Tengo tranquila la conciencia

Tengo tranquila la conciencia. Hunden otros la cabeza en la tierra. Yo entre las nubes para tocar entre sueños los planos de la dicha. Todo es posible. Menos esconderse de la mirada  que escudriña. Sobre todo si es de noche. Cuando las estrellas. La conciencia me mira cuando solo y reclama ante el espejo. Cura el ego y ataja a la envidia. Me dice a gritos. Yo bajo la cabeza. Clamo al unicornio. Y con su cuerno señala hacia el futuro. Vamos. Digo sun detenerme. Hemos dado vuelta a la noria mucho tiempo. Aunque ese sea al final de cuentas el destino. Entre las nubes mi cabeza. Ansío por eso el sábado o el lunes. Otro diario. Otro espejo.

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