Viaje

De viaje, a tientas, tropezando, aquí andamos mudos, torpes, locos. Nuestro rey es la sombra a quien elevamos plegarias, dios del infinito que nos ignora por el albedrío asumido.  Tratamos de escudriñar en lo oscuro de la noche o la claridad del día, para enfilarnos a la felicidad permanente. Al alcanzarla se aleja como mito de Sisifo para que reiniciemos la búsqueda. Nada hay del otro lado de la idea pura. Nada hay tampoco des este lado. Solo carne putrefacta para perros hambrientos que no se sacian. Con el ábaco contamos nuestros días de existencia y encendemos velas por cada uno de los años. Y cada sonrisa de aniversario viene significando la despedida. Viajo en el último vagón del tren de la muerte. Y río para que el escapar signifique otra ruta.

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