Se fue el domingo 7

Ahora que duerma se habrá ido el domingo 7. Y tendremos oportunidades de otros domingos. Con los mismos ritos. Así hemos ido sumando días, semanas meses. El infalible tiempo en su fluir nos muestra indiferencia. Por eso anta, vive, sueña. Los anhelos se construyan con visos de viabilidad. Las metas que puedan ser alcanzadas. Al dormir busco sueños. A veces se me dan. Y en otras ocasiones pasan de largo. Dormir es practicar el no estar. Queda allí el cuerpo horizontal. El alma ha de quitarse buen rato. Para descansar también. O recorrer geografías lejanas. En ese trasladarse al instante al pico más alto, la ciudad más lejana, el barrio cualquiera de cualquier pueblo. Y nos lo hace saber a veces. Y aveces no. Soñar es seguir de largo en la conciencia de la vida. El domingo se ha ido. La vida va serena. La madrugada es propia para la serenata. Alumbra luna la vastedad. Mientras tanto.

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