Vigilia dos
Todo tiempo vigía de la llama. De quien se tira al mar proceloso o turbio río. Que las hadas se comporten a la altura del cuento. Y las musas ocupen su tiempo en democratizar inspiraciones. Vigilia para mirar en el movimiento el hastío de pretender sea todo mío. Y al ego y orgullo darles veneno que los mantenga quietos, pero vivos. Vigilia para que la amargura y tristeza tampoco se propasen. Un poco de ello es bueno, para activar la nostalgia. Vigilar el movimiento del tiempo. Y la causa y el efecto. Y el origen del afecto. Trascender la oferta y la demanda para que no sean presas de la usura. Raposa cruel.
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