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Mostrando entradas de agosto, 2019

Pájaros

Pájaros revolotean sobre mi sombra. Presagios de noches sin luna. Y cantan lúgubres a la espera de la hiena. De la llena. Y me siguen en bruma de la cansina sombra. Y le pican henchidos de esperanza. Y transformar la sombra en luz. A la espera de noviembre u octubre. De las lunas la más hermosa.

Leal

Leal. A este diario porvenir que me inspira. A mi tormento. Y la llama. Al sueño que ilumina el sendero de mis pasos. A las palabras porque por ellas soy, alimento de mi tiempo. Al de este preciso instante con sus restas y sumas. Leal a mi sueño de alcanzar la utopía que se aleja cada vez que me acerco. Leal al libro de los prólogos de Borges. Al canto del estornino. A mi raíz plebeya y nobleza de alma. Descendiente de derrotas y sonrisas.

Viernes

Llega sobre mí el viernes como explosión de meteoritos. Para remover rutinas. Salvaje estadío de la nada. Generador de uniformidades. Agua turbia. Y sueños rotos. El viernes es de vuelos. De palabras y canciones. De liebres que saltan presurosa. De magos que sacan conejos de sus chisteras. Para encontrarle sabor a la vida. Pará librar alegres nuevas batallas. Que rimen las palabras si lo quieren. Que se vayan en verso libre. O se guarden. Viernes sigue la ruta de los otros días. Y se escapa al fin
Si el azar pesara más de lo que pesa, con toda su carga mefistofélica. Si el acaso se pronuncia y sucede. Entonces que no caminamos mal. Y la ruta es la correcta. Si el azar se empeña y el caminar entre las calles coincide en un punto de encuentro. Acaso pena queda al olvido. Y una nueva luz en el mundo aclara lo oscuro de la cueva. Entonces la vida es un crisol de posibilidades. Si el azar define. Dejate llevar. La vida es breve y apenas sigue.

Si acaso por la tarde no llueve

Si acaso por la tarde no llueve. Amén de nublado toda la mañana. Si viento y nubarrones presagiaban tormenta. Si no llueve guarda la resequedad para mejores momentos. La humedad es una señal. La sequía otra. Esperaste tanto tiempo el agua. Tu piel soñaba la humedad. Y esperaste paciente la llegada de la lluvia. Para cantar selero. No lo olvides. La humedad es referencia de la vida. Somos agua, humedad perenne.

Si acaso por la tarde llueve

Si acaso por la tarde llueve, vuela. Es necesario. El café se enfría. El libro allí queda. Sin justificación de vida o muerte. La vida seguirá su curso. Y la lluvia estrá allí. Si acaso llueve. Y verterán humedad sobre tus labios. No hay más. La lluvia te remonta en recuerdo a tantas otras ocasiones. De vid. De vida. Si somos nosotros agua. Agitados en vilo por las circunstancias. Con medio miedo. Nubes negras. Viento. Y la lluvia se deja caer. Como cediendo a las posibilidades. Cede. Llueva. La humedad es el destino.

Transitamos cabalgando recuerdos

Transitamos cabalgando recuerdos. Sueños de lo que se ha vivido. Pasan del color al sepia. Y de este al olvido. La juventud ha sido fuente. Origen de tinos y desatinos. Del fulgor infinito y fan de la utopía. El podemos nos acompaña como grito de jubilo y de guerra. Raudo pasa el día. La vida.

Si acaso por la tarde

Si acaso por la tarde golondrinas. En retirada. No es un adiós. Solo que ellas viajan. Y su deber biológico es estar e irse. Como el viento. El tiempo. Es la nostalgia por lo que fue y va quedando atrás. Sin más justificación que el tiempo. Si acaso la tarde trae a ti palabras. Canciones. Poemas. Y cartas. Caro tiempo sucedido. Más lo que es es lo que va siendo. Lento, torvo y siniestro tiempo. Masa de nada. Es la tarde la culpable del reciente recuerdo.

Un punto

Enfocamos un punto. Y partimos de allí para interpretar el universo. No importa si es producto de la imaginación. Si es un punto de fuga o si es de coincidencia. Cada uno lleva sus datos. Y cada quien nos fijamos en uno solo. Y partimos de allí para hacer camino o iniciar un sueño. Puntos que suspenden en vilo la vida. Puntos que dan por terminado algo. Puntos de vista que coinciden. En el vasto universo. Un punto donde se coincide. Un milagro.

No temas a la palabra

No temas. A nada, nadie. La vida es una. Menos a la palabra. No temas a las palabras ni a sus juegos. Hay libros. Hay recuerdos. La palabra ha sido la capitana.

Donde encontréis la piedra

Donde encontréis la piedra, detente. De sol, lunar o alumbre. Preciso escudriñar en lo que no dice. Cúmulo de tiempo arrebolado en las sonrisas. La piedra es lanzada. Y en su trayecto reconoce pájaros.

Donde encontréis la piedra

Donde encontréis la piedra, detente y dialoga. Todo tiempo con ella es buena inversión. Aprendes el respeto supremo del que escucha. De qué tiene paciencia pata escuchar tus quejas. No cualquier piedra. No hay la que viene por caminos de polvo. La que viene en la corriente de río. Aprende a escucharla. Cuando lo logres es que lo has comprendido todo.

Para qué

Para qué el inescrutable Dios y el tiempo. La efímera y bella vida. La iracunda poesía. Pará qué la filosofía y la sangre. Para qué el sueño, la afliccion, la mentira. Dialogan los niños entre preguntas y más preguntas. Pará qué el ciprés, el pez y el cerezo. Las lenguas, los pesares. El odio, la paz, los suspiros. Ellos aseveran y mienten. Ellos miran a la luna y dejan su mirada ciega en la luz del sol. Leve resplandor. No los niños, ellos no. Ellos son los del tambor. Los otros son. Pará qué la familia, el arte, la rana. Los por qué sin respuesta certera o medianamente verosímil. Allí vienen los faquires y las magas. Atrás viene el cantante. Dee dónde es. Pará que la filosofía, la poesía, la filantropía.

Sobrevivo

Inalterables a los designios del destino, sobrevivimos. Entre máscaras fehacientes y suspiros. El lirio es un lirio. Lo mismo la rosa. Y no florecen para alguien. Solo para sí. El hombre es un muñeco de carne alucinada que transita un breve tiempo por la vida. Y fatuo se cree y actúa como eterno. Se consume en rencores y odios. Sin lustre bota por la borda la paz. Y lucra con la guerra. Miente. Miente para alcanzar sus objetivos animales. Sobrevive. Entre holas y olas. Solo eso. Tengo un sol que me alumbra. Y un pozo donde caigo. Salgo. Camino. Sigo. A veces. Leo a sorbos. Escribo a gotas. Pará todos. Ti. Nadie. Que importa.

Cuando me vaya

Cuando me vaya dejaré mi cuenta pagada. Saldo en equilibrio. Cerrada la puerta del corazón. Alguna propuesta de epitafío y también dos o tres páginas que me gustan. El testamento libre y listo. En pleno uso del cerebro. Celebro la vida. Cuando me vaya, en paz. Sin rencores. Deudas. Ni odios.

Sueños

Para soñar duermo. Me quedo callado de pronto. Cadáver que palpita. Y el alma sosegada viaja entre  distancia y tiempo.  Dimensiones que el corazón despierto conoce. Preciso por eso poner de acuerdo el reloj. Y al calendario dejarle las fechas infinitas. Porque allí vamos todos juntos. Viejas y nuevas generaciones. Entre rocas de pensamiento. Humedales.Y afinidades locas.

Sin bolsa, por favor

Me emocioné con lo de salvemos al planeta y la Amazonia. Fui a Walmart. Y seleccioné mis productos. Luego de pagar en caja el hombre de edad empezó a acomodarlos en bolsas de plástico, como siempre. Lo detuve. Le dije, no, démelos sin bolsa. Los plásticos contaminan el planeta. Nos lo estamos acabando. Él se me quedó viendo con cara de éste está pendejo. Y salí muy orondo y ecológico, mi conciencia tranquila con la bolsa de  sabritones familiar, mis dos yogures y mis dos litros  agua para beber y dos de aceite para motor, en las manos.

Una radio

Una radio encendida en la noche no es una radio, es un salvavidas y un cometa. Llegan a ti la música y otros rastros sonoros de lo humano. Dentro del mayor silencio que envuelve lo nocturno. Cuando la monotonía no te deja más que la sensación de taladro y abandono. La rebeldía juega el papel de gúia y señuelo. Una canción, una nota, un pronóstico de la nueva luz en el nuevo día. La amada luz. No confundirlos con filosofía. Es algo muy distinto. El no saber lo que eres en origen y destino. Y escudriñar sin tino. Hablemos mejor de la poesía. Niños.

Vigilia dos

Todo tiempo vigía de la llama. De quien se tira al mar proceloso o turbio río. Que las hadas se comporten a la altura del cuento. Y las musas ocupen su tiempo en democratizar inspiraciones. Vigilia para mirar en el movimiento el hastío de pretender sea todo mío. Y al ego y orgullo darles veneno que los mantenga quietos, pero vivos. Vigilia para que la amargura y tristeza tampoco se propasen. Un poco de ello es bueno, para activar la nostalgia. Vigilar el movimiento del tiempo. Y la causa y el efecto. Y el origen del afecto. Trascender la oferta y la demanda para que no sean presas de la usura. Raposa cruel.

Vigilia

En la vigilia llegan los pájaros. Sus alas púrpuras y azules despliegan desde lejos para visitar el trópico. Cada pensamiento es un pájaro. Un mensaje desde lejos. Su canto es el soundtrack del mensaje y del viaje. Llegan pájaros y fantasmas. Un pasado dichoso un presente dichoso y un futuro dichoso. La felicidad es también un pájaro. De ocasional vuelo. En la vigilia suelto amarras. Elevo cometas. Y surco el espacio y el tiempo. Un café. Un meteoro. Y un gato. Si todo fuera claro. Si todo fuera cierto. La vigilia es un libro blanco y abierto.

Hay quienes

Hay quienes luz y quienes sombra. Transitan de uno a otra. Y no saben lo que sigue. Solo que el camino es solo el posible. Hay quienes se quedan aunque se van. Y hay quienes se van desde que llegan. Cargan sus libros como plumas. Y quienes buscan piedras de pretexto. Hay quienes remontan permanente. Y conocen de historias maravilla. Solo por eso. Y siguen en su paso escribiendo con hechos su destino. Hay quienes amores como barco. Y quienes luz en proceloso mar de altas olas. Hay quienes ocupan la mirada en sal para evocar recuerdos. Y quienes tienen resortes al futuro. Yo estoy entre los quienes. Miradas altas de montaña entre los dichos.
Estás allí. Hay un café cerca del muelle. Hay un grupo de músicos para la celebración por el rescate de migrantes. Cerca de mi una guitarra. Y un plumón acuarela . Escribo un número, un nombre y una cita de Borges. Quizá sobre el destino, el libro, la circunstancia. Un músico observa. Me pide la guitarra y serio borra. Antes de iniciar me levanto y salgo del café a la vigilia.
Estas allí. A bordo del Open Arms luego del desembarco en Lampedusa. El júbilo de la tripulación por el rescate de decenas de hombres y mujeres criminalizados por la miseria. Negros, blancos, rojos y amarillos. Luego de veinte días en el mar a la deriva, en barcazas de bambú y llantas, el rescate. Ahora la alegría. He aquí su capitán. Te lo presentan alegre y sin barbas. Sí, yo soy el capitán. Este es mi barco. He cumplido la misión. Ahora unos poemas. Ahora música. Mientras tanto.

El sol azul

El sol triste tiene la nostalgia por los gatos. Por verlos azules maullarles a la luna. Como si fuera bueno o cierto su destreza en ese canto nocturno. Cual vítores de amantes. O languidos pesares por ciegos no poder ya verle. El sol se pone por las tardes. Y desde su posición en espejo mira absorto los sucesos. El sol por la nostalgia o coraje tiñe azul sus rayos. Y deja al mar que mueva fuelles. La risa se contagia. Es el mejor remedio para los tristes.

El odio

El odio. Perro sagaz. Veneno agridulce. Corazón en pedazos. Saña que daña. Feroz circunstancia sin goce ni gozne. Barda alta en la imaginación. Silencios. Mirada fulminante. Un rayo que sale del corazón y daña sólo el origen, no el destino. Hongo expansivo. Daña a quienes amas en tu derredor.

El amor

El amor. Ah. La carnada para el pez que se agita. La carne magra en ruta al polvo. No voltees al pasado, grita Lot. O sal. Es el presente infinito que termina. Es la rosa dibujada que huele un instante. Uno sube al autobús. Y se baja. Hay un Cupido que ve a relajo. Herida que no cicatriza. Lecho donde crecen helechos. Un durazno llamado beso o verso. Una razón sin cordura. Un bailar sin son. La historia rosa de Don Juan. Uno viaja en tren y la estación ya pasó y no te quieres bajar. Y el guardia dice ya su boleto acabó.

La amistad

La amistad, divino tesoro. Más que la juventud. Por lo del poema. Es café caliente, cerveza fría, sopa tibia. Es la charla interminable. Teléfono fiel, no descompuesto. Es la música y el baile. Es la compañía en el hospital o en la cárcel, ocasional en el hotel. Habrá sus circunstancias. Es la carta antigua. El boleto para viajar. Es alcanzar la nube. Es ser testigo Celestino del beso en el barco de papel. El reloj antiguo. La despedida y la bienvenida. El libro de poemas. El consuelo. El consejo. La lluvia. El caminar. La rosa y la risa. El pan compartido.

No te pierdas

No te pierdas. La vida es solo un sueño. De paz o guerra, al fin sueño. Pasará porque no hay remedio. Ni principio ni fin. Y son tantos los caminos. Las ideas. Tantas las máscaras. La posibilidad de otro camino en lugar de este, fue probable. Solo eso. La vida ha seguido la ruta correcta. La escrita no de donde ni por quien. No te pierdas. Los cuerdos tienen sus apuestas. Sus sí, como no, extraviados en la ruta del tener psrs ser. Más hábiles. Más ágiles. Los locos tienen su ingenuidad y la sonrisa. No lo olvides.

Credo

 Eres la montaña y el pozo. El cieno y el heno. La gota de agua y el rocío. La paz y la guerra. En ti, en mi, en nosotros. Creo en el unicornio y la sirena. La plácida tarde. La ventisca noche. Eres, somos, todos, el del triunfo y la derrota. El ciempiés y la rana. Creo en lo que no conozco, en lo que sueño. Eres el libro ajado y el nuevo. La marabunta de palabras. El silencio más cruel. El silencio de la tranquilidad. Pasa un cisne. Un halcón. Una ardilla. Eres naturaleza y metafísica. Creo en el sueño y en el anhelo. La vigilia.

Cada nuevo día un regalo

Cada nuevo día es un regalo. Y es lista iterminable por agradecer. La sonrisa. Las miradas. El ver la luz del crepúsculo matinal. Es magia. Y siento devoción por todo cuanto miro y toco. La vida es un río que va a dar a la mar de la eternidad, lo inconmensurable. No nos bañamos dos veces en la vida del río. Somos barco frágil de papel que lo navega. El tiempo, el río. La flor de un día. Todo se conjuga en el mar de los tiempos. Un regalo que abrimos y disfrutamos en el día a día. Hasta que el fin sea de nuevo el principio. Mientras, buen día al navegable miércoles.

De regalo una palabra

De regalo una palabra. Dulce o agria. Ínfima o íntima. Una que me acerque o aleje. Algo común. Por cumpleaños o sin motivo. La vida es un motivo. Mi madre, Vallejo, Cesar, se acerca o aleja. Una palabra que signifique tanto. Mucho. Que levante, diría, sublime. El amor. La vida. La amistad. Una hoja seca. Una palabra húmeda. Una palabra como semilla que germina. Aqui y en todas partes. Solo por mostrarse flor. La belleza de la vida. El gran regalo.

No me deleito en la derrota

No me deleito en la derrota. La trato igual de mentecata como al triunfo. Impostores. Se presenta de pronto. La derrota. Y a veces de manera reiterada. Y me abraza pareciendo amorosa. Yo he llegado a quererla. Me acostumbre. Más luego me des acostumbro, es necesario.

Buen día al día

Buen día al día. Y juntar la noche con las tantas noches. Para ser reiterativo. Y que siendo las mismas representen otras cosas. Alterar. Aliterar. Reiterarlas. Enajenarlas. Sea repetitivo. Si lo somos por ellas. Aunque se atraigan. Se atraviesen. O se distraigan. Nací por ellas. Viaje con ellas. Sueño con ellas. Me habitan y nos cohabitamos. Si miro, es la mirada. Si vuelo son mis alas. Y si callo es el silencio. No es de mi común comportamiento. Hablar antes o escribir después. Buen día en el día a día. En la noche de las mariposas negras soy sus alas. Y de día las ancas de la rana.

No me jacto en el triunfo

No me jacto en el triunfo nunca. No es mi bien ni mi meta. Ni el orgullo transita en mi cuando el triunfo ocasional me visita. Al contrario, lo considero alimento natural del super ego, nos aferra a la soberbia. En cambio la derrota es mi paz. Es el estado no natural de mi alma. No de derrotado, sino de persona en lucha permanente. Como modo de vida.

Ahora que sueño

Ahora que sueño. Vago. Vuelo. Me meto en pueblos y ciudades que no conozco. Miro muertos amados. Personas desconocidas. Camino con pie izquierdo al revés. Dejo de lado la ropa. Camino mucho. No me canso. Me elevó en edificios viejos. Y entró por las ventanas.

Sueño, no duermo

Sueño, no duermo. Una casa vieja sin cerradura ni seguro. Un barrio medio. Chávez de lentes negros trabajando en una empresa nice. Una mujer limpia autos. Un alto árbol para columpio. Un contingente de iglesia bien ordenado rumbo a Cd de México. Máquinas lentas, muy rápidas en el sueño. No duermo. Sara camina. Rumbo a un viaje de vacaciones. Volveré, dice. Pido tacos en un puesto. Donde vivo sigue con la puerta abierta. La interminable charla con gerentes de la empresa. La historia de Esparta y Atenas.

Soy el hombre

Soy el hombre que calla, el que cae y se queda allí sin mas. El que mira detenidamente a su alrededor y busca claves, llaves. El que abre parsimonioso el periódico de noticias sobre Marte y la luna. Soy el que salta de alegría por las rosas. Soy el que camina en la cuerda floja de un circo de provincia. Soy el que mira a los ojos al perro que mueve su cola al poder. Soy el que teje trenzas de urdimbre. El que camina entre la niebla y encuentra formas a las nubes. Tu me miras y te confundes. Nada sabes de mi. Yo me escondo tras la máscara de mi rostro. Soy el que descubre al que miente y hace creer que le cree. Soy el que lee para tratar de comprender el tiempo, el espacio, la materia. Soy el hombre que ha muerto. El que ha vivido. El que ha soñado. Soy el micro de la micro historia. Escribo de la memoria. En el agua, el fuego o el viento. Soy el de las espinas para la corona del Cristo. Soy el que soy siendo a la vez el otro. El que se fue, y viene. El que empuña la espada. Y saca filo...

La vida

La vida, un salir a nadar en el mar para encontrar mi barco. El propio. Unos se quedan en la playa a esperarlo. Otros entran y se cansan rápido y se regresan. Otros. Los intrépidos. Se meten hacia mar adentro. Y una de dos. Sucumben y mueren. O encuentran su barco. Y de allí a navegar.

El corazón

El corazón recibe los golpes de la vida y se agrieta. Y por allí entra libre el aire. Para vitorear la vida. Sin humo ni rencores. No es necesario nos cuenten sobre los golpes como rayo. Que lo parten en dos o mil. Y se sufre irremediable. Parece el acabar del mundo. No hay consuelo para el corazón. Se sufre. Duelo tras duelo. Solo la música de Debussy. Y caminar en el crepúsculo. Pará darnos cuenta del tiempo inexorable. Que pasa sin remedio. Día a noche y noche a día. Y así. Mientras nosotros la guidos nos vamos. Hay golpes en la vida tan fuertes. Dice el poeta. La muerte. La irremediable. Nos vamos paso a paso.

Silencio

Silencio. Donde callas, aciertas. Es preferible. Hay temas para pensar. Muchos. Las imágenes se suceden. Silencio es oportunidad de oración. De conectarte con el cosmos. La nada. Lo que somos. El silencio es el futuro del hombre.

Usted

Usted sabe. Los efectos. Los actos. Los cactus. Usted sabe. Las siñias. Las eñes. Las señas. Usted me ripia. Me arreola. Apreruja. Acorralar. Me añade. Usted me rafia. Arrala. Añeja. Es raro, mas sucede. Por más que más o menos. El camino bifurcado define. El destino vuelca. Por eso de pronto terremoto. La ola salta al doble. La piña vuela. El libro es roto. Y vuelven las andadas. El arenque busca la malla. En la red el pescado boquea. Más usted rifle. Ríe. Rosa. Usted flor. Ventila. Aroma. Y nada. Bulle. Nada acomoda al tiempo. La clase es sobre género y número. Apenas acomoda. Y pasa. Todo pasa. Serrat: lo nuestro es pasar.

Flor de la tristeza

Flor de la tristeza. Permanece junto a la flor de la alegría. No florecen al mismo tiempo. Se alternan. Chupa energía de los que viven cerca. De los que se acercan. Nadie la busca. Muchos la encuentran. Y no entienden. Crece en uno, a veces. Y sublima en ese entender sobre origen y destino. Pesimismo puro. De na saber a dónde, cómo y por qué. Da sus frutos esta flor. Qué es muerte. Polvo. Renacer. Le cantan. Por hechos y sucesos del pasado. Y marchita prematuro caras. Y allí está. Con letrero de responsabilidad personal.

Flor de la tristeza

Flor de la tristeza. Permanece junto a la flor de la alegría. No florecen al mismo tiempo. Se alternan. Chupa energía de los que viven cerca. De los que se acercan. Nadie la busca. Muchos la encuentran. Y no entienden. Crece en uno, a veces. Y sublima en ese entender sobre origen y destino. Pesimismo puro. De na saber a dónde, cómo y por qué. Da sus frutos esta flor. Qué es muerte. Polvo. Renacer. Le cantan. Por hechos y sucesos del pasado. Y marchita prematuro caras. Y allí está. Con letrero de responsabilidad personal.

Flor de la nostalgia

Enredadera es la flor de la nostalgia. No pide más, no exige. Más allí está. La alimentan de memoria. La humedecen con recuerdos. A veces lágrimas. O sonrisas. Al verla sólo. Basta con entrecerrar los ojos.  Abrir un libro. O volver a lugares donde fuimos felices. La flor de la nostalgia mata si no se le sabe manejar. Tiene reconocimiento. Su raíz es como la nuestra. No vive sin nosotros. Y nosotros sin ella. La flor es gris la más de las veces. Y gusta más a los tristes y los viejos.

Flor de la alegría.

Flor de la alegría. Esta nace dentro de ti. Con tus buenos pensamientos nace. Por hacer el bien crece. Y la riegan los buenos sentimientos. Vive por todos lados. Aunque no en todos lados. Es bien vista. O bien recibida. Se le confunde a veces con liviandad. Que bueno. O con coquetería. Pero es natural. No la tienen los amargados ni los tristes. Ni la quieren. La flor de la alegría tiene un perfume de vida. Y parece que hay más luz por donde crece. Brilla en la oscuridad. Y nunca deslumbra de día.

Flor de mercadotecnia

Flor de mercadotecnia es muy común. Abunda por todas partes. Es barata si la compras, no tiene valor. Valor humano. Es plástica o de silicón. Se le mira por todas partes. Aparece en radio y televisión. Como si fuera artista. Más no tiene visión. O solo visión de lucro. De la inmediatez. Corre a prisa. Abunda en los bancos. En las financieras. Y se anuncia con neón.

Flor de esperanza

Todos tienen en su patio frondosa flor de esperanza. Y a pesar de frio o calor extremos de clima, sobrevive. A veces necesita humedad. O caricias. Palabras lindas. Y vive a pesar. Se crece en lo austero extremo. Y canta en el suplicio. Respira en el fuego. Todos la tienen en su casa. Hasta el que cree que no.

Flor de ausencia

Todos la conocen. Flor de ausencia. La misma de la indiferencia. Vaga y firme. Señuelo del olvido. Pez abisal. Poema de las coincidencias que son pasado.

Flor de paz

Anhelo la flor de paz. Por rara. Porque se da en pocos lugares. En pocos hogares. Porque le sucede que a veces no se le reconoce o se le ignora. La flor de paz tiene sonrisa ausente. Y voz clara. Necesita mucha humedad y sonrisas. Si la buscas no la encuentras. Si no la buscas se te aparece en solitario. Cuando los crepúsculos. La flor de Pa, muy estimada, es muy tímida. Y crece en los corazones de la gente buena y sencilla.

Flor de guerra

Flor de guerra. Fuerte y Serena. Celebras domingo. Con esa luz de sol que nubla tus ojos. Enfrentas tumulto de lunáticos. Defiendes la humildad y la sencillez. Flor que se prende en la solapa. Destierra rutina. Ignora la prisa y afán de lucro. Flor de guerra a favor de lo humano. Donde ríe al mostrar las cartas de vida. Flor para defender a la amistad. Flor de alabanza. Flor de palabras. Flor de abrazos. A veces se viste con pétalos de tristeza. Solo para reconocer la alegría. Solo es por eso. Y cada día, aunque en especial los domingos.

Algo quede

Escribe. Escribe. Escribe. No hay más allá. Si algo queda, quedé la palabra. Una sola. La que nombra al ser nombrada. Por eso escribe. Nada te distraiga. Nada te frene. Escribir es retar a la memoria y el olvido. Es buscar fantasmas. Y seguir camino. Escribir es dialogar con los ausentes. Escribe. Sobre la rutina. Las hadas. Sobre la esperanza. Sobre el amor ausente. Escribe. La Torre de Babel tiene las puertas abiertas. Una escalera. Guardias férreos. La palabra escrita es una chispa en la rotunda oscuridad de la caverna.

Si de pronto

Si de pronto cae una manzana frente a ti. Y no recuerdas lección alguna. No te dice nada. Y es más bien la que ofrece Eva a Adán. Es un tema de momento. Y es esa precisa manzana. Rotunds y roja. Madrugada. Libre albedrío de pecado y condena. Cae la manzana. Y elucubraciones aparte. Y tratas de sacar conclusiones. El alma en carne rosada. Dulce y suave manzana. Es un poder de naturaleza I cierta. Dios bueno está en todas partes. Cierras el libro. Un sueño. Si de pronto cae. Caes en cámara lenta. Un ronronro de gato detrás de la puerta. Y oyes un buenas noches. Como eco entre sueños con manzana.

No solo de pan

No solo de pan. No solo. En una ciudad de luz. Acaso neón. Un hombre sentado en la acera pide dinero. Se le acerca una mujer esplendente. También de luz. Y se inclina en todo su esplendor a dejarle un billete. Él la había avistado venir desde lejos. En toda su magniprescencia. Su caminar como de ola. Vestida con ropa ligera, por verano. Al momento de ella inclinarse y él ver algo así como divinidad mítica, le suplicó débil: señora, no sólo de pan vive este hombre

Me hago presente

Me hago presente. Alli donde estás. De una y mil maneras. Astilla. Templo. Humedad. Porque enferma frenar el suspiro. Allí estoy sin más. Donde falta el hambre. Las ganas de temblar. Indignado. Si hay que levantar la mano y decir la palabra de reclamo. Estoy en lo público o privado. Para impulsarte. No a pelear. Si a no dejarse. Alza el vuelo. La vida no es en blanco y negro. Tiene millones de matices. Estoy en la espina. En el mal hábito y consejo. Rompe paradigmas. La concupiscencia no es pecado. La inacción sí. La muerte en vida. Yo me hago presente. Y sonrio con tu movimiento de vuelo.

Acto reflejo

Todo acto lo repite el espejo. Cerca o lejos. Por ejemplo China o cualquier lugar de oriente. Lágrimas o risas. Un salto. O el mero acto de escribir. Con las mismas palabras e imágenes. Como eco. Acto reflejo. Mirar hacia el espejo. Besar el espejo. Ahora mismo yo escribo. Y en otro lugar alguien como yo escribe exactamente lo mismo. Porque siente y piensa lo mismo. Si canto, canta. Si salta, salto. De eso sabe el espejo. Yo aquí he dormido. Y sueño que en Oriente a fó. Y alguien de por allá sueña y escribe lo que yo ahora.

Dos de educación para cazar humanos

Uno. Hace muchos años instalaron la tienda Liverpool en Villahermosa. Dotada de muchos departamentos de mercancía. Entre ellos electrónica. Y allí el de los videojuegos. Vi a un niño jugar persiguiendo personas virtualmente y atropellandolas con un vehículo. Ganaba puntos por cada persona atropellada. Y su padre aplaudiendo frenético y Entusiasta. Suouraba felicidad. Dos. Vi hoy un video en Internet en el que un niño rubio manipula a la perfección un rifle de asalto. Su madre, una guapa rubia lo alienta, lo reconoce, le aplaude feliz y frenética. Supura felicidad. Y le chocan sus manos. Felices. Alto grado de manejo del arma. El niño de aproximadamente cinco años.

Me gusta verte

Me gusta verte. Con sueños. Con anhelos. Canto de pájaros. Cascada de luz. Verte en el vuelo y canto de los pájaros. En el roc roc insistente del carpintero. En la eterna ola de mar que acomete a la playa. En las película. En los versos montunos. En las canciones de pueblo. Me detengo y evocó. Viento. Luz. Fuego. Me detengo y toco la caverna. Sus pinturas rupestres. Sus arcos y flechas. Fruto maduro. Miró un avión que surca el aire. El intenso azul del in. Enso cielo. Me gusta verte en todas partes. Dios apocalíptico con tus guerras. Tus fa ricas de armas.la industria de enfermedad y muerte. En todas partes estas. En ninguna parte te busco. Danzamos en la efervescencia de la vida. Me gusta verte. En mi. En nosotros y ellos.

Vendrán otros

Vendrán otros. Siempre. Harán recuento de los daños. Elaborarán sus hipótesis. Y echaran manos a la obra. Pará recuperar espacios. Pará sanar, cicatrizar los daños.

Me llama y reclama olvido

Me llama y reclama olvido. Ya te olvidé también, lo grita fuerte, con enojo. El numero no lo tengo registrado. Por lo tanto no se su nombre. Tampoco reconocí la voz. Numero equivocado. De seguro. Lo registré con dos palabras. No contestar.

En carretera de noche

En carretera, manejando de noche, no miras las luciérnagas. Las piensas porque las llevas contigo. Anoche sábado. De pronto en uno de esos pueblos de Hidalgo que se ven a lo lejos. En su feria estallan fuegos 🎇 artificiales multicolores. Rompen agradable la densa oscuridad de la noche. Una maravilla. Pero maneja, porque vas a chocar. Ni Dios lo mande.

Juelfo

Juega al elfo con los vecinos. Cada quien cabalga su unicornio. Gatean los gatos. Perrean los perros. Vacunan los vacunos. Se chivean los chivos. Ríe el río. Amar la mar. Solo y loco con el soliloquio.

Te dirán

Te dirán de ogros y princesas. De villanos y guerreros. Te dirán de los mil muertos en batallas. De las trampas de la vida. Te dirán que portarse bien es lo mejor. Y del pecado. Camina mientras escuchas. La vida no tiene fórmulas para vivirla. Te dirán que comas esto y esto no. Es tu dilema. Escudriña. El pensar es lo que genera tristeza. Por si acaso toma café o agua simple. Toca la guitarra. Lee. Te dirán que la esperanza muere a lo último. Que las guerras son necesarias. Que el amor es un cuento. Que resulta el sacrificio. Te venderán salud. Salvación. Noticias. Cielo. Te dirán que es tarde. Que el tren se ha ido. En tanto tu observas al carpintero insistir en el árbol.

Nuevo dia

En la esperanza del nuevo día fijamos nuestro sueño. Una marmota  uenta las estrellas. La sirena canta. Y el nuevo amanecer con canto de pájaro te reitera el ser en el estar aún. Por eso café y canciones. Por eso las sonrisas. No te apartes del martes o domingo. El nombre del dia no omporta. Es tu interior. Si, espejos rotos para el ego. Si, los ritos del mismo ego que disparan sin sosiego. Por eso. Bienvenido el nuevo día. De rosas y carretera. Cuando voy es que vengo. Pará ir de nuevo. Allá, si, en ese lugar hemos de encontrarnos. Ya sin las prisas. Sin el fuego que concentra atavismos. Nos hemos encontrado. El tiempo nuevo es de dicha. Buenos días, sábado. Bienvenido. Ya empiezo a despedirte.

Tarde de viernes

Tarde de viernes. Sol en despedida. De recuerdos. De respirar nostalgia. Por la tanta vida. Palabras que reverberan. Con la luz de sonrisas. Ya no están muchos de entonces. Nosotros estamos un tiempo. La brevedad de la vida. Esta parte de la geografía. Mapa de lo que fuimos. Caminos por donde no hemos de volver. Y vamos a otros días mientras tanto. Azul de tarde con naranja.
Sentado frente al río yo me río, como Diógenes. Y como un Demócrito en referencia a,  me quiero bañar dos veces en esa agua. Usese la mar pars amar. La misma. El cura no dice amén, más bien amén. Sentado escudriño sobre el yo y la nada. Sensación de loco. Divagar. El agua del río pasa frente a mi. Fresca, cantarina, transparente. Y se va en una constante maravilla. Yo sigo aquí, en la orilla. Recuerdo el pasado. Y de pronto el agua vuelve atrás. Remonta.

Te dirán

Te dirán que hace calor o frío. Que no es su tío y menos su papá. Que de que le sirvió estudiar si no tiene trabajo. Que el elefante requiere dieta. Que la hormiga trabaja demás. Te dirán que necesitas caminar. Que te miras enfermo. Te dirán que leer para qué, que es perder el tiempo. Que sueñas demasiado. Que el amor no existe. Que los patos ni las gallinas vuelan. Que ahora los patos yo le tiran a las es óperas. Que el que escribe muere de hambre. Que se operó, que es un bueno para nada. Que es mayor. Que es menor. Que la música requiere palabras. Y así se van por el sendero señalando a los demás. Yo fumando espero. Y se que las rebajas de enero no me motivará. Que un día el menos pensado llegará el final.

Eres

Eres el espejo. Una nube viajera. Un obelisco blanco a la orilla de la ciudad. No estamos. . Una página de papel periódico de ayer. Un mango pasado de amarillo. Un cuerpo de agua detenida. Una fotografía de ola en sepia. Eres un fantasma encarnado. Vamos a ver. Caen las hojas, cierras los ojos. Recuerdas. Una promesa no cumplida. Aquella canción que pasó de moda. El modo especial de decir quizá. El espejo se quiebra. Las imágenes pasan a mil por hora. Eso eres. La memoria fallida. El recuerdo que nadie recuerda. Pasaron los años. Alguien escribe un libro. Alguien sueña con escribir. Adoro la calle. La esquina oscura. Nunca más, repite el cuervo de Poe.

Agosto

Llega al fin agosto con el gusto del tiempo. Palo dado. Saludo a Dios. Desde un Jardin florido con sol. En un ático de casa en la 27 de Brownsville. Saludos con buenos días. Y canto de pájaros. Y monotonía del frotar de elitros de chicharras. Pasa un camión de servicios municipales. Otra vuelta con agosto. Otra estación de dial. Vuelta de tuerca. Y celebró la vida. 13 y 30 familiares. Tomó café. Rutina de jueves.

Buen jueves

Buen jueves. Listo el café. Asómate a los colores del día. A los aromas de flores. A las tibias sonrisas. La vida es la maravilla. Tu vida es única. Escucha ruidos, cantos y silencios. Mide tu estatura. Y el universo. Lo eterno es la palabra de lo inpensable. Amor y paz. Buen jueves. Buen día di a espejo. Te miras viejo. Los cerros y visten de verde. Echa una carterita. O camina. Es jueves. Y para el tiempo le es I diferente la vuelta de rueda, planeta o tuerca. Lee poesía. Vive poesía. No lo entiendo. No. Hay chispas en los encuentros. Incendios raros. Pedernal. Vamos andando.