Retrato

El que escribe es otro, fatuo, vanidoso. Yo en cambio soy de roto y remendado corazón. Ideología de brincar el muro a tientas. Sí, el muro de Berlín. En todo caso, perdonad la rima, Merlín fue mi maestro. A él le debo lo que soy.  Mi piel tiene grietas por huella de la histórica cicuta . Y el rostro con máscara de esperanza facilita surcos, el tiempo. Ortografía dos que tres, no olvido el punto en la i, el acento donde va y reconozco la o por lo redondo. Ufano con fuerza  saludo de mano y las palabras señal de humo, bienvenido, cómo estás, incluyendo el áspero adiós. Como todo viajero de paso ando siempre en todo lugar incluyendo aquí, allá. Con precioso sombrero en la frontera, polka y redova pido de música pagada mejor. A levantar polvo, porque polvo soy. Lector, deletreo sueños, esperanzas, hambre. Me afano en descubrir espantos con petates de muerto y fértiles dobles discursos en su avidez de fantasmas y fantasías. Lento transito vericuetos, caminos y entrar o salir de laberintos, fauno. Ojo de hormiga la hoja al hombro. Ave de mal agüero, aquí voy entre nubes, escéptico. Con mayor fortuna avaro hago inventario de salud mental para tomar precauciones. Cero grasa amarga y más gracia, risa. Llevo un libro bajo el brazo por imagen pública, como si fuera ese su lugar. El que escribe se acerca a mí y me dicta, severo dictador, por más que huyo. No me confundáis con él, perdón.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam