Ha llegado el domingo que se va

Ha llegado el domingo que se va. Mañana, tarde y noche de un día esperanzador. Fresco. Con sol. Y cafetero. Para hacer fiesta de palabras, hojear libros, escuchar música, arreglar algo en casa. Para mirar el cielo, dar gracias y escribir historias. Uno espejea el tiempo. Mira en retrovisor y alucine por el camino. Uno se traslada en domingo a otros tiempos de pasado y futuro. Y el presente es el que se impone. Con señales de dictadura. Hoy es el tiempo del estar. Saboreamos café. Decimos buenos días. Nos asomamos a la calle. Y pintamos el día de color esperanza. Un domingo para decirnos al corazón palabras de ensueño. Atentos a lo cortés. Esos árboles acompañan. Un perro olfatea la mañana. El domingo se va. Aprovecha el instante. Zurzo. Acometo los minutos. Tomo café. Tomo palabras. Buen día.

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