Cuando no digo una cosa
Digo otra. La vida no es un juego de casino o de mesa. Tampoco el patíbulo donde nos enjuician por nuestros errores. Es un cuaderno de apuntes donde ensallamos la marcha de los días. Y los sonidos son barullos de cenicienta. Sostengo al mundo en mi mismo. Piojo minúsculo en la inmensidad del universo y la veleidad del tiempo. Atesoro sueños y palabras, manera de perder el tiempo. Es más útil arar la tiera, sembrar la semilla y contra todo celebrar el fruto. Y no andarse por las ramas, en los cafés, perfiles de ocasión, evitando el texto. Y hablé con ella todo sobré mi madre en volver. Que caso. Que necesidad. Este perro norteño no es andaluz. Y escuche desde el fondo una canción de José Alfredo cantada por la Vargas. Es que digo una cosa en vez de la otra. Al revés se verla. Oh. Luna.
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