El durazno y la nada

El dulce olor del durazno y la guayaba. El aroma nocturno de las flores. El agua savia, clara, transparente. Todo va en el material de los sueños, ferrocarril de los recuerdos felices de la infancia, que conformó nuestra esencia de lo que somos. Se apilan los libros. Hacemos recuento de poemas y canciones. Transversan lineas y colores por la página de la vida. Un susurro leve es la vida. Es Nada.

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