apellidos. Solo lo umbilical. Y el mismo destino, muerte. Mientras tanto nos sucede el quebranto, el llanto, las dudas. Y enfocamos la vida en búsquedas disímbolas. E interminables. Por ejemplo del origen y destino. Rupestre escribimos cartas. Asomamos a las estrellas. Y nos sabemos pequeños ante todo. A veces café o chocolate. Palabras y silencios. Y quedamos con ansia de emprender otra ruta. Y viene siendo la misma. Recuerdo Brownsville y Michigan. La garza allí en albañales. Los autos rápidos. Y la historia de las huelgas en las acereras y armadoras. En Louisiana un blues. Y a raudales los gestos. El sentimiento de nostalgia y olvido. A veces y otras también. Una hormiga cae en el café. Que extraño es todo.
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