Agua (2)

Cuando la lluvia serena viene, damos gracias a Dios. Lava rostros y hojas. Satura los colores de vida, intensos o suaves. El mundo es la realidad nítida, coloreada con primarios como en la niñez. El agua baja cantando y atraviesa campos, riega sembradíos.
De tiempo acá esto es otro asunto. Desviamos cauces, rellenamos bajos, ocupamos vasos, para luego controlar por intereses, a la memorial que busca, en gravedad, su espacio.
Alcemos la voz y el puño.

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