Agua

Cuando voy al mar, sentado en la playa, y mirar las olas, me remonto a pez. Y me se producto de ese inicio. Por eso resuena en mi corazón el acometer de olas. Agua al fin, me sambullo entre la briosa agua, y mis lágrimas de alegría, por estar en el origen, son agua misma de mar. Al cantar solo escucho bruñido ruido de ola. Parloteo incesante. Garzas y cormoranes en su pesca de frente, plenos. En el mar lo sabroso es sentirse todo, nada, viejo, joven. Al mar lo conozco hace miles de años. El me conoce apenas hace cincuenta. Cuando tímido cantaba entre las olas. Mar de recuerdo y olvidos. Mar de besos furtivos. Por eso cuando me escriben ola y hola. Reconozco la palabra. Ambas me abraza. Cada una desde el origen. Y otra desde el presente. Liquido me baño en mi y en todo:, bosque flor, arena. Hace millones de años. Mi madre me traía en sí interior. El mar cantaba ya desde entonces.

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