Cascabel al gato

El cascabel ponerle al gato de siete vidas y dos alas amarradas, por si acaso escapar quiere de una de ellas. Por eso dice el ratón: es fácil, poner un cascabel y así cuando se acerque sonará y patas para qué te quiero. Y seguía la asamblea en la que cada quien presentaba la mejor queja y solución al eterno problema del gato y del ratón. El gato ronroneaba, haciéndose el dormido y escuchando cual más de argumentos proclives a terminar con esa vida suya muy de Ankara, con la mejor comida y de gatas cuando quiera. Al fin en sueños quedó y los ratones se asustaron y quedaron mudos ante el gato dormido. Moraleja. nadie tiene la culpa de su origen y destino, sin más.

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