La lucidez de la misión cumplida

Podemos dormir tranquilos,  porque hicimos plan el día. Arreglamos un poco el mundo, esas guerras fraticidas y el canal del agua simple se corrigió hacia los cuatro rumbos cardinales. La agenda se cumplió tal cual debe, lo mismo se entregó el informe macro con impacto alegre. Sabes, el café y pan amargo dieron la nota en el periódico de la noche. Tranquilos sí, porque vamos ganando la batalla. La boca se abre y traga el mar nuestro de cada día. Antes de soñar el estilo se cuela por todas partes. Y en el soñar mismo se nos presentan los detalles justos que faltaban esta noche.

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