Pasa la tarde

Música, música. De vallenato. Imaginar esas fiestas de los pueblos de Colombia. Y estar en ellos en ese trance del olvido de penas. Y de la alegría anclada al momento. Al tiempo presente. Ser testigo de que no se requiere mucho para el desparpajo y las carcajadas. Por allí llega el fantasma real, de carne y hueso, de la Matilde. Abrazo en la curva de la cintura. Reverbera su alegría con las notas sensuales del acordeón. Hasta la vista llegan las estrellas. Y el polvo levantado. Las abuelas ríen y muestran sus pocos dientes. Y bailan por la memoria de los Valderrama. La historia va ligada al movimiento de los cuerpos. La estrella es el acordeón. Y al paso de las horas. Se toca el cielo. Y van desapareciendo los fantasmas. Se alcanza a escuchar "Si ven que un hombre llega a la Jagua/ Coge camino y se va pa´l Plan/ Está pendiente que en la Sabana/ Vive una hembra muy popular". Precisar su nombre. Matilde Lina. 

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