Desacato 3

Aunque me digan que me muera, no hago caso. Y si me dicen vive, nado de a muertito. Es la costumbre de no dar en el blanco, ni aún tirándole al negro. Si me enfermo me curo, y si me siento mal en lugar de buscar al médico busco al músico, para que me cure con algunas canciones, nomás por sentirme sano.
Por las mañanas corro de espaldas en el sentido de las manecillas del reloj. Y cuando me asalta la tristeza, le doy mis alegrías, nomás por el efecto que causa en mí hacerme de otras, construirlas, más bien.
Hoy por ejemplo dormí con los ojos abiertos y me fugué con los ojos cerrados. Me descalzo y camino, aunque nunca vaya a alguna parte.

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