¿Sirve para algo la Filosofía?
¿Sirve para algo la Filosofía? Hasta la pregunta ofende.
El sábado pasado, con algo de tiempo para el descanso, me
puse a revisar si había en Netflix una serie sobre educadores que pudiera ser
de mi interés. Le hablé a un viejo amigo, para que me recomendara algo. Y me
dice: busca la serie Merlí; trata de lo que sucede a diario en una clase de
filosofía de preparatoria, y el nombre Merlí es del maestro, un pobretón calvo,
ingenioso, rebelde, a quien adoran los alumnos, le cae mal a sus compañeros
docentes, y tiene mucha empatía con las mujeres.
De inmediato hice lo que me recomendó el amigo, Lic.
Calabares, y busqué Merlí, la famosa serie.
Soy poco de recomendar películas o libros. Menos, series de Netflix.
Pero ahora lo haré bajo el riesgo de que se me vea mal. Y peor si se trata algo
relacionado con la Filosofía.
La serie Merlí es una producción de Veranda TV, y emitida
por Cadena TV3 de Cataluña del 2015 al 2018. No es perfecta la serie, por
supuesto, pero está interesante, en virtud que cada capítulo lleva el nombre de
un filósofo, y es lo que tratan en clase. Y de alguna manera lo que va
sucediendo en la vida familiar de los alumnos, lo que va sucediendo con la vida
del profesor Merlí, tanto en su vida privada, como con su relación laboral, incluida
la animadversión y la envidia que genera por su manera heterodoxa de su trabajo
en el grupo, está relacionado con el tema a tratar en cada capítulo. Así
desfilan los nombres de los Peripatéticos, Platón, Sócrates, Aristóteles,
Maquiavelo, Guy Debord, Schopenhauer, etcétera.
Desde la definición misma de Filosofía, de la importancia de
ella, pero también de su utilidad en la vida cotidiana. Es seguro que la
Filosofía enseña a pensar, a reflexionar sobre las clásicas preguntas de lo que
somos, de dónde venimos, el origen de la materia y la vida, el sentido de la
vida.
Ejemplo: en uno de los capítulos circula un video de Mónica
desnuda, alumna del grupo. Se lo envían entre ellos. Y el tema de ese día es
precisamente Guy Debord, el filósofo francés cuyos planteamientos refieren a la
sociedad del espectáculo.
Hemos tenido pocas oportunidades como estudiantes de tener
clases de Filosofía. Por ejemplo recuerdo que en la Escuela Normal (H.
Matamoros, 1975-1979) llevamos de materia Filosofía de la Educación, y en la
Facultad de Ciencias de la Educación, Historia de la Filosofía. Eso nos dio
cierta brújula en nuestra vida profesional
Y vale la pena decir que el vendedor de Coca Cola Vicente
Fox, que fungió como Presidente de México, de 2000 a 2006, hizo intentos
fuertes para desaparecerla de la currícula de preparatoria. Es seguro que los
muchachos revolucionan su pensamiento con las ideas de la Filosofía. Y empiezan
a preguntarse sobre el estatus quo, democracia, clases sociales, capitalismo,
miseria, plusvalía, y por supuesto que todo ello no conviene al poder económico
y político. Por eso el afán de soslayarla, de hacer como que no importa.
La Filosofía es ese conjunto de conocimientos que como
chispa enciende el pensamiento para que te des cuenta que existes, que eres, y
que el sentido de la vida del ser humano no es convertirse en un trabajador y
consumidor de productos que no necesita. Solo eso.
Además te quieren hacen sentir que la filosofía es solo para
gente inteligente; o que solo los grande pensadores pueden hacer Filosofía. El
ser humano necesita estructurar su filosofía de vida, que le permita vivir en
paz y tranquilidad en este mundo confuso de esclavitud moderna y adocenamiento
ideológico.
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