Respirar vidrio

Los días tristes no son los de nubarrones con viento, ni los de lluvia. No son los de los destinos cruzados por la mala suerte, dicen, donde el gato negro se atraviesa. O cuando el autobús se va sin uno. Se pierde la maleta. Ni cuando no encontramos el papel para la carta. O no encienden los leños y decir humo es llanto. Los días tristes son cuando se rompe esa línea que une, desaparece el camino que nos lleva a nosotros. Los días tristes son cuando las ausencias y más las indiferencias se imponen. Y son días asesinos sólo si hay dolo. Transitar esos días tristes es destino con daga en el pecho, respirar polvo de vidrio. Y los ojos no tienen donde detenerse, dónde descansar la mirada. Línea suspendida; la llamada se irá al buzón del olvido.

Comentarios

Entradas populares de este blog

lecturas 20. Poemas de Carlos Pellicer Cámara

Rigo Tovar y Chico Ché

Max in memoriam