Amigos

Amigos. Tres o cinco. En la distancia. En el vuelo de la vida. En las alas emplumados. En la complicidad del destino. Había un mar que sabíamos minúsculo. Un amor que fue lejano. Y un odio que era un juego. Cabalgamos potros desbocados. Dimos de comer a palomas. Y escrbimos las historias de nuestras familias. Los viejos sonreían al ver la unidad, lo solidario al sacar agua dle pozo. Al volar cometas juntos. Cometas que era ruta del futuro. Rompimos cabeza buscando datos de orígenes. Fuimos a Cuba muchas veces en sueños. A escu Har la palabra del caballo brioso. Y cantamos canciones a la lu, de la luna. Buedweiser acompañaba para calmar el sueño. Y aterrizar. Por eso gracias amigos sin nombrarlos. Amigas queridas sin nombrarlas. Porque ver las fotos sepia. Y el Alhemier borrando poco a poco no. Bres rostros, sueños. Hemos viajado hacia uno mismo. Y por donde andamos nos acompaña la risa, la carcajada amplia, las palabras. Aqul poema sigue siendo el mismo. La vida. Aquel libro nos dio ruta. Y es el mismo ahora. Si fuera posible comer juntos. He sembrado papas y lechugas. Y he cuidado el caldo para el alma. Si vieran mi guitarra vieja. Los cancioneros. Y esos muchachos y muchachas del D que me hacen sentir bien con sus palabras, sus alfiles en movimiento, sus canciones. Y ustedes se parecen mucho a ellos. So. Os ellos en una parte de la historia. Vamos. Acompaño al vuelo.

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