A vuelo de pájaro

Las nubes, esas de la tarde. Más allá el azul celeste. Y la maqueta en su tamaño normal de serpeantes ríos y carreteras, caminitos, montañas, lomerío. Uno viaja como suspendido, liberado de la preocupación por la muerte personal y los cercanos. Llega una lágrima, el recuerdo atiza. Esos momentos  permanecen en gerundio como decir vida plena en pasado. Inventario de lo vivido y lo soñado. Una canción. Un abrazo. Una mirada. A vuelo de pájaro todo frío en el ambiente. La algarabía como uniforme. Las indicaciones precisas para espantar la muerte. Mis bendiciones y las propias. Uno no es lo que quiere, dicen cantado en la radio. Este destino es un pájaro ciego y mudo. Y en la procesión vamos nosotros. Con hálito de vida.

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