El nombre
Traía mi cámara, como la traigo. La poderosa Nikon 5000. La debo, claro. En paguitos va saliendo la deuda poco a poco. Llego al cruce del Paseo y 27, junto a la catedral. Una niña movió tres pelotitas. Morena de 12 años, no más. Termina dentro del tiempo del rojo del semáforo, y en ese mismo tiempo recorre los autos. La veo de lejos y disparo. Mal tiro de foto. Se acerca y la tomo más cerca de ojo. Mala foto. Ni modo. Le doy cinco pesos. Sonríe como los ángeles. De veras. Va al carro de atrás y regresa. Al pasar le pido tomarle otra foto, ríe, y posa, nerviosa. Termino y le pregunto su nombre. Lesvia, dice canturreado y en voz bajo. Creí no escucharla bien, enredadas las notas. "¿Cómo?", vuelvo a preguntar incrédulo. Calladita, en susurro, vuelve a decir su nombre.
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