No te creas
Aquí y ahora el viento sigue su ruta a pesar de todo en contra. Resiste la montaña su embate cuando la toca en su ladera. Y da la vuelta el viento y sigue hasta el valle. No te creas. Sucede a veces que uno tiene que batallar con los gusanos, reptantes poderosos, nunca sutiles; y los gatos al acecho. Al contrario pongamos por caso las oropéndolas. En su belleza no se enorgullecen en lo superfluo, simplemente baten sus alas al delirio. Y cantan a su paso. No te creas más, ni mucho, ni menos. La vida va y sigue. No creas que cambiar no es posible. El cambio en la vida es la constante.
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