Cuaderno de Leonor Arrona

Ora de corazón a tu Dios. Que cada cual puede interpretar diferente. Imaginar distinto. Mas es el mismo. El todo. La nada. Coincidencia total. Ninguna hoja se mueve sin él. Y si está en todas partes. Lo está. Ejemplos: la sonrisa. Este resplandor. La música. Amor y amistad. El soñar e imaginar. El nacer. Un botón de muestra basta, por la flor. También la crisálida. La reiterada ola. Un hola con sonrisa. Por la ventana mirar la luna. El despertar. Sí, este despertar. Buen día, de corazón.

Buen día. Ha cantado el gallo por tercera ocasión. Amanece. Luz señorial. El resplandor destaca el color de las cosas y las sublima. Se aprecia mejor nuestro alrededor. Música en palabras y sonrisas. Cantar a la vida la canción de la amistad y el amor. Agradecer la vida. 

  Hoy doy a conocer que San Juana Vazquez Rodríguez, escritora y abogada, y un servidor hemos creado la página Matamoros- Brownsville, Historia, Educación, Cultura y Arte. Tiene el fin de publicar en ella todo lo relacionado con la vida de las personas que habitan ambos pueblos con los temas de Educación, cultura, historia y arte. Aquí nacieron, aquí radican, y en muchos lugares del mundo radicamos matamorenses y brownsvillenses, entusiastas, trabajadores, cretivos. Nos unen origen y destino, allí dejamos nuestro cordón umblical, nuestras lágrimas. Allí iluminaron nuestras sonrisas . Nos une lo cotidiano, el cruce de los puentes, el río Bravo. Nuestras familias y amigos de un lado u otro de la frontera. Juntos podemos hacer una mejor sociedad, solidaria y amante de la vida. El río Bravo no nos divide. El río Grande no nos separa. Para ello están los puentes por los que a diario transitamos (estos días con las limitaciones por la pandemia). Les llegará la invitación a dar Me gusta, y si

Hay días que pasan como agua. Fluyen. Otros como camino de polvo y flores. Atosigan, alegran. Para ser feliz no se requiere mucho. Empezando con la vida y salud. Y si tienes a la mano música de Debussy, un café y tarta de manzana. Y la posibilidad de la claridad del día. Este que pasa. Y la oportunidad de las imágenes con palabras. Cada día va siendo fenomenal. No olvides las semillas de bondad y verdad. También las de calabaza que se convierten en autos. Y las de claveles por recordar paraísos. Sumarle miel. Hay días como este. El del presente. No lo cambies. La felicidad es una herida dulce que sana. Y es la vida misma. 

Fotografía tomada en Irlanda en 1972, de una chica disparando el arma de su novio herido en una batalla contra el ejército británico (Él sobrevivió luego de ser transportado a un lugar seguro, ella enfrentó a los soldados británicos hasta ser asesinada). Cuando el comandante del batallón inglés descubrió que habían luchado contra una mujer, ordenó a sus soldados que no tocaran su cadáver y permitió que los irlandeses la enterraran. Éstos escucharon al comandante inglés exclamar; — "La reina no se preocupa por nosotros como esta mujer se preocupó por su hombre y su tierra". La foto fue elegida para el día de la mujer en Irlanda, junto a la frase: "No tengas miedo de estar asociado con una mujer fuerte. El día puede llegar y ella será tu único ejército".

La vida es provisional. Ícono de lo efímero. Estampita en sepia para el recuerdo. Estampida hacia atrás de la memoria. La muerte, en cambio  está más cerca del olvido que del nuevo día. Sin embargo es viaje hacia otra luz, la verdadera,  la permanente. Nostalgia, señor sol, por los buenos días. Por los buenos momentos del presente

GORKI, Máximo. La madre. POLITZER, George. Principios fundamentales de filosofía. MAKARENKO, Anton. Veinte conferencias sobre educación infantil. RULFO,Juan. El llano en llamas. SAINT EXUPERY, Antoine de. El principio. RIUS. Eduardo del Río. Filosofía para principiantes. La panza es primero. Etc. ROSSEAU, Juan Jacobo. El contrato social INGENIEROS, José. El hombre mediocre. PONIATOWSKA, Elena. México 1968 REVUELTAS, José. El apando. Los muros de agua. Y otros. PONCE, Aníbal. Educación y lucha de clases. HARNECKER, Martha. Principios fundamentales del materialismo histórico. RIDING, Alan. Vecinos distantes, un retrato de los mexicanos 

Siembra semillas de amistad. Son tan necesarias en lo humano, como las del amor. Crecen con encanto y dicha. Hay que regarlas con frecuencia para que no sequen. Sus fertilizantes principales son la verdad y la comprensión. Crecen con palabras motivantes. De pocas semillas brotan muchas plantas. Y hay otras que se parecen, casi idénticas, pero no lo son. Pocas subsisten a pesar de las tormentas. Fuertes vientos las pueden doblar, pero no se quiebran. Las plantas de la amistad no necesitan probar que lo son. Las verdaderas no se secan con el tiempo. Tampoco con las ausencias de años. Icónicas de lo humano, las flores del amor y la amistad, lo son. 

Siembra lo más posible semillas de verdad. Es una planta que se da fácilmente, pero casi nadie cuida. Su flor es apreciada y despreciada a la vez. Es una flor que no adorna, y además incomoda. Todos dicen preferiría. Pero en realidad  pocos la escogen. Dicen que los niños sí. Y que los borrachos también. Mas nadie les hace caso. Dicen que esa flor nos hace libres. Que no vienen en todos los libros. Y que genera muchos enemigos. Asesinatos se cometen en su nombre. 

Cuando el tiempo desdibuje tu rostro en mi memoria, iré al mar. Sentiré como las olas baten mis pensamientos y atraparé, por última vez, los momentos que juntos vivimos. Y entonces, dejaré mis poemas en la orilla para cuando te bese la mar, abraces mis recuerdos.

En lo posible e imposible siembra semillas de bondad en tu corazón. Y cúidalas. Requieren tibieza y humedad. No tanta que se quemen o ahoguen. Suficiente. De vez en cuando diles palabras tiernas, dulces, algún poema. De vez en cuando ora por ellas. Y pasa tus manos acariciando el humus de tu corazón. Y allí van. A veces los actos de otros las pretenden matar. Sé paciente. Si lo logran, vuelve a sembrar. La bondad es la mejor siembra humana. Y sus flores son de lo mejor. 

Estimado Juan, qué prisa por ir adelante en la fila de salir de la vida. Qué prisa si teníamos pendiente reunirnos de nuevo. Si dijimos en el convivio de los 40, que al 45 iríamos y que se rifarían silla de ruedas, por nuestra edad. Y seguir cantando y contando de nuestras aventuras en la vida. Sin embargo lo real es que te has adelantado, y nosotros te seguiremos pronto, en virtud que es la Ley de la vida. Ve en paz. Cumpliste como padre, como esposo, como hermano, como amigo. Construiste un nombre de tu cabalidad de hombría, porque fuiste solidario noble, porque fuiste bueno. Porque sembraste amistad y amor en este mundo dificil. Porque sembraste valores en el trayecto de tu carrera profesional tanto en alumnos, padres de familia como en los compañeros maestros. Aún recuerdo con pena, cuando estuvimos juntos en uno de los convivios de cumpleaños del grupo. No sé si fue el 30 o el 35 aniversario de egresados, ya pasamos el 40. Juntos tú, el Gordo Villela y el que te escribe. Y les dij

El porvenir radica en el despertar. Aquí tiene su sede. Este es su elemento, el amanecer. Ese brillo de luz que crece ante el estupor de la mirada. Sitiada por el destino inexorable de la muerte. Desdichada suerte que el destino asigna a todo ser vivo,  sin excusas ni excepción. Mientras tanto a reír amando. Que la vida con salud es dicha. Gracias demos al Mayor por este destino incierto.  

Gracias por el despertar. No quiero más, con mi salud tengo. Cierto, que salud tengan los demás. Todos en particular. Para llegar también todos salvo. A la noche mexicana. Y de ser posible a navidad.  A ti, Mayor de todos los destinos y caminos, clamo. Y a sonreír por el bello día.

Este día. Se presenta muy formal. Con su luz como gabán. Para darnos el presente. De luminosidad. Luz. Luminiscencía. Ideas frescas para caminar, con la frente en alto. Maravilla con conciencia natural. Agradezco al Mayor, por este obsequio. Que me permite seguir la ruta con esperanza. Belleza del nuevo día.

Agradezco el nuevo día. Con su luz de esperanza por un presente mejor. Y con la certeza de saber que cada instante está bajo mi responsabilidad el vivir a plenitud cada instante. Seguro que sonrías o no, de todas maneras se va. Mientras tanto ¡música y poesía, maestro! 

¿Y cómo no agradecerte la tibieza que provocas con este sol que ya se asoma? ¿Y la saturación de color en las cosas? Buenos días. He despertado. Y al momento veo mi lista larga de cosas buenas por agradecer. Música, libros, sonrisas, las plantas con rocío, etcétera. Entonces me echo un clavado a la vida para seguir soñando. Y me digo: despierto. Y es motivo suficiente para agradecer.

Hablemos del mar. No del mal. De sus altas olas. Del bullicio y su rumor. De los pecesillos de colores. De los barcos de alta mar. Del mal no más. Nos fulmina tanto pensamiento de esquirlas de olor fétido. De ambulancias. Del luto nacional. Hablemos del mar. De la primera vez. De cuando niños de la mano de mamá. Del jugar en la arena. De los castillos. De las letras que escribimos dentro de un corazón. De tanta risa. Y de la luna reflejada en el agua. Del mal me cansa. Como polvo de vidrio,  me daña. Espero en el cercano mañana mi cita con el mar. Y echar a navegar mi barquito de papel, que es mi corazón. 

Desterremos el tedio y la rutina. Lo repetitivo que nos cansa de tanto oírlo. Y esa maldad en el ojo. Y esa mano que dispara. Sea de otro tiempo la barbaridad de cazar todo animal. Y no solo el elefante y el tigre de bengala. Demos vuelta a la página. A partir de mañana seamos otros. Que el paraíso sea la mirada noble y la sonrisa en lluvia de oro presagiada.

Con este mal y sus noticias se baja mi moral. Y digo basta a las noticias de ese tipo. No me digas nada del odio o guerras fratricidas. Nada de amores rotos o suicidios. Ni de niños abandonados. Tampoco de miseria o pobreza. Quema de libros o traiciones. Dime del olor a lluvia. De la compilación de besos en cinema paradiso. Hace tiempo dejé libros a la mitad. Busqué ramos de rosa secos. Y todo paso fue al olvido. Anoche me entretuve en un sueño. Esa realidad paralela de los libres. Imágenes a color y humedad. Escenas a veces del suspiro. Háblame de un cuento. Otoño al mediodía. 

Buen día. Del sueño, despiertas a otro sueño. Y te levantas. Abres la ventana. Viento y luz te acarician. Buscas en el sueño un café, una sonrisa. Los encuentras. Entonces despiertas.

Carta a Héctor Urbina Berrones, mi maestro de 5o año de primaria en la Escuela Cuauhtémoc, en la Treviño Zapata, de Matamoros, Tamaulipas Héctor Ayer miré una fotografía en el muro de mi amigo Sergio Chávez, maestro y escritor, compañero de la Normal Mainero. Y en su pie de foto decía, "su peluquero siempre le decía Luis Aguilar”. Yo miré la foto y no me di cuenta, porque no sabía que eras familiar de él, lo que se llama familiar político, tu yerno, esposo de Nancy, que no sabía que su Urbina de apellido es por ser tu hija. Luego en el transcurso del día no supe nada, hasta que una amiga abogada escritora de Matamoros, San Juana Vázquez, a la que también le diste clase en primaria, me mandó el mensaje donde avisaban de tu fallecimiento. Sí, estamos de acuerdo, en que en un momento determinado nos tenemos que ir, pero no nos resignamos que se vayan quienes queremos de corazón. A quienes tenemos mucho que decirle y no lo hicimos, como es mi caso contigo, Héctor. Apenas hace semanas

La promotora cultural tiene varias facetas. La más importante es la quedase de iniciativas ciudadanas. Porque la que realizan las  instituciones culturales se dan en circunstancias muy distintas. Parten de un presupuesto público y tienen los espacios disponibles. En cambio quienes lo hacen desde la ciudadanía lo hacen con muchas dificultades, perdone compensación, con mucho entusiasmo y se sustenta como base fundamental en la solidaridad y en el amor al quehacer cultural. Hace días tuvimos aquí en Tabasco, en suertera edición el festival de poesía pintura, Solsticio de verano, organizado y promovido por muchas personas en equipo, pero con el liderazgo de Mario Ávila y Rosy Perez.  Ellos llaman, convocan,piden, solicitan, nombran, hacen llamadas, conjuntan esfuerzos, y hacen magia, logran que una cantidad amplia de poetas y pintores se confabulen unan las herramientas distintas de la plástica y la literatura, y nos ofrecen un conjunto de obra sostenido en el formato de pendón, que signi

Hoy nos despertamos con la noticia de la muerte de la doctora María del Rosario Piñeiro Ramírez, a quien conocimos cariñosamente como Charito. Y es como toda muerte una baja sensible para esta ciudad en estos días de pesadumbre, días lentos, calmados, pero que en esa calma guardan mucha esperanza, mucha fé, pero también miedo de ver por dónde la muerte corta vidas. Y siendo especial todo fallecimiento, porque hay familias y amigos, hay huellas y emociones, hay muertes que son doblemente dolorosas, porque son de personas que realizan una labor de construcción permanente, de suma de voluntades. Es el caso de la muerte de Charito.  La conocí en la Secretaría de educación, al lado del maestro Héctor Sandoval, en la Dirección de Programas de apoyo a la Educación Básica. Nacida en Cuba, ella formó parte de los cubanos que por diversas circunstancias se encuentran dando todo de sí en el extranjero. Y siendo extranjeros entregan su tiempo y conocimiento para contribuir a soluciones nada fácile

Con azadón quitar la hierba a las palabras. Para que sola quede, y pueda decir lo que quiere. Mas no basta. Se requiere agua, humus y sol. Nutrientes. Para que crezca sana. Y diga lo que corresponda. Lo que se requiere en el momento preciso. Mancuerna con el silencio. Acometer contra los molinos de viento. Y estar atento al rumbo de la tempestad. Y al ritmo del viento. Y no pretender ser flor al nombrar la palabra flor. Sino el acercarse tibio. Al aroma y color. A manera de sugerencia. Por ello hacer presencia. Sin etiqueta y menos postín. Sencilla. Alegre. La palabra. Decir lo que deba decir. 

Me estorban los 500 años anteriores. De lucidez oscura en los que la pólvora hizo diferencia. Me estorban porque diciéndome todo. Aumentan versos a un credo que no escribiré nunca. Salvo esas consideraciones. Ancla que nos jala de los pies hacia el fondo trastocando el vuelo. El preciso y necesario vuelo. Me estorba el peso muerto de los prejuicios que me acompañan, monstruos silentes que sacan la lengua desde el pozo de la noria. Lastre que nos sujeta, nos detiene, nos inmoviliza. Nos amarra la lengua, nos manea los pies, nos ata las manos. Mis padres traían sus alas, ángeles, amarradas a la espalda. Me parece ver en la historia del tiempo a los patos o gallinas, que tratan de emprender el vuelo, domésticas. Y al loro le cortan las plumas largas de las alas, para evitar se eleven. 

Algunos mueren en la calle. En el traslado. O en el estacionamiento del hospital. En espera de atención. Sin nadie cerca para las últimas palabras. Para el adiós con mano tomada. Algunos. Reitero, no todos. Otros en su casa. Ahogados. Ante la impotencia del hijo, de la madre. Llaman a un número. Les contestan que sigan en su casa. Que calma. Que ya va a pasar. Es en el hoy, la rabia por lo que sucede. 

Desatada la muerte, pasea, guadaña al hombro. Deja rastros de su paso en pueblos, barrios, vecindades y zonas exclusivas. No discrimina. Selecciona en un azar con carta abierta y ruleta rusa democrática. Indiferente al dolor y a la súplica. Sorda a los ruegos y oraciones. No la miro. De ningún modo la admiro. Ella en su trajín de oficio. Yo en mi trajín de vida. A su paso, dolor y llanto. Fúnebres cantos. Ella cabe en una rendija que le dejas por descuido. 

Está allí impaciente el camino. A la espera del viajero. Con viento que dá en la cara. Con agua del arroyuelo. Está allí con la nostalgia de otros tiempos. En sus orillas plantas con flores. En su fin otro inicio con otros sabores. Está allí la piedra. Serena. A la espera de constructores. A menudo la cogen trhuanes para lanzarla en rostros o a espaldas de ruiseñores. Está allí el tiempo. Con infinita paciencia. Triturador de orgullos y vanidades lo mismo que de almas muertas. Y está allí el cementerio. A la caza de genios con entereza. Y de locos doñadores. Lo mismo que personas de simpleza. Ya es otro día. Soñemos que la fiesta de la vida, cada amanecer empieza.

¿A poco no? A veces daban gana de rendirse. El estómago vacío lo.mismo que el bolsillo. Y a seguir caminando. Viviendo un presente y mirando un mañana muy real. Era un cuesta arriba muy pronunciado. Y lo.más fácil era un decir basta, hasta aquí llegué. Y seguramente nos iban aplaudir. Más no por reconocimiento. Aplauso al derrotado. Por lo mucho que luchó. Pero en el interior de ellos era envidia coronada. Daban ganas de rendirse al ver tanta pobreza. Para meter el hombro al viejo y sumar algo al ingreso. Pero tuvimos maestros que nos dijeron sigue al ver nuestra mirada. Tanto en la escuela como algún vecino. Sigue que la vida es así. Y sal a conocer caminos. No te rindas. Por ellos y por nosotros. Nunca permitimos las palabras yo me rindo en nuestro vocabulario. Al contrario. Cada día era menos. Emaunque esfuerzo duplicado. Cada día era saber que hay luz al final del túnel. Nos vino bien un abrazo camarada. Una palabra de luz. Un beso de ensueño. Cómo no ser agradecidos. 

Buscar hasta el cansancio. Hasta sentirse tranquilo. El móvil del destino. El singular inicio y fin. Debajo de las piedras. En el fondo del mar. En la última señal posible. Buscar en genes y átomos. Un dato que justifique a derecha o izquierda la ubicación precisa del hombre. Cabalgando entre generaciones. Lanzando piedras y señales de humo. Habitando y cohabitando. En el sudor acumulado. En el libro viejo. En las fórmulas. En algún lugar ha de estar el plano, la fórmula. El vasto bosquejo para los primeros trazos. Cuando nada, nadie. Solo la palabra. 

Buenos días. Sea martes o sábado. O cualquier otro día. A todos los que tienen esperanza.  A los sanos y enfermos. A los crédulos y sencillos. A los incrédulos que se cuidan. A los que tienen que salir a buscar pan y papa. A los que no crean ni difunden noticias falsas. A los que suben la cuesta. A quienes escuchan cuitas y tienen palabras bálsamo. A quienes juegan y ríen como niños. A los que se asombran aún de lo bello de la vida. A los soñadores. A los hacedores. A los amorosos. 

Lunes o sábado. Igual. Buen día a los desamparados, a los locos, a las ovejas negras. A los de buen corazón, a los solidarios. A los solitarios. Buen día a los especialistas en la derrota y a los humildes en el triunfo. A los artistas que aran letras, notas o colores en seca tierra. A los optimistas con razones. A los que calman con su sonrisa, con su mirada. A los que dicen palabras que subliman. A los peatones. A los que aman.

Hay hechos solo posibles en sueños. Porque la realidad es confusa. Porque lo ideal nos pertenece, somos sus amos absolutos. Esos hechos se presentan de pronto. Tienen risas, guiños, nombres y suspiros. Y entonces al tiempo vuelas como cometa. Y a la lógica le encajas tres ganchos al hígado. Hay hechos tangibles solo en sueños. El unicornio es un lugar común. Y las sirenas musan sin espera, en desnuda alma. Y despiertas.  Todo es confuso. 

Considerad. Se va el domingo raudo. Como cualquier otro día. No vuelve más. El tiempo se escapa cual voluta de humo. Debemos detenernos en la prisa. Y en la ensoñación de todo. Decid fuerte: yo quiero y puedo. Y empezad a contar las estrellas o los granos de arena. Si lo empiezas entonces cada día será distinto. 

Tomé foto a una flor. No se su nombre. Más de quince pétalos prendidos a un centro espigado color café. Sus pétalos naranja, desafiantes. Y la flor allí como si nada. Un moscardón se le pega. Y la flor como si nada. Y luego una mariposa empezó a rondarla. Que belleza. Cuando iba a darle click a la cámara para que la mariposa estuviera bebiendo miel de la flor, la mariposa se quita.  Belleza. No es mucho. Una flor, un moscardón y una mariposa. Me dicen que su nombre es margarita. El tallo de la planta es frágil. La flor nada necesita que la adorne. Y ni foto necesita.

Definición del amor Es hielo abrasador, es fuego helado, es herida que duele y no se siente, es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso muy cansado. Es un descuido que nos da cuidado, un cobarde con nombre de valiente, un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser amado. Es una libertad encarcelada, que dura hasta el postrero paroxismo; enfermedad que crece si es curada. Éste es el niño Amor, éste es su abismo. ¿Mirad cuál amistad tendrá con nada el que en todo es contrario de sí mismo!

. Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos nació en Madrid en 1580. Por todos es conocido su lado más canalla, tanto que en ocasiones el personaje llega a superar al poeta. En esta ocasión os traemos una anécdota que además de provocarnos risa, nos enseñará un poco (poquito) de literatura, ya que con ella sabremos lo que es un calambur. Isabel de Borbón fue la primera esposa de Felipe IV. Según muchos historiadores, en la época se la consideraba una mujer de noble personalidad y gran intelecto. Sin embargo, muchos se burlaban de ella porque padecía una severa cojera. Cuenta la leyenda que estando Quevedo junto a unos amigos en una taberna, apostó con ellos una cena y algo de dinero a que era capaz de decirle a la reina que era coja.  Sus compañeros de farra, tras reírse largo y tendido, accedieron a la apuesta, creyéndose fácilmente ganadores. Don Francisco marchó y por el camino se hizo con dos ramos de flores: uno era de rosas rojas y el otro de claveles blancos. La

Juega. Al gato encerrado. A las escondidas. A las adivinanzas. La vida se va sin dudas. Y siempre.pre la tomamos tan en serio. Juega. Si ko lo haces, de todas manera se va. A la risa. A las palabras del revés. A que somos cantantes internacionales.  No es momento de dudarlo. Ríe a plenitud. Salta, suda. Cada día sin jugar es un desperdicio. Cada día si  reír es una estocada al cuerpo.