De roca o musgo el cuerpo, pero invéntate de nuevo. Haz recuento de tu vida. Deja que los mejores recuerdos te sostengan para la buena memoria. Y haz de nuevo el intento. Algo así como pirata de barco en tierra, parche en ojo, pata de palo, cotorro al hombro. Nunca reptar, sino raptar la estrella para el mejor día, que desde hoy te alumbre siempre. A ese decir meditabundo dale sonido en set como de rayo, la película. Invéntate el nuevo mundo, el nuevo día, la mejor sonrisa. Invéntate muro, carta del azar o circunstancia. Y no olvides. Aunque te inventes moneda, deja intacto tu corazón, que, algo roto, te salva en las tempestades de la vida.