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Mostrando entradas de mayo, 2019

Me gusta cuando nubes

Me gusta cuando nubes. Por el abrazo de los gnomos. Y es que miramos desde niños el alba y el tejido de destinos. Nubes viajeras co.o comprendes. Alfombra mágica para el viaje permanente. Cuando nubes al anhelo subes. Nostalgia por descubrir figuras desde niños. Desde locos que sonríen. A la imaginación y a la humedad convocan. Esa lluvia permanente antes nube. El arca lista desde siempre. Nube es blanco de tu flecha. De la luz de tu mirada cuando la sequía. Por eso la esperanza donde nube.

Me gusta cuando cielos

Me gusta cuando cielos. Una semilla azul brota. Y la bóveda celeste es un anhelo. Mezcla de tiempo y espacio. Como los amores infinitos. Cuando cielos el amor reboza. Cuando cielos la amistad asciende. Y todo armoniza. Una hermandad plena canta el Himno a la alegría. Por eso me gusta cuando cielos. El hombre asciende. En otros mundos se discuten y sueñan otros destinos.

Me gusta cuando ríos

Me gusta cuando ríos. En la rivera el bullicio. Las mujeres se reúnen. Cantan. Sonríen. Hay algo más. Hermanan sus miradas. Sus suelos. Y vuelve la nostalgia. Los pájaros cantan. Me gusta cuando ríes. Un sil aoarece. Una luz blanquecina. Y es tambien gorgeo de pájaros. Una nube blanca se inclina. Saluda con el buenos días. Y ofrece rocío. Nadie es lo mismo en el instante siguiente. Otro río. Otra risa. Otro anhelo. La alegría y la paz son lo mismo. La nube se despide. Y deja el azul en su dominio. Me gusta cuando ríos. Heráclito se ha ido.

Me gusta cuando calles

Me gusta cuando calles. Porque es como si todo sucediera de viajes. Entre aceras y fachadas. Y rostros con sonrisas que saludan. Y construyen esperanza. Por el buen vivir. Por el bien estar. Me gusta cuando calles. Por donde motores ronronean. Y perros husmean en los botes de basura. Alli sucede la vida. Con ritmo de vertigo y frambuesa. Cuando calles rs que enronves callejones oscuros. Donde suceda el embelezo de los besos. Y los susurros por el antes y después. Aunque sucede. Que me gusta. Y las calles es otra cosa. Como escuchar música en el estruendo de los autos amarillos y rojos.

Me gusta cuando mares

Me gusta cuando mares. Es entonces que deliro ante la ola o los holas. Mares y todo deslumbra cuando apacible el agua acaricia la suave arena. Y los peces saltan por alcanzar la luna. Riela, sí. A la manera de Espronceda. Y todo brillo resalta. Cuando mares es decir. Entre turqueza y celestes. Fiesta por la tanta humedad. Por ese discurso nocturno de soledad apacible. Por eso me gusta cuando mares. Cuando amares. Soliloquio de la esoeranza y anhelo. Entre sueños mares. Decir origen y destino. Si no fuera así entonces dónde la esperanza.

Me gusta cuando llueves

Me gusta cuando jueves o domingo. Porque estás como si nada. Y tiritas azul como cuando tienes frío. Me gusta cuando llueves. Y la tarde es ligeramente plana. Una nube negra semeja el infinito. Y termina como promesa de amor eterno que solo dura dos o tres susoiros. Me gusta cuando distante. Porque estás como si nada. La mosca anda en la pared. Y tú solo sonrisas. Me gusta cuando callas. Hay calles donde no te nombro. Y todo el asombro es porque miras y atas.

A una muchacha

La nota en el periódico sobre tu muerte. Pocas palabras. En apretada síntesis "se quitó la vida. Deja dos niñas pequeñas." Y uno se pregunta sobre el instante mismo de la decision. Sobre el instante del quiebre. Si en la balanza hubo algo definitivo. Un sueño no logrado. El casero que toca la puerta. La abultada deuda del crédito. Un probable abuso en la infancia. O la claridad de dejar este caos de la vida. Y otros lo resuelvan. Donde no hay salida. Qué dolor de sus padres. Qué de recuerdos de cuando eras niña. Pasteles. Una nube abre la puerta. El río se detiene. Y luego sigue presuroso su cause. Nadie se baña dos veces en el mismo río porque es en cada instante otra agua. Y ese instante, Sandra. De la luz. De la claridad en tu rostro. De la paz en tu rostro. Tu mirada de búsqueda. Un sueño es la vida, Sandra. Has despertado. Un sueño es la muerte. Duerme. Duerme. Que devela tu viaje el no hay sentido. La filosofia se da contra la pared. Hay un nuevo día. Un sol resplandece

Dormir es la esperanza

Dormir es la esperanza de vivir otra vida. Muy distinta. De encontrar en los sueños soluciones a todo. De brincar la alta valla.  Derribar los obstáculos. Desaparecer los muros. Son historias conocidas. Dormir es vivir la vida de otra manera. Un hombre y una mujer se buscan. Dormir es encontrar la fórmula de la felicidad. Una hombre y una mujer bailan. Hay historias con puntos suspensivos que en sueños continúan. Y tienen los finales que merecen. Y despiertas del sueño al sueño de la vida.

Urgente

Se necesita de urgencia pebeteros para poner de incendio las miradas. Que iluminen como sol donde hay tristeza y desesperanza. Sean de mármol o barro simple. Es igual para lo que se requiere. Hay vidas que se pierden por lo oscuro del pensamiento. El no pensar es de por sí oscuridad, caverna, muerte. Se pierden por no tener contenido de ideas, anhelos en los cajones
No. No abraces la mirada que se acerca, tibia. Ella a veces recela de inesperado afecto. Déjala. Así se acerca. Y cual saeta te rodea y escudriña. En confianza por la cercanía ella no dice nada. Guarda en sí sus impresiones. Suspira. Y para mejor ocasión suele retirarse. La mirada no es marca registrada. Es asombro. Mirada que se admira por lo noble. La mirada va y viene. Reconoce hojas diferentes. Altos tallos. Y semblantes. La mirada se encuentra ante el espejo. Dice adiós y se retira. Hay historias conocidas . Piedras de memoria.

A veces me parece

A veces me parece rosa. A veces clavel. A veces me parece aroma. A veces se aparece amor. Escribo que escribo que escribo a veces. Una ilusión parece anhelo. El sueño me parece real. La espina escribe algunos versos. La espina llora. A veces me parece hoja. A veces mar. A veces me parece lluvia. A veces me parece son. A veces me parece ritmo. A veces es un corazón. Una nosa no se olvida. El olvido es un error.

Una 🌹

Una rosa es una rosa. El halo de luz es la luz. Y todo se define en lo que es. Una esencia de las cosas es lo que es. Así nosotros somos lo que somos. Entre luces y simbras. Como luces, polvo. Un sueño soñado por alguien que también es soñado. La rosa de cualquier color y tamaño es la rosa. De cualquier jardín o páramo. Y a ella no importa como la llames. Así nosotros somos. De manera independiente a los demás. Un hombre no es la humanidad. Ni una mujer lo es. Apenas solidarios. En casos específicos. Para el clan. Espinas para globos. Espín que daña sin querer. Una rosa es una rosa. Resplandece en su color y aroma. Y lo es. Rosa de Lima. Rosa de luna. No cierres la ventana. Ni nunca.

Metáforas y rimas

Metáforas y rimas busca en el mercado y no encuentra. Nadie le da razón o alguna pista. Si acaso libro o revista donde aparece un poema. El caso es que sigue buscando en otros mercados y tiendas. Y nadie sabe dar razón. Ella está segura que existen porque una vez, y dice lo que recuerda. Entrecierra los ojos y da ejemplos de memoria. Difusa, por si, de tanto que dice. Partes de una y otra. Como si fuera en otro idioma. De hecho lo es. Aunque el ritmo se siente. Algo loca, dicen, por buscar algo que no existe. Y ellos tratan de venderle mercancias que ella no busca: cremas para el sol, sombrillas de doble uso, discos con historias conocidas, mascarillas, lías para tendedero. Y ella mira de soslayo y se retira. Algo de todo no comprende. Ese afán de venderle algo a toda costa. Ella no cambia su afán de búsqueda de metáforas y rimas.

Metáforas

En el mercado. Mas cosas y cosas. De todo y para todo. Alimentos. Cosméticos. Velas para rezos y velorios. Libros y revistas de viejo. Y acuden tantos. Siempre. Antes de amanecer hasta el anochecer. Clavos y martillos. Una mujer anda como loca buscando el puesto donde venden rimas y metáforas. Ya le respondieron que no saben qué es eso. Que tienen granadas. Palas. Ramas, no rimas. Discos de todo tipo. No, reitera ella. Metáforas y rimas, no ramas. Y trata de explicar. Y trata.

Instantes

Se va el instante en el momento que lo nombras. Y le sucede otro y otros con el mismo destino. Y lo que sucede en ti no lo dimensionas en lo fugaz. Dices de lo efímero. La belleza de la vida. Y señalas futuro con esperanza. De cambios con sustancia. Mas la vida se va en la suma de instantes. Y queda el pensamiento ligado en lo que fue. El presente deja de serlo en el preciso momento del instante. Una estrella es fugaz en su paso. La vida misma. Y las que vemos en la noche oscura y llena de estrellas es el pasado de esplendor de ellas. Tú estás así aquí. Años luz la distancia. Y la imagen de presente es el pasado lejano.

Voy a buscarte

Poseía un libro. O dos. De poesía. Y fue mi brújula y velero desde entonces. Por eso voy a buscarte. En la vereda. A orilla del río. A la sombra de un olmo viejo. Buscarte porque solo así. ¿De qué otro modo? Si has sido bálsamo. Pomada. Té. Si has hecho de mis días paraíso. He de buscarte porque la vida es bella. El árbol da su fruto. Y nada se mueve sin tí. La parte humana, quiero decir. Nada es posible sin tu luz en mirada. Buscarte porque es razón sin olvido. En los sueños donde habitamos todos. Oigo que cantan a lo lejos jóvenes en un templo. Allí andas. En esa esperanza sublime. Para un buen futuro. De hombres de corazón limpios. He de encontrarte. Aquí y ahora. O en otro tiempo y vida. Poesía.

Ventana

Has dejado la ventana abierta. Gracias. Entra el aire fresco. Y los sonidos de la vida. Entre ellos el canto de los pájaros. La ventana da de frente a la vida. Por ese tango de nostalgia y llanto. Volver. Como si el tiempo fuera nuestro vasallo. Que no lo es. Y nos restrega incesante que la vida va y se va. De instante en instante. Como el pasado a veces en sueños vuelve. Para recordarnos la música. Un viejo libro. Una roca roja.

Estación de paso

Estación de paso. Llegas. Y vas hacia otra. Luego otra. Y así. Cada una de ellas el aliento para ir con júbilo y esperanza a otra. Que sea la estación final. Que crees que es la que sigue. Y es también de paso. Y el fastidio de los sueños no alcanzados. Lo gris de las mismas imágenes repetidas hasta el cansancio. Despiertas y estás en otra. O en tránsito. Cada cambio de estación es una lección no elegida  Es el azhar. Acompaña con canto de sirenas. Tampoco aprendido. Y miras por la ventana del tren la rapidez de lo exterior. Sensación de vértigo y prisas. Y es a través de la ventana donde sucede la vida que se va con la promesa de la última estación. Final de vuelta.

Hormigas

Salen desde todos los puntos cardinales. Y atacan fiero. La invitación general para la fiesta fue un olor a comida, a galleta, a dulce. Y se encaminan en fila, de manera ordenaxa y a su propio ritmo. Cruzan barreras, derriban obstáculos. Su origen es incierto. Cuenta la leyenda que bajaron de una nave extraterrestre hace miles de años. El caso es que aquí están y te abordan desde distintas maneras. Encuentran en ti el manjar mejor. Se avisan entre ellas a traves de sus medios de comunicación. Aqui llegan ellos, los gigantes de dos ojos históricos. Nadie sabe de donde salieron. Desde hace años nos han recluido en nuestras colo ias co. O campos de concentración  Son poderosos. Los atacamos entre miles. Y apenas los hacemos huir desesperados. Tienen tantas naves extraterrestres, conoxen de armas qúímicas y destruyen el universo. Son una plaga. Nos atacan. Les tacamos. Y ni nos destruyen. Ni los destruimos. Hemos propuesto u. Pacto de no agresión. Pero son ellos quienes lo romoen. Aquí hay

Te despedirás

Te despedirás de tu nombre y de tu sombra. De las hojas secas. Y de las palabras. Porque el juego termina. Tuvo principio y tendrá fin. Por eso sin sorpresas ni aspavientos. Un adiós meditado. A tu sombra que siguió uno a uno tus pasos. Que sabe todo de ti. De los buenos y peores momentos. Y adiós a tu nombre. De manera sencilla. Sin fanfarrias. Ni piruetas. Y en la modestia gala de saber que todo era pasajero. Y en el fin, la sombra entra a la luz. Y tu nombre será oportunidad a que salga en las esquelas. Que contariedad. No corras. Vamos lento.

Mi joya

Imagen

Repeticiones

El instinto de salvarse. A oesar del amor y desamor. De la soledad. De la muerte. Vaya suerte de estar, siendo. Y calamidad de estar sin darse cuenta del ser. Una hormiga es una hormiga. Qué será el concepto que ellas tienen de nosotros y cómo el concepto de concepto. Una piedra es una piedra. Hasta el fin del polvo. O algo mas. Todo se repite. Dijimos el instinto. Y esa manera de mirarnos al espejo. Tratando de entender el abc del infinito. Entre los rostros y máscaras repetidas a través del tiempo. Cuál es la respuesta que no se encuentra. Repetir las preguntas. Un sino con pistas equivocadas.

Semblanza personal

Ya que quieres me defino. Casquivo, desordenado y fatal. Muy poco pendenciero. Algo haragán para escribir. Prefiero la lectura. Rústico en el afán de descansar. De ojo alegre. A menos que prefieras la tristeza. No acudí a misa de ajedrez como pregonaba. Ni aprendí otro idioma, menos el francés. Competí para perder. Y apenas toco sol y do en la guitarra. Hice mi esfuerzo por ser feliz. Nadie lo duda. Quedé en sueños de aprendiz. En eso del dominio. Gustaba ver las series mundiales solo por las atrapadas. Que fui feliz qué duda cabe. Con mis cincuenta libros, por leer 69. He vagado poco. Quedan algunos textos. Disfraces. Guitarras sin cuerdas.

Un café

Uno o dos. Café viene bien. O va. Un poco de azúcar. Solo para endulzar poco. Sabe bien. A la hora que sí. Y mirar a lo lejos. A través del cristal. Y decir sin decir. Y contar hasta diez. Y jugar por jugar. Un café o dos. Mañana o ayer. El tiempo se conjuga del revés. Como aquella vez. Uno o dos. Vienen bien. Y hablar de perros y caballos. De box y fútbol. De medicina y hierbas. De guerra por agua. Despedida de Alejandro Aura. De la vida primitiva. De aquí o allá. Un café no alcanza. Acaso dos. Para comenzar. A esta hora u otra.  Abalgan los caballos de la imaginación. A galope tendido. De siete vidas. Una se ha ido ya. Un gato negro cruza ya. Y pasa por debajo la escalera. Frío y calor a la vez. Empecemos otra vez. Uno o dos. Café.

Mi Ciencias de la Educación UJAT

Hace rato esxribí sobre mi escuela Normal. Mas otra parte de mi formación la debo a Ciencias de la Educación en UJAT. Allí llegué en el 88. Y con cierta experiencia co. O docente, inicié una nueva etapa como estudiante. Antes pasaba por allí en autobús y miraba el pulular de muchachos y muchachas alegres entrando o saliendo de ciudad de la Cultura, avenida Universidad. Y yo me soñaba andar entre ellos y con ellos. Y en el 88 se me hizo realidad. Cuatro años y medio en sus aulas y descansos a la orilla de la laguna de Las Ilusiones. U mis ilusiones crecian con las cátedras de un Dante, de un Lácides, de un Heriberto, de un Gustavo Noriega, y tantos más. Allí circulaban las ideas de Pedagogía, Filosofia, Lingüistica. Allí se discutía sobre el desarrollo social, de los usos y costumbres, de las poblaciones indígenas. Allí sobre Lucha de clases, pedagogia del oprimido. Sobre los pre y los socráticos. Lo que doy y soy, lo hago desde esa transparencia de cristsl que me proporcionó Ciencias d

Mi Normal Mainero

Agradezco a mi escuela Normal José Guadalupe Mainero. Allí se han forjado miles de maestros. Y se siguen forjando. De allí han salido para llegar a lo más alto de las montañas del país, a los mas apartados pueblos para enseñar como base el alfabeto. En esas aulas de la Normal han pasado verdaderos docdntes que forman a los nuevos. Y lo han hecho con rrsponsabilidad, trabajo, regaños, verdades. En síntesis, con ética. Cuando yo estudié allí llegó a dirigirla un himbre férreo y sonriente, Don Manuel Costilla. Y no quiero mencionaf nombres de mis maestros para no olvidar alguno. El prefecto se llamaba Polo, Lepoldo. La escuela en ese tiempo era particular con patronato. No lucro. Y luego las gestiones dieron fruto y la convirtieron en federal. Los maestros nos hablaron y mucho sobre la escuela rural mexicana. Nos prepararon para lo que ibamos a vivir. No nos asustaron. Nos dijeron que para llegar a algunas escuelas habria que caminar por horas, o a lomo de mula o caballo. Y que a otros lu

Dormir, ensayo de muerte.

Asi lo dejaron escrito. Que dormir es obra de teatro donde se representa a la muerte. Y lo hemos aprendido bien. Que hasta vivimos en sueños. Y miramos a los queridos muertos nuestros. Yo entreabro los ojos. Para ver al público en el sueño. Ahora mismo. Y escribo esa rara sensación. Aqui me tienes. Dormido y escribiendo. Y la muerte guarda sile cio en el escenario. Guadaña en ristre.

Despedida

Ahora. Quizá no haya tiempo. De escribir con aprecio a la palabra. El despedirse de la vida. Como algo normal. Todo proceso tiene su tiempo. Otros tendrán oportunidad por larga enfermedad. O accidente con suerte. De dejar por escrito algunas ideas claras y precisas. Lo mas posible. Oyros no. Por accidente de muerte o tension final de sangre en las venas. Y se van deas. Y buscatan en sus textos alguna referencia  Aquí lo dijo. Y no nos dimos cuenta. Era premonición, dirán. Asi que mejor. Ahora. Que bien la pasé en este viaje. De puro aprendizaje. Que inició ya hace tiempo. Aqui no importa si son los 59 o 70. Sino cuando la conciencia se hizo presente. Y que fue dejando recuerdos. Mas antes el viajar de ignoto tiempo y geografia del vasto universo para reiniciar en mí. El yo que he sido. Que un momento entre el antes y después. En su cada momento. La lectura y escritura. El descubrimiento de la poesía y música. Y luego el aproximarnos a las dudas de siempre sobre materia, origen y destin

Qué puede hs er el poeta

Qué puede hacer el Poeta para detener la barbarie. Precisamente escribir. Que no detenga su pluma tanta desesperanza y estupidez. Que siga sembrando semilla como palabra. Que siga como loco sembrando dulzura. Que abata el desaliento. Nunca ha sido propicio el momento mejor. Que este y los otros donde hace la diferencia. Donde no predica. No aconseja. Ni vaticina. Solo registra. Y guarda silencio. Nunca estará en mejor necesidad la palabra, el verso, la rima.

Hay un nombre

Hay un nombre que no se nombra. Que su destino es la luz de la sombra. Se piensa. Me piensa asimismo como nombre que no se nombra. Y en la sombra transitan esos nombres. Son las historias que no se escriben. Las referencias que llegan en peliculas y canciones. Son nombres que aparecen en sueños. Que se rescatan del olvido. Que se leen en el agua. En el viento. Y en el hielo. Que fueron sueños. Como la vida misma que es sueño. Y todo hace referencia a los nombres. Al tuyo. Al de ellos. Al vuestro. Nombres que cabalgarán entre generaciones.

El poema se salva

El poema se salva y te salva si no lo buscas. Ni huyes. Si voz en pecho cantas si. Que nadie escuche. Si bailas sin lluvia. Y una a una deleitas uvas. Si vas sin prisas. El tren acaba de pasar. El bus es el equivocado. El poema se salva lo escribas o no. Pero a la fuerza no. Si no saltas al ritmo del tintineo de monedas. Si no vendes ni comras. Si no comparas. Se salva si encuentras en la nada todo y en el silencio escuchas tu corazón y las palabras del origen.

Sin ti

Sin ropa. Sin religión. Sin cosas. Sin culpa. Sin daños a terceros. Sin animales de circo. Sin guerras. Ni odios. Sin prejuicios. Ni paradigmas. Sin confusiones. Sin certezas. Sin golpes ni gritos. Sin miedos. Sin autocompasión ni autocontemplaciones. Sin angustias. Ni enojo. Sin envidia. Sin venganzas. Sin necesidades. Sin mentiras. Sin mandos. Sin manías ni fobias. Sin logos ni contratos. Sin consumismo. Sin eufemismos. Sin histerias.

Si el poema sobrevive

Si el poema sobrevive es por el obrero. Por el maestro rural. Por la doméstica y la puta. Vive y sobrevive el poema por los adolescentes que despiertan. Por el saltimbanqui. Y el nómada. Por el niño y viejo que juegan a ser lo contrario. Por el viajero y la flecha. Por ellos. La tendera cobra. Y la casera cobra. Y el Poeta. Oh, el poeta.

Cuando pretendo escribir olvido

Cuando pretendo escribir olvido. Un montón de recuerdos se resisten. Y alli aparecen como fantasmas en sueños. En series de television. En canciones. Pretendo escribir. Y no recuerdo la palabra olvido. O la pluma no tiene tinta. O el cuaderno se me esconde. Buen día. Un café.

Cantos

Canto. No al tedio y la rutina de acumular cosas. Ni a la fama que motiva el lucro. O el tesoro que clava el diente con la usura. Yo simple canto a una palabra. Un anhelo. Un sueño. El canto sea suave o fuerte. Sea la circunstancia lo motive. A hablar del origen y destino. Canto al amor eterno. En el tiempo efímero. Canto al sereno silencio.

Algo bonito

"  DIME ALGO BONITO " Ella dijo: “Dime algo bonito” ... Él le dijo: (∂ + m) ψ = 0 Esta es la ecuación de Dirac, y es la más bonita de toda la física. Describe el fenómeno del entrelazamiento cuántico, que afirma que "si dos sistemas interaccionan entre ellos durante cierto periodo de tiempo y luego se separan, podemos describirlos como dos sistemas distintos, pero de una forma sutil se vuelven un sistema único. Lo que le ocurre a uno sigue afectando al otro, incluso a distancia de kilómetros o años luz". Esto es el entrelazamiento cuántico o conexión cuántica. Dos partículas que, en algún momento estuvieron unidas, siguen estando de algún modo relacionadas. No importa la distancia entre ambas, aunque se hallen en extremos opuestos del Universo. La conexión entre ellas es instantánea. Es lo mismo que ocurre entre dos personas cuando les une un vínculo que solo los seres vivos pueden experimentar.

Que eres. Quien eres.

De eso se trata. Quién eres. De que vayas. Y vengas. De que todas las palabras tienen un significado. Sombras. Nombres. Lo que pudo ser. Lo que fue. Un presente que fue muy explicito. Y nada del pasado tiene relacion o si. Y ese futuro fantasmagorico.

Manolo, descansa en paz

Hoy escuché en la radio que murió hace dias Manuel Castillo Hernandez, mejor conocido como Manolo. Hermano de Jorge. Hijo de los finados Doña Carmita y y Don Francisco (Chicobota). Descanse en paz Manolo. Toda su familia reciba mi pésame. Saben de mi gran estima por ellos, de mi gran cariño. A Manolo lo conocí recién llegué a Jalpa como maestro de primaria. Su hermano Jorge y yo trabajábamos juntos en la primaria Benito de Juarez de la rancheri del mismo nombre. Los fines de semana Lupillo, maestro de Monterrey y yo no teniamos a dónde ir. No teníamos dinero. Ni conocidos. Y, generoso, Jorge nos invitó a pasar el fin de semana en su casa, que estaba frente a la gasolinera, a la salida de Amatitán. Y así conocí a Manolo que tenia que dejar su hamacamedio serio para que nosotros duermieramos alli y él en el suelo. En la mañana el prodigioso y abundante desayuno preparado con amor por Doña Carmita y ayudada por tía Andreita. El desayuno nos dio una anécdota significativa. Resulta que yo y

Doña Tencha

A doña Tencha le agradezco mucho. Trabajé con ella de niño a muchacho, en la Colonia Jardin. Mandados. Limpieza del jardín. Los fines de semana me quedaba a dormir. Con ella trabajaba mi papá cortando el pasto. Era un jardin grande. Yo le ayudaba a mi padre juntando con una escoba de alambre el pasto cortado. En el jardín tenía árboles de durazno y guayaba. Yo esperaba paciente el crecimiento de la fruta. Y sazona o madura la comía. Doña Tencha se daba cuenta y me lo decía, como una madre o una buena tía. No te las acabes. Era generosa en la comida. Caldo de res o de pollo, para nosotros. Suficiente para seis personas y eramos tres. Mi padre, un hermano y yo. Una vez le pedí me financiara una máquina de escribir. Una Brother americana. Me la trajo de Brownsville. Y me la iba descontando de mi pago semanal. Cuando iba a la mitad, dejó de descontarme. En esa maquina salieron mis trabajos de la escuela Normal. Y mis primeros textos. Un buen día me dió el costo de entrada al cine, mas palo

Historias conocidas. Isset

Luego de 30 años laborados, el trabajador del estado tiene derecho a una jubilación. Esta no es una dádiva. Es una aportacion que se le ha ido descontando cada quincena. Y que va a un fondo de retiro. Para los trabajadores del estado ez el ISSET la institución que proporciona las prestaciones de ley. Y no es un secreto que desde hace muchos años ha sido mal manejada y por tanto mal administrada. Pasó a ser de una unstitucion rica, con tiendas de consumo, mejor servicio medico y préstamos considerables, a un cochinero en bancarota, a como lo califica Fernando Mayans Canabal. Ese fue uno de los planteamientos de los sindicatos magisteriales: el respeto al derecho de jubilacion. Y denunciaron que se les ha negado la jubilación a muchos de los maestros. Veremos qué hacen los sindicatos Snte, Sitet, Sitem , Smte y Gnte, en los días siguientes. Sus agremiados estarán atentos.