Iniciar el día

Sólo iniciar el día es ya ir con ventaja. Un coro celeste se acompaña con la mandolina de la infancia. Silbo una melodía que aprendí en la secundaria. Y la repito cada vez que tengo ganas. Río. Y sabes que faltas. Para qué resolver crucigramas si la vida anda en otra rumba. O bien resolver el crucigrama con tu mano, eternamente, dice la canción esa que evocamos al azar cuando la circunstancia nos guiña un ojo.

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