Puntos de referencia
Antes y después de los dos puntos de referencia personales, nacimiento y muerte, intuyo que nada hay. Si acaso algún recuerdo por unos meses, años quizás, para lo cual ayuda la fotografía, alquimia del instante. Después el natural olvido en el tiempo inmemorial. Mientras tanto escribamos con nuestro sudor el poema sin olvidos ni palabras. Ganemos el pan con el sudor de los labios, y como magia brotarán palabras que hagan crecer las plantas. Sólo que sea por eso. (corregiré)
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