Carta de recomendación

Me extiendo carta como "responsable y de buenos principios". Y nadie ha de tener duda porque yo mismo firmo. Me conozco desde esa antigüedad cuando vino algo de razón. Tengo los primeros datos del recuerdo. Y también todos estos años de relación de cuerpo sombra y viceversa. Mientes, mientes, digo ante el espejo, Y el eco me retintina en el oído. Una cosa es lo que se ve de este que soy. Y otra es esa oscuridad que se oculta en la vida, anónima, de este lado del muro. A puerta cerrada. En la soledad más íntima, a donde el pensamiento farfulla ideas de ayer y hoy. Me conozco y a veces me recomiendo, a veces no, dependiendo quien me pide referencias. En ocasiones me adorno y con modestia desmedida hablo de brillo, de altura. Y a veces digo ¿qué razón tengo de mostrar solo la parte clara que todos ven y se imaginan así soy siempre? Buenos modales, la sonrisa. Y luego me voy al otro extremo. Yo mismo no me compraría. Y es entonces cuando me revelo y decido no firmar esta carta de recomendación porque me conozco bien. Una espina. Puercoespin. La luna es una piedra grande que refleja luz solo eso. Y nada más. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Mi mascota, la cabra (11/s)