Oda al silencio

Ni que. Otro día más con luces y sombras. La algarabía con bozal, silente la risa y los silencios altivos. Seguimos dando vuelta a la noria como afán de los días sin afán. Sorbo a sorbo café. Y mientras las palabras señoras niegan a arribar, perezosas, lerdas, miro a ninguna parte. Mas sin embargo, como dicen los clásicos, caer es fácil, por la gravedad, mirar arriba o subir es una dinámica a contracorriente, como peces cantores, como cantantes bajo el agua. Escribo para nadie. Y nadie pide la palabra y dicta su discurso. Gracias a la vida. mañana el silencio será epitafio de tantos. Posteriormente el epitafio será para todos. Vamos juntos me digo a mi mismo. Al fuego las palabras, para que signifiquen al fin algo. Y al agua el silencio, el señor silencio. Dicho lo anterior, doy un paso al frente.

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