Sobrevivo

Inalterables a los designios del destino, sobrevivimos. Entre máscaras fehacientes y suspiros. El lirio es un lirio. Lo mismo la rosa. Y no florecen para alguien. Solo para sí. El hombre es un muñeco de carne alucinada que transita un breve tiempo por la vida. Y fatuo se cree y actúa como eterno. Se consume en rencores y odios. Sin lustre bota por la borda la paz. Y lucra con la guerra. Miente. Miente para alcanzar sus objetivos animales. Sobrevive. Entre holas y olas. Solo eso. Tengo un sol que me alumbra. Y un pozo donde caigo. Salgo. Camino. Sigo. A veces. Leo a sorbos. Escribo a gotas. Pará todos. Ti. Nadie. Que importa.

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