Veamos

A la luz enceguecedora resisto hasta el dolor de muelas. Hasta qué me vence y cierro los ojos. Queda reverberante la luminosidad grabada en la retina. Camino en arco menguante. Y ante mi el punto de llegada se aleja.  No hay más. Burbujas de jabón revientan luminiscentes. Respiro profundo, una y dos veces. Pregunto a la nube y a la luna. Hablantinas de siempre guardan silenció. Hay más mientras tengamos tiempo en que las venas destaquen sueños prehistóricos. Vamos a ver. Explicaba bien el ciego. Hagamos prueba de vida sentenciamos. La muerte se sentó en la mesa como invitada especial. Que coma y beba la muy mula. Y rayemos nuestro nombre de su lista. Mientras haya vida hay tiempo. Acodado en el rincón paz en la guerra y salud, pido. Bienaventurado el hechizo del amor.

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